La insuficiencia cardíaca (IC) se produce cuando el estado del corazón es “demasiado” débil y, por ende, no es capaz de bombear suficiente sangre al resto del cuerpo. Una afección que ya afecta a aproximadamente a 15 millones de europeos y que abarca el 70 por ciento de las hospitalizaciones cuando la enfermedad empeora. A ello se le añade que el empeoramiento de la patología ya representa el 90 por ciento de todos los costes sanitarios directos de la IC.
Estas son algunas de las conclusiones que se desprenden del informe ‘Spotlight on worsening heart failure‘, elaborado por Heart Failure Policy Network (HFPN) y presentado por Ed Harding, asesor estratégico de la HFPN, durante un encuentro organizado por Bayer en el marco del Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC, por sus siglas en inglés) 2022.
“Uno de cada cinco ciudadanos será diagnosticado con insuficiencia cardíaca. Además, esta patología abarca entre el uno y el dos por ciento del coste sanitario“, ha asegurado Ed Harding, asesor estratégico de la HFPN, durante la presentación del informe.
Tal y como destaca el documento, el empeoramiento es un evento de descompensación en el que un paciente requiere diuréticos intravenosos u hospitalización, y puede marcar una espiral ascendente de progresión de la enfermedad. Según el experto, uno de cada cinco pacientes muere en los dos años siguientes a un evento de empeoramiento de la insuficiencia cardíaca.
Casi 15 millones de europeos sufren insuficiencia cardíaca
Por ello, Harding ha asegurado que “una de las principales prioridades en la IC es evitar la hospitalización“. No obstante, una vez que ocurre y se da de alta al paciente, “queremos asegurarnos de que no necesite volver”.
“Los acontecimientos de empeoramiento de la insuficiencia cardíaca son momentos importantes para emplear las herramientas terapéuticas que tenemos a nuestra disposición”, ha explicado Ed Harding.
Soluciones desde el tratamiento
En base al aumento de las hospitalizaciones por el empeoramiento de la insuficiencia cardíaca, varios expertos también han acudido a la cita para presentar los resultados obtenidos de diversos fármacos con los que hacer frente a esta situación.
El primero de ellos ha sido Xarelto (rivaroxaban), presentada por el profesor de la Universidad de Medicina de Berlín, Reinhold Kreutz a través de los resultados del estudio Xareno, quien ha indicado que este fármaco es efectivo en la práctica clínica, una afirmación “respaldada por la evidencia prospectiva, al igual que los datos que ya se tienen disponibles, particularmente en aquellos pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) y ERC progresiva más avanzada.
Uno de cada cinco ciudadanos será diagnosticado con insuficiencia cardíaca
Por otro lado, también se ha expuesto Kerendia Firialta (finerenone). En esta ocasión, ha sido Gerasimos Filippatos, cardiólogo de la Universidad Nacional y Kapodistríaca de Atenas, quien ha detallado los resultados de este fármaco. En ellos se ha establecido que la carga de la enfermedad cardiovascular es sustancial en pacientes con enfermedad renal crónica (ERC) y diabetes tipo 2, y, a pesar de tener acceso a nuevos tratamientos, el riesgo persiste. En estos pacientes se han demostrado beneficios y se ha establecido que Finerenone se puede usar de forma independiente y junto con otras terapias para pacientes con estas enfermedades.
Asimismo, aunque no se ha entrado en detalle, So-Young Kim, de Bayer AG, ha querido recordar también la existencia de Verquvo (verciguat).
Dirigido al Factor XIa
Por último, se han expuesto los resultados del tratamiento de la IC con Asundexian de los diferentes estudios que abordan dicho fármaco (Pacific-AMI, Pacific-Stroke, Pacific-AF). De ello se han encargado Manesh Patel, MD, del Instituto de Investigación Clínica de Duke; John Alexander, MD, MHS al frente del Comité de dirección e Investigadores del ensayo Pacific-AMI; y Ashkan Shaomanesh, MD, al frente del Comité de dirección e Investigadores del ensayo Pacific-Stroke.
En primera instancia, el ensayo Pacific-AF indica que este “pequeño” inhibidor oral del Factor XIa (una de las enzimas implicadas en la cascada de coagulación) fue bien tolerado en el ensayo de Fase II en 750 pacientes con fibrilación auricular. Asimismo, se observaron tasas significativamente más bajas de hemorragia mayor y menor clínicamente relevante para cualquier dosis de Asundexian, en comparación con apixabán en pacientes con fibrilación auricular con riesgo de accidente cerebrovascular.
“La inhibición del Factor XI es una estrategia prometedora para prevenir trombos patológicos y minimizar el riesgo de hemorragia en pacientes con fibrilación auricular”, ha detallado Patel.
En relación con el estudio aleatorizado Pacific-AMI, Alexander ha apuntado que, con 50 mg de Asundexian diarios, dio como resultado una inhibición casi completa de la actividad del Factor XIa. Además de la terapia antiplaquetaria dual, no hubo un aumento significativo en ningún sangrado BRAC 2, 3 o 5 con ninguna dosis de este fármaco en comparación con el placebo, ni se observó ninguna reducción en los eventos isquémicos con cualquier dosis de Asundexian.
La patología abarca entre el uno y el dos por ciento del coste sanitario
Por último, durante el estudio Pacific-Stroke se demostró que, en esta Fase II, con la toma de 50 mg del fármaco, se redujeron los accidentes cerebrovasculares isquémicos sintomáticos recurrentes y los accidente isquémico transitorio de alto riesgo, en particular entre los pacientes con aterosclerosis. En este aspecto, no se observó un aumento significativo del riesgo de hemorragia mayor o intracraneal.
“Estos datos prometedores respaldan la investigación adicional de Asundexian en pacientes después de un accidente cerebrovascular isquémico no cardioembólico”, ha concluido Shaomanesh.