El cáncer de ovario suele cursar de forma asintomática o con síntomas muy leves que pueden pasar desapercibidos y confundirse con procesos benignos. Es por ello que solo se detecta en estadio precoz en un 20 por ciento de los casos. De hecho, la mayoría de las pacientes (70-80 por ciento) se diagnostican en una etapa avanzada de la enfermedad, de forma más habitual en mujeres postmenopáusicas, con la máxima incidencia entre los 50 y 75 años. Asimismo, el porcentaje de supervivencia de la enfermedad detectada en estadio III o superior pueden no superar el 30 por ciento.
En este sentido, la investigación en esta enfermedad se ha convertido en una necesidad que ha obtenido respuesta en el Congreso de la Sociedad Americana de Oncología (ASCO), donde se han presentado numerosos estudios y actualizaciones.
Según el análisis intermedio de DUO-O, las personas con cáncer de ovario avanzado recientemente diagnosticado sin mutaciones BRCA que recibieron durvalumab (Imfinzi) y olaparib (Lynparza), además del tratamiento estándar, alcanzaron una supervivencia libre de progresión (SLP) mejorada en comparación con aquellas que recibieron el tratamiento estándar.
“No existe un método de detección temprana para el cáncer de ovario y más de dos tercios de las pacientes son diagnosticadas con una enfermedad avanzada que recurre con frecuencia. Si bien se necesita más investigación, el hallazgo de este ensayo es prometedor para las pacientes con cáncer de ovario avanzado”, ha señalado Merry Jennifer Markham, directora de la división de Hematología y Oncología en el Departamento de Medicina de la Universidad de Florida y miembro especialista de ASCO.
Las pacientes recién diagnosticadas con cáncer de ovario epitelial avanzado de alto grado sin mutaciones BRCA que recibieron el tratamiento estándar (paclitaxel/carboplatino y bevacizumab por adelantado, más bevacizumab de mantenimiento) más durvalumab por adelantado y durvalumab y olaparib de mantenimiento tuvieron una mejoría en la SLP en comparación con pacientes que recibieron el estándar de atención. De los pacientes con tumores positivos para HRD en el grupo de durvalumab + olaparib, el riesgo de progresión de la enfermedad fue un 51 por ciento menor que para los que recibieron el estándar de atención. Además, para los pacientes del grupo por intención de tratar que recibieron durvalumab + olaparib, el riesgo de progresión de la enfermedad fue un 37 por ciento menor que para los que recibieron el tratamiento estándar. En el grupo de durvalumab más olaparib, el riesgo de progresión de la enfermedad fue un 32 por ciento menor en todos los subgrupos de pacientes.
Anticuerpos inmunoconjugados
El ensayo MIRASOL ha arrojado que mirvetuximab soravtansine (Elahere), un anticuerpo inmunoconjugado e inhibidor de microtúbulos, mejora significativamente la supervivencia general (SG) y SLP para mujeres con enfermedad avanzada de alto grado resistente al platino en cánceres epiteliales de ovario, peritoneal primario o de las trompas de Falopio con alta expresión del receptor alfa de folato.
“Mirvetuximab soravtansine presenta menos efectos secundarios graves, especialmente aquellos que pueden conducir a la interrupción del tratamiento, en comparación con las quimioterapias estándar, en pacientes con cáncer de ovario resistente al platino. Esto, junto con la ventaja de SG, demuestra el progreso y ofrece esperanza para estos pacientes”, ha resaltado Markham.
Las quimioterapias de agente único han mostrado actividad limitada y toxicidad considerable en pacientes en con cáncer de ovario epitelial resistente al platino. Cada línea sucesiva de terapia se asocia con tasas de respuesta progresivamente más bajas y menos tolerancia a tratamientos adicionales.
“Mirvetuximab soravtansine presenta la aprobación acelerada de la FDA. Se espera que estos resultados conduzca a una aprobación formal rápida y abra la puerta a nivel mundial para que el medicamento esté disponible fuera de los EE. UU. También vale la pena señalar que los estudios en curso están evaluando el uso del fármaco en etapas más tempranas de la enfermedad”, ha subrayado, Kathleen N. Moore, MD, MS, directora asociada de investigación clínica y codirectora del Programa de Terapéutica del Cáncer en Stephenson. Centro de Cáncer de la Universidad de Oklahoma.
Con una mediana de seguimiento de 13,1 meses, la SLP fue un 36 por ciento más alta y la SG, un 26 por ciento más para las mujeres que recibieron mirvetuximab soravtansina en comparación con la quimioterapia estándar elegida por el el especialista. En el grupo de 172 mujeres que no habían recibido antes bevacizumab, la SSP fue un 34 por ciento mejor y la SG fue un 49 por ciento mejor para las mujeres que recibieron mirvetuximab soravtansina en comparación con la quimioterapia estándar elegida por el médico.
En esta misma línea, los resultados preliminares del ensayo clínico fase I STRO-002-GM1 de expansión de dosis del ADC luveltamab tazevibulin, presentados Ana Oaknin jefa del Grupo de Neoplasias Ginecológicas del VHIO y oncóloga médica del Hospital Universitario Vall d’Hebron demuestran beneficios clínicos significativos en las dos dosis testadas en pacientes con cáncer epitelial de ovario recurrente con niveles de expresión de la proteína receptor de folato alfa (FolRα) superiores al 25 por ciento.
“La sobreexpresión de FolRα en tumores sólidos favorece el crecimiento de las células tumorales y es persistente en tumores metastásicos o recurrentes y después del tratamiento. Todos estos motivos convierten a FolRα en un objetivo clínicamente relevante para el tratamiento de cánceres de ovario y endometrio” ha explicado. Oaknin, primera autora del estudio.
Luveltamab tazevibulin es un nuevo anticuerpo conjugado dirigido a FolRα que induce la muerte celular citotóxica e inmunológica. Utilizando la tecnología de conjugación específica, este fármaco está diseñado para dirigirse a una amplia gama de tumores de ovario que expresan FolRα.
Cáncer de cuello uterino
Por su parte, un gran estudio a nivel mundial, y presentado en la reunión internacional, ha comprobado que la histerectomía simple con disección de los ganglios pélvicos es una opción de tratamiento segura para las pacientes con cáncer de cuello uterino de bajo riesgo y etapa temprana, lo que incrementa a mejorar la calidad de vida.
“El estudio SHAPE confirma que, en pacientes cuidadosamente seleccionadas, la cirugía podría reducirse de manera segura a una histerectomía simple sin afectar a los resultados. Marca el comienzo de un nuevo enfoque quirúrgico más individualizado para mujeres con cáncer de cuello uterino en etapa temprana”, ha señalado Moore.
La tasa de recurrencia pélvica a los tres años con histerectomía simple no fue inferior a la de histeroctomía radical (2,5 por ciento frente a 2,2 por ciento). La supervivencia libre de recidiva extrapélvica (98,1 por ciento con histerectomía simple frente a 99,7 por ciento con histeroctomía radical) y la supervivencia global (99,1 por ciento con histeroctomía frente a 99,4 por ciento con histeroctomía radical) también fueron comparables entre los dos grupos. En general, se identificaron 21 recurrencias pélvicas después de una mediana de seguimiento de 4,5 años (11 en el grupo histerectomía simple frente a 10 en el grupo histeroctomía radical).