El abordaje del cáncer hematológico ha cambiado radicalmente gracias a la aplicación de las terapias CAR-T. Pero uno de los retos que más expectativas genera en la actualidad es la aplicación de esta técnica a los tumores sólidos. Para hablar sobre este tema, Novartis celebró en Basilea (Suiza) un encuentro con medios donde los especialistas enfatizaron la necesidad de potenciar la investigación de los linfocitos infiltrantes del tumor (TIL).
A la hora de extrapolar las terapias CAR-T a los tumores sólidos existe una barrera muy concreta. “El problema con los tumores sólidos es encontrar la mutación ‘driver’ ; cuando analizamos los cambios que hay en un tumor encontramos muchas mutaciones, entonces tenemos que discriminar cuáles son las mutaciones ‘passengers’ y cuáles son las que mandan”, explicaba Eva López directora médica de Novartis Oncology España.
La experta señalaba también que “cada tumor es muy personalizado, y aunque es difícil agrupar, se está investigando muchísimo con las CAR-T pero presenta ciertas dificultades por este motivo”. A este respecto, López detallaba que en paralelo se está empezando a investigar sobre los linfocitos infiltrantes de tumor (TIL), que ocurren con cierta frecuencia en los tumores sólidos y son diferentes de un paciente a otro. “Si somos capaces de reprogramar esos linfocitos y hacerlos multiplicar, los podemos volver a infundir en el tumor sólido”, afirmaba. En definitiva, según la oncóloga, se trata de “intentar buscar una personalización muy alta o ir por el abordaje de TIL”.
Áreas de investigación
Actualmente Novartis tiene investigaciones en marcha en diferentes áreas terapéuticas, pero Eva López resaltaba en esta cita el trabajo que esta realizando la compañía en cáncer de mama con receptores hormonales positivos.
“Representa más o menos el 70 por ciento de los subgrupos de cáncer de mama, y estamos trabajando con los inhibidores de ciclina con unos datos en supervivencia muy interesantes”, apuntaba. Por su parte, también están enfocados en las pacientes con mutación en PI3K con un fármaco selectivo. “Creemos que el hecho de que se pueda determinar molecularmente donde está la mutación va a ayudar mucho a seleccionar qué pacientes se pueden beneficiar”, puntualizaba.
Otros de los proyectos en los que está inmersa la compañía suiza son relativos a terapias dirigidas tanto en pacientes BRAF como en alteraciones de MET en pacientes de cáncer de pulmón, la comercialización de un nuevo tratamiento contra la Leucemia Mieloide Aguda tras años sin hallar ninguno nuevo o un ensayo en el que están observando el comportamiento de Jakavi (ruxolitinib) en la enfermedad injerto contra huésped.
Ampliación de la cartera
Novartis también quiso mostrar su compromiso por seguir avanzando, por lo que hizo un repaso por las moléculas de su cartera. Y es que, desde la aprobación de Kymriah por la EMA, la compañía ya había expresado su pretensión de avanzar en esta área (como se muestra en el gráfico).
Uno de los puntos sobre los que abundaba Eva López fueron los tratamientos que involucran a Kymriah en combinación con otros fármacos. El objetivo de los estudios al respecto, según López, es poder ir a estadios más precoces de la enfermedad. Se espera contar con resultados antes de 5 años.
Respecto a otros segmentos, Nikos Tripodis, global business franchise head Ophthalmology de Novartis, detallaba los resultados del estudio fase III de Luxturna (voretigene neparvovec), primera terapia génica de una sola aplicación para tratar la enfermedad retiniana hereditaria (IRD) con mutación RPE65. “Al año, el 90 por ciento de los pacientes había mejorado su visión y tras cuatro años continúan mostrando un beneficio sostenido en la visión funcional”, subrayaba Tripodis.
Petra Kaufmann, MD Translational Medicine de AveXis (Novartis), fue la encargada de hablar del programa de desarrollo clínico que estudia AVXS-101 en todos los tipos de atrofia muscular espinal (AME), diseñado para que sea una terapia única que prevenga una mayor degeneración muscular. La experta destacaba que “proporciona una copia funcional del gen SMN para detener la progresión de la enfermedad a través de la expresión de la proteína SMN y se administra como dosis única diseñada para proporcionar un beneficio a largo plazo”. Los resultados apuntan a un impacto transformador “que muestra supervivencia prolongada y el logro de hitos motores nunca vistos en el historia natural de la enfermedad”, indicaba.