A través de una carta, los miembros del Comité Ejecutivo de Medicines for Europe se han dirigido al Consejo de Sanidad y a la Comisión Europea con el fin de expresar su preocupación por la repercusión de la inflación «desbocada en la seguridad del suministro de medicamentos esenciales para los pacientes europeos.» Así, por medio del documento señalan que el sector suministra a los sistemas sanitarios de la UE cerca del 70 por ciento de los medicamentos sujetos a prescripción a un coste muy reducido.
«En la última década, los medicamentos con patente finalizada se han regido por una estricta regulación de precios, medidas de austeridad presupuestaria y normas de licitación sobre el precio más bajo, que han provocado una considerable erosión de precios y una situación insostenible para los fabricantes. El panorama se ha visto agravado por la crisis de la Covid-19 y la guerra en Ucrania que han llevado a un incremento espectacular de la inflación general y los costes de las materias primas y el transporte«, apuntan desde Medicines for Europe.
Además, indican que la inflación ha aumentado en Europa hasta superar el 7 por ciento, un «nivel inédito en décadas», juntándose con factores externos que agravan la inflación de costes en el sector como son:
- Costes de la energía y suministro: la guerra en Ucrania ha incrementado los precios de la energía en la UE en un 65 por ciento en el caso del gas y en un 30 por ciento en el de la electricidad, y algunos de nuestros fabricantes corren el riesgo de sufrir racionamiento en los suministros de gas, lo cual podría repercutir directa e inmediatamente en el suministro de medicamentos en Europa.
- Logística: los costes de transporte están aumentando radicalmente (hasta un 500 por cien) a causa de cuellos de botella provocados por la pandemia de Covid-19 y la guerra en Ucrania. Todo ello afecta a nuestra producción y entrega de medicamentos en Europa.
- Fabricación y materias primas: los costes de fabricación han aumentado entre un 50 y un 160 por ciento.
- Personal cualificado: la inflación general está agravando la escasez de personal cualificado para nuestro sector especializado y basado en la ciencia.
Por otro lado, apuntan que operan en un mercado muy regulado en el cual los precios los fijan autoridades nacionales para el establecimiento de precios y reembolsos y están sujetos a medidas de reducción automática de precios conocidas como precios de referencia. «La mayoría de los Estados miembros aplican medidas adicionales de reducción de precios a nuestro sector en forma de congelación de precios, medidas de recuperación, descuentos obligatorios, contratos de descuentos y reducciones de precios no negociables», señalan en el comunicado.
Asimismo reclaman que el sector tiene la obligación moral y legal de mantener el suministro de medicamentos esenciales en Europa e inciden en que están plenamente comprometidos al respecto. «Sin embargo, no podemos operar en un entorno en el que convergen una inflación de costes desenfrenada y políticas que reducen los precios continuamente.» Por tanto, piden a la UE que les ayude a abordar esta compleja situación a través de políticas sostenibles de conformidad con la autonomía estratégica europea:
- Reconocer la importancia fundamental del sector de los medicamentos sujetos a prescripción en los planes europeos y de emergencia nacional para el suministro de gas/petróleo: como los medicamentos son bienes esenciales, su fabricación debe considerarse esencial en relación con el acceso a un suministro de energía reducido.
- Avisar de los posibles riesgos para la oferta y la disponibilidad: animar a los Estados miembros a tratar la inflación cumpliendo con sus obligaciones establecidas en la Directiva de Transparencia respecto a la disponibilidad y la eficiencia de la producción de medicamentos.
- Adoptar medidas para mitigar el impacto de la inflación en el coste de los bienes: «las empresas deben poder ajustar los precios en función de la inflación.»
- Reformar la compra de medicamentos y los modelos de precios: «es necesario abordar con carácter prioritario en el Derecho Europeo la relación ampliamente reconocida entre escasez de medicamentos y prácticas de licitación poco razonables.» Además señalan que las mejores prácticas como las licitaciones con varios ganadores y los criterios MEAT (oferta económicamente más ventajosa) deben recompensar a las empresas que invierten en la seguridad del suministro y en la transición verde y digital.
- Reducir la complejidad y el coste de cumplir con la normativa: la estrategia farmacéutica contempla un plan claro para mejorar la eficiencia de la normativa farmacéutica invirtiendo en digitalización, en particular prospectos electrónicos, y reformando la regulación de las variaciones. «Es necesario concentrar estas políticas para reducir la presión sobre la disponibilidad de medicamentos.»
- Apoyar la inversión para fabricar en la UE: considerando la enorme disparidad en los costes energéticos y logísticos entre Europa y sus regiones competidoras, también piden que la UE permita que el sector de los medicamentos genéricos participe en los proyectos de resiliencia que financia como los Proyectos Importantes de Interés Común Europeo (PIICE).
Por último, finalizan recordando que Medicines for Europe ha demostrado su compromiso con la seguridad del suministro de medicamentos durante la pandemia de Covid-19, así como su apoyo a Ucrania, además de reinvertir en la fabricación de medicamentos europeos. «Estamos preparados para trabajar conjuntamente con la Comisión y los Estados miembros para que la crisis actual no menoscabe el acceso a los medicamentos y la disponibilidad de los mismos.»