Los puntos calientes de las leyes farmacéuticas para la industria
Los puntos calientes de las leyes farmacéuticas para la industria

Cuando hay cambios, todo el mundo no siempre queda igual de satisfecho. El sector se asoma este 2025 a una tormenta legislativa que ya ha empezado con la presentación de la Estrategia de la Industria Farmacéutica y que, al ver la letra pequeña, ya avanza una serie de puntos calientes que, cuando menos, generarán debate entre los políticos y las compañías innovadoras.

Por el momento, y a la espera de comprobar cómo se articula todo este armazón normativo en los próximos meses, ya hay dos aspectos que sobresalen sobre el resto: cuál será el encaje que tendrán los genéricos con la política de fomentarlos que sostiene el Ministerio o cuál será el mecanismo para fijar los precios de los medicamentos.

Genéricos 

Uno de ellos, cuya impronta está presente en la mayoría de textos normativos y borradores que ya han visto la luz, es la intención del Ministerio de Sanidad de dar más peso a los medicamentos genéricos y biosimilares. Lo deja claro, negro sobre blanco, tanto en el texto del RD de Precio y Financiación que ha salido a consulta pública, como en la Estrategia de la Industria Farmacéutica.

Como se puede leer en estos documentos, Sanidad persigue “fortalecer el uso de estos medicamentos”, a los que califica como elementos “clave para reducir costes y garantizar la sostenibilidad del sistema”. No obstante, habrá que ver qué medidas concretas se toman en esta dirección y cómo impactan en los fármacos de marca. Las compañías innovadoras, y es algo en lo que coinciden las fuentes consultadas en el sector, están especialmente pendientes de este punto.

Precio de los medicamentos

De igual modo interesan los mimbres legales bajo los que se establecerán los precios de los fármacos. Desde el Ministerio se aboga por fomentar la transparencia y la competitividad, si bien es cierto que en el sector es un tema que siempre abona el debate.

En este sentido, en las nuevas normas aparecen conceptos como la “fijación dinámica de precios”. Según se puede comprobar en el borrador del RD de Precio y Financiación de los Medicamentos, esta opción abre paso a una revisión continua de los fármacos “en función de su valor real en la práctica clínica”.

Este hecho, según reza el borrador, “permitirá ajustar los precios según la eficacia demostrada y el impacto en la salud pública”. No obstante, el tema de los precios siempre abona el debate en el sector, solo hay que recordar el malestar que generó la actualización de los precios de referencia publicada en el BOE el pasado mes de octubre. En respuesta, el sector reclamó al Ministerio un suelo para los márgenes, así como evitar las “continuas bajadas de precios sin previsión”.

Queda camino

No obstante, se trata únicamente de dos puntos que sobresalen por su importancia, pero tanto la Estrategia de la Industria como el borrador que ha trascendido de la nueva Ley del Medicamento también dejan otros puntos importantes que tendrán que concretarse.

Dos de ellos podrían ser, por solo citar algunos, la cuantificación de la compensación por fármacos que recibirá la industria en situaciones especiales o el aterrizaje de un nuevo sistema de copagos que ya ha despertado discrepancias, al menos en la arena política.

La nómina de puntos calientes, sin embargo, es esperable que se vaya ampliando conforme se vayan conociendo los nuevos textos normativos, así como las aportaciones que los principales actores involucrados realizarán en los procedimientos de consulta previa y que servirán como un buen termómetro del grado de satisfacción o descontento de la industria con la nueva normativa.


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