La escasez de medicamentos que está viviendo Europa durante los últimos meses ha dejado entrever la fragilidad de las cadenas de suministro mundiales. La grave crisis vivida el último invierno –los países de la UE informaron de serios problemas para obtener medicamentos esenciales, desde analgésicos comunes y antibióticos hasta antidepresivos y fármacos oncológicos–, puso de manifiesto la urgencia de buscar soluciones alternativas rápidamente.

La escasez de suministro es, precisamente, una prioridad en la reciente revisión de la legislación farmacéutica de la Unión Europea. De hecho, la nueva normativa apunta a la creación de un mercado único que garantice que todos los pacientes de la UE tengan un acceso oportuno y equitativo a medicamentos seguros, eficaces y asequibles. Además, la comisaria de Salud de la UE, Stella Kyriakides, afirmó que se elaborará una lista de medicamentos críticos para realizar un seguimiento y abordar las “vulnerabilidades” de la cadena de suministro de forma que los ciudadanos tengan acceso a los fármacos que necesitan. Del mismo modo, las empresas farmacéuticas deberán tener planes de prevención de escasez de medicamentos y la EMA tendrá capacidades reforzadas, pudiendo adoptar medidas vinculantes en cuanto a la asequibilidad si fuera necesario.

Sin embargo, los Estados miembro demandan mucho más para atajar este desafío. Por ello, 19 países europeos, entre los que figura España, han elaborado un documento de posición instando a la UE a adoptar medidas de mayor calado para asegurar el suministro de medicamentos a nivel comunitario. Un documento que la patronal de la industria farmacéutica en Europa, la Efpia, ha acogido con satisfacción, ya que refleja los “múltiples y complejos impulsores de la escasez”.

Un desafío pasado, presente y ¿futuro?

Tal y como argumentan los 19 Estados firmantes del documento de posición, los problemas de desabastecimiento no son nuevos y la escasez de medicamentos se ha ido incrementado en los últimos años. Según la OCDE, las notificaciones de escasez aumentaron un 60 por ciento entre 2017 y 2019.

Asimismo, las encuestas anuales a los farmacéuticos de la UE muestras que, desde 2019, todos los países han experimentado escasez anualmente. Concretamente, en 2022, el 75 por ciento de los países encuestados advirtieron de que la escasez había empeorado en comparación con el año anterior.

“La nueva legislación farmacéutica proporcionará medidas reforzadas para gestionar la escasez. Sin embargo, considerando la complejidad de los problemas y los riesgos asociados con la escasez, creemos que la UE debe tomar medidas más drásticas para mejorar la seguridad del suministro de medicamentos“, han apuntado los países.

Con este fin, proponen instalar un mecanismo voluntario de solidaridad dentro del Grupo sobre Desabastecimiento y Seguridad de Medicamentos (MSSG) de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para paliar temporalmente la escasez, como último recurso, en los Estados miembro; establecer una lista europea de medicamentos críticos cuyo suministro, la producción y las cadenas de valor deben ser monitoreadas; y explorar una Ley de Medicamentos Críticos para reducir la dependencia de medicamentos e ingredientes críticos, particularmente para productos donde solo hay unos pocos fabricantes o países proveedores. Tres propuestas dirigidas a corto, medio y largo plazo que “deben verse como un complemento de las iniciativas ya tomadas (el trabajo de la EMA y el MSSG) o las anunciadas recientemente (legislación farmacéutica), apuntan en el documento.

¿Va Europea por el buen camino?

Precisamente, en un encuentro virtual organizado por el medio internacional POLITICO, con la colaboración de TEVA, diferentes expertos han debatido sobre si las medidas propuestas por la UE van lo suficientemente lejos como para evitar una nueva crisis como la vivida el pasado invierno y si es necesario realizar un esfuerzo mayor para abordar las causas subyacentes de la escasez.

Durante su intervención, Darija Kuruc Poje, vicepresidenta de la Asociación Europea de Farmacéuticos Hospitalarios (EAHP), puso de relieve que la EAHP fue una de las primeras asociaciones que planteó el problema de la gestión de la escasez de medicamentos. “Muchas veces los farmacéuticos de hospital están gestionando y mitigando la escasez sin que médicos y pacientes se den cuenta”, aseguró.

A través de una encuesta realizada por la asociación, las farmacias hospitalarias de 35 países europeos que participaron, aseguraron que experimentaron escasez de medicamentos semanalmente, lo que provocó retrasos en la medicación de los pacientes. Y este problema, apuntó Kuruc, no ha hecho sino crecer tras la pandemia de COVID-19.

En este contexto, Kateřina Konečná, eurodiputada checa, miembro del Comité COVID-19 y de la nueva subcomisión de Salud Pública, indicó que se está experimentando actualmente escasez de antibióticos, medicamentos contra el cáncer o fármacos para la diabetes. La eurodiputada considera que la nueva legislación farmacéutica “no ayudará a estas carencias”. Y es que, en su opinión, presentar un “gran paquete farmacéutico” a las puertas de las elecciones europeas, no ha sido lo mejor, pues recaerá en manos de un “nuevo Parlamento Europeo” que deberá “comenzar desde el principio”.

Adrian van den Hoven, director general de Medicines for Europe, también coincide en que, aunque ya se hablaba de escasez hace años, con la pandemia de COVID-19 se agravó la situación ante el aumento de la demanda de ciertos medicamentos.

El director de Medicines for Europe no es tan pesimista con la legislación farmacéutica: “Estoy de acuerdo en que no cubre todo el panorama, pero también hay algunos avances positivos“, señaló. Van den Hoven destacó que el poder identificar en cada Estado miembro la escasez real, permitirá a la industria actuar en consecuencia. Y, en este sentido, apuntó a la necesidad de trabajar con los datos y la información para prevenir la escasez, en colaboración con el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC).

Impacto de la escasez en la oncología pediátrica

Por su parte, Gilles Vassal, miembro de la Sociedad Europea de Oncología Pediátrica (SIOP), se centró en el impacto que ha tenido la escasez de fármacos en el campo de oncología pediátrica. “Los problemas de acceso a medicamentos esenciales son críticos para todos los profesionales en oncología pediátrica y para los padres”, afirmó.

En este sentido, Vassal apuntó a la encuesta que realizó SIOP sobre la accesibilidad de medicamentos esenciales para niños con cáncer, en la que se notificó un alto nivel de escasez entre algunos medicamentos. El experto de SIOP mencionó la asparaginasa, “esencial para tratar niños con leucemia linfoblástica aguda -cura al 80 por ciento-, y fue el medicamento que presentó mayor escasez en los últimos dos años“. Asimismo, la encuesta puso de manifiesto desigualdades entre Estados miembro respecto a la disponibilidad de estos medicamentos.

“Los oncólogos pediátricos y los farmacéuticos hospitalarios realmente tratan de hacer lo mejor posible para encontrar una solución alternativa cuando falta un medicamento. Así que sí, la escasez puede afectar la supervivencia de niños y adultos con cáncer“, afirmó Vassal.


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