La ciencia y la vida ni pueden ni deben estar separadas. Estas palabras, pronunciadas por la investigadora Rosalind Franklin a mediados del siglo pasado, continúan siendo relevantes. Rosalind fue capaz de apelar a la fuerte vinculación que hay entre ciencia y vida. Dedicarse a la investigación y a la innovación, a ese complejo camino de hacer ciencia, es ante todo transformar la calidad de vida de las personas. Ese es nuestro verdadero impulso en AbbVie.

Esta manera que tenemos de entender y hacer ciencia nos ha permitido llegar a más de 50 millones de personas aportando soluciones innovadoras para más de 75 patologías complejas y tan diferenciadas como la inmunología, la neurociencia, la onco-hematología, la oftalmología, la virología y la estética. Cabe señalar que desde 2013 hemos destinado más de 58.000 millones de euros a la investigación científica.
En el caso particular de AbbVie España, podríamos decir que nos mueve la ciencia. Una de cada cinco personas que trabaja en nuestra compañía desarrolla su actividad profesional en el área científica I+D+i. Además, somos la primera filial después de Estados Unidos donde más ensayos clínicos se realizan en todas las áreas terapéuticas y fases de desarrollo. Desde 2020 hasta hoy se han realizado más de 250 ensayos clínicos y tenemos más de cien estudios en activo en España.
«En nuestro caso particular nos mueve la ciencia. Una de cada cinco personas que trabaja en nuestra compañía desarrolla su actividad profesional en el área científica de I+D+i»
Es en las personas con una enfermedad donde reside la importancia de lo que hacemos. Nuestra pasión por la innovación es ante todo causa de nuestro compromiso con las personas. Contribuir a su salud es poner el centro de nuestro trabajo su calidad de vida. No olvidemos que detrás de cada signo y síntoma propio de la enfermedad también están el estrés, la ansiedad, la incertidumbre, los cambios a nivel personal, social o familiar. Por ello, innovar es también situarnos cerca de los pacientes y su entorno, y conocer de primera mano cómo la enfermedad interfiere en su día a día.
En estos últimos años hemos avanzado en el manejo de las enfermedades graves y limitantes, pero también sabemos que tenemos ante nosotros importantes retos. Todavía existen necesidades no cubiertas a las que debemos hacer frente. Por eso, a pesar de los hitos y avances conseguidos, ir más allá es nuestra principal motivación.
Si queremos seguir siendo el cambio en sus vidas, tenemos que contar con la I+D como gran aliado. La ciencia es y debe continuar como uno de los principales motores que nos muevan. Según el informe de la consultora PwC elaborado para la Federación Europea de la Industria Farmacéutica, más de 2,3 millones de personas en la Unión Europea nos dedicamos profesionalmente a la industria biofarmacéutica. España no se queda atrás. Somos el cuarto país de la UE-27 (solo por detrás de Alemania, Francia e Italia) en el que más personas hay dedicadas a este sector.
Pero en la mejora de la calidad de vida no estamos solos. La colaboración y la cooperación entre los componentes de la propia industria, los profesionales sanitarios, las sociedades científicas, los investigadores, las asociaciones de pacientes y la Administración Sanitaria es imprescindible si queremos que el progreso de la innovación, y por lo tanto la mejora de la calidad de vida de las personas, sea una fortaleza de nuestra sociedad.
Y, junto a ello, el tiempo. En salud, cada día cuenta. Por consiguiente, es crucial beneficiarnos de ese progreso y su impacto positivo lo antes posible, asegurando que la ciencia llegue a tiempo para quienes más la necesitan. En definitiva, la unión entre ciencia y vida debe ser algo indisoluble. Esta convicción impulsa a la investigación y la innovación para hacer frente lo antes posible a los complejos desafíos a los que nos enfrentamos en el ámbito sanitario. Juntos seguiremos avanzando hacia un futuro donde la I+D+i siga siendo la clave y donde la ciencia y la vida sigan más unidas que nunca. Porque el verdadero progreso se mide en las vidas que somos capaces de transformar.
*Felipe Pastrana es director general de AbbVie España.