Uno de los grandes retos en materia sanitaria es la resistencia a los antimicrobianos. Los expertos remarcan la importancia de recuperar y reactivar en las agendas su abordaje. Este fue uno de los temas que se abordó en la tercera edición del Health Innovation Forum. Es un encuentro dirigido a profesionales sanitarios, organizado entre el 25 y el 31 de octubre, por la compañía biomédica MSD; cuenta con el aval de la Sociedad Española de Directivos de la Salud (SEDISA), la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA) y la Fundación Española de Calidad Asistencial (FECA). El lema bajo el que se celebra es ‘Juntos por una salud humana, animal y ambiental’.
Rafael Cantón, jefe del Servicio de Microbiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, indicó que “se ha demostrado que la interrupción de los programas de optimización de uso de antimicrobianos (PROA) han tenido como consecuencia un mayor consumo de antimicrobianos y aumento de las tasas de resistencia en numerosos hospitales”. Así, consideró que “se deben reforzar los sistemas de vigilancia y seguimiento”.
Por ello, agregó que “con independencia de la innovación terapéutica necesaria para atajar el problema de las resistencias, el uso adecuado de los antimicrobianos y, con ello, la disminución de la presión como motor de la emergencia y selección de las poblaciones resistentes, se han mostrado eficaces en la reducción de las resistencias”.
Sobre los aspectos que podrían ayudar destacaría el refuerzo en la formación de los profesionales; por otra parte, el desarrollo de planes específicos para situaciones de pandemia, como el SARS-CoV-2. También, una mayor inversión en innovación terapéutica y tecnológica y la mejora de los sistemas de información a través de sistemas machine learning y deep learning. Cantón también instó a “evitar la ralentización del acceso a nuevos fármacos (antimicrobianos) al mercado por posible colapso de las agencias reguladoras”.
Resistencias y COVID-19
Otro ponente que intervino al respecto fue Bruno González-Zorn, catedrático en Sanidad Animal y director de la Antimicrobial Resistance en la Universidad Complutense de Madrid. El experto, que también es asesor de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en resistencia a antibióticos desde la perspectiva One Health, señaló que la COVID-19 ha supuesto un punto de inflexión.
Así, remarcó que “Esta pandemia ha abierto los ojos de la sociedad civil y profesional, frente a la amenaza real de microorganismos; así como de la interacción seres humanos-ambiente y animales. Debemos aprovechar este momento para afianzar el concepto ‘One Health’ -en el que la salud se interpreta como un todo compuesto por salud humana, salud animal y salud medioambiental- a todos los niveles; no es el futuro, sino que es el presente”.
Para poner en perspectiva el problema, Gómez-Zorn recordó que como consecuencia de esta problemática, solo en 2015 murieron más de 30.000 personas.
Medición de resultados y calidad asistencial
También en el foro se habló de la gestión basada en el valor. Inmaculada Mediavilla, presidenta de la Sociedad Española de Calidad Asistencial (SECA) planteó que esta “se orienta a todo el sistema sanitario alrededor del valor que es percibido por el paciente cuando recibe nuestros servicios”. En este sentido explicó que el primer paso es “gestionar los servicios en torno a sus necesidades, las cosas que le importan (como la accesibilidad, no tener que desplazarse, no hacerle procedimientos y técnicas innecesarias, conservar la funcionalidad, mantener su calidad de vida, etc.); también considerándolo agente activo y partícipe de su propia salud”.
Otro de los puntos que subrayó Mediavilla fue la importancia de la medición de resultados. Siguiendo este hilo aseveró que “lo que no se mide no se puede mejorar”. Asimismo, afirmó que “la medición de resultados conlleva mejoras en valor para todas las partes; para ello es preciso definir qué indicadores son relevantes y cómo recogerlos. Su evaluación y monitorización debe permitir tomar decisiones basadas en valor y posibilitar la introducción de medidas que ayuden a la optimización del funcionamiento del sistema sanitario”.