MSD ha organizado un encuentro informativo sobre las últimas actualizaciones y nuevas evidencias científicas generadas sobre COVID-19 y presentadas recientemente en el Congreso Europeo de Medicina de Emergencias (Eusem) y en la Infectious Disease Week (IDWeek).

El acto contó con la presencia de dos expertos en la materia del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Juan González del Castillo, del Servicio de Urgencias, y Francisco Javier Candel, del Servicio de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica.

COVID y pacientes

Candel ha centrado su intervención en los últimos datos epidemiológicos, apuntando que nos encontramos en una fase de descenso de la última ola, con porcentajes decrecientes en ingresos, que además, son de menor gravedad. Ha hecho alusión a un porcentaje de vacunación de la población a nivel nacional cercano al 95 por ciento y ha hecho referencia a un calendario vacunal “efectivo”, con una vacunación dual, que incluye la de la gripe, ya en marcha.  

“el perfil de paciente actual es muy diferente al que atendían en las primeras olas antes de la llegada de Ómicron”

Juan González del Castillo, médico de Urgencias del Hospital Clínico San Carlos de Madrid

Por su parte, González del Castillo ha resaltado dos hechos: la variante Ómicron tiene un menor riesgo de ingreso y una población con altas tasas de vacunación.

Ha indicado que: “el perfil de paciente actual es muy diferente al que atendían en las primeras olas antes de la llegada de Ómicron”. De hecho, el cuadro típico de insuficiencia respiratoria con neumonía bilateral que estaba presente en el 75 por ciento de pacientes en la primera ola, ahora prácticamente ha desaparecido y solo un 3 por ciento lo presenta. Hoy por hoy, el coronavirus afecta con posibilidad de progresar a enfermedad grave principalmente a pacientes inmunodeprimidos y ancianos (especialmente a aquellos con dos o más comorbilidades asociadas), siendo esta población vulnerable, por tanto, la susceptible de recibir tratamiento en los primeros días de la infección (los 5 – 7 primeros) altamente eficaces para evitar un mal desenlace.

Ha hecho especial hincapié en la importancia de identificar y tratar a estos pacientes vulnerables cuando tienen una enfermedad leve: “Por tanto, pacientes inmunodeprimidos infectados por SARS-COV-2 en los primeros días de síntomas, y pacientes ancianos con comorbilidades asociadas, con infección de SARS-COV-2, en los primeros días de síntomas, son nuestro foco para diagnosticarlos y tratarlos lo antes posible, cuando tienen una enfermedad leve, y cuando están en los primeros 5-7 días de síntomas. Ese es nuestro foco para iniciar tratamiento antiviral específico, ya que tenemos diferentes alternativas terapéuticas disponibles en estos momentos, que dependiendo de las características del paciente podemos utilizar uno u otro”.    

ID WEEK

Candel ha repasado de forma general la inmensa cantidad de nueva evidencia científica generada en el marco de la IDWeek.

Entre sus conclusiones de lo allí presentado, (más de 300 comunicaciones sobre coronavirus) ha destacado,que, en cuanto a las complicaciones, tienen peor evolución los pacientes que ingresan “con” covid (con comorbilidades), que aquellos que lo hacen “por” covid. También multitud de comunicaciones referentes a long covid, modelos predictivos, o nuevas evidencias pediátricas.

En relación con el tratamiento, ha puesto en valor nuevos estudios sobre anticuerpos monoclonales y fármacos antivirales. Sobre estos últimos: algunas investigaciones que hacían referencia a que no sólo aportaban una mejora en el pronóstico, sino también en la incorporación funcional de las personas a su vida normal.   

Tratamiento y vacunación

González del Castillo ha valorado si los tratamientos son eficaces actualmente teniendo en cuenta que los estudios que los avalan fueron desarrollados en la época pre-ómicron. La respuesta para el experto es que , que se cuenta con diversos estudios ya realizados en vida real, que demuestran su eficacia en grupos específicos de población más vulnerable de progresión de la enfermedad, siempre que se apliquen de forma temprana en los 5-7 primeros días.

Ha querido poner el foco sobre la importancia de evitar la hospitalización, un problema sanitario, que, además, puede convertirse en un problema social. Los pacientes de avanzada edad están expuestos a deterioro funcional o delirios que implican luego una recuperación más compleja.

Ambos expertos resaltaron la importancia de la vacunación como herramienta clave para el control de la enfermedad en la población general y la existencia de alternativas terapéuticas complementarias, como los antivirales, en pacientes de riesgo de una peor evolución de la enfermedad.

Para que estos pacientes puedan acceder a estos tratamientos en los primeros 5-7 días, periodo en el que son altamente eficaces, es necesario, por una parte, un mayor conocimiento de los médicos de los mismos y, también, de la propia población general, que puede tener una falsa sensación de no necesitar hacerse los test de diagnóstico ante la aparición de los síntomas, pese a pertenecer a estos grupos vulnerables.


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