La industria farmacéutica es el sector de Europa que más invierte en investigación y desarrollo (I+D). Así se desprende del informe “La industria farmacéutica en cifras”, publicado por la patronal de la industria europea, EFPIA. Y es que, tal y como indica la publicación, en 2020 la industria europea invirtió 39.000 millones de euros en I+D.
De hecho, el sector aporta el 15,4 por ciento de las inversiones de I+D realizadas a la región, seguido solo por el sector de la informática y software, que representa el 11,8 por ciento de las inversiones en toda Europa.
En este sentido, el informe recuerda que para que un medicamento llegue al mercado se necesitan de media entre 12 y 13 años, con un coste estimado por molécula de 1.926 millones de euros. Además, recuerdan que de promedio tan solo una o dos moléculas de cada 10.000 logran pasar con éxito todas las etapas de desarrollo necesarias para convertirse en un medicamento comercializable.
Generador de empleo
Pero la industria farmacéutica también es un sector referente en términos de empleo, pues aporta 830.000 empleos directos en toda la UE, de los cuales 125.000 corresponden a puestos destinados a investigación y desarrollo. En términos de producción, la industria farmacéutica europea genera 310.000 millones de euros. Mientras, las exportaciones suponen 515.000 millones de euros.
El mercado farmacéutico mundial registró un valor estimado de 943.667 millones de euros a precios de fábrica en 2020. En este sentido, el mercado norteamericano (EE. UU. y Canadá) siguió siendo el más grande del mundo, con una participación del 49,0%, muy por delante de Europa, China y Japón.
Europa ralentiza su crecimiento
Y es que, aunque el sector sigue registrando crecimientos en inversiones, en empleo o exportaciones, el informe analiza cómo Europa comienza a ralentizar su crecimiento en términos de mercado frente a otros países como Brasil, China o India. Durante el periodo 2015-2021 estos mercados farmacéuticos registraron crecimientos del 11,3%, 4,8% y 10% respectivamente. Mientras, el mercado promedio de los primeros cinco países de la Unión Europea alcanzó un crecimiento del 5%.
El presidente de la EFPIA, Hubertusvon Baumbach, asegura que “los datos muestran que Europa tiene una base sólida sobre la que construir su posición como centro mundial de investigación e innovación. Pero los datos también destacan la migración gradual de la actividad económica y de investigación a otras regiones del mundo”. Por este motivo, y para “hacer realidad la ambición compartida de que Europa sea un líder mundial en innovación en ciencias de la vida, es fundamental que Europa utilice la Estrategia Industrial y Farmacéutica para mantener y desarrollar un marco regulatorio sólido y predecible, aprovechar el poder de la digitalización y garantizar una innovación, con incentivos de apoyo que garanticen crear un ecosistema en la región”.
Asímismo, Baumbach recuerda el innegable esfuerzo que han realizado las farmacéuticas innovadoras para hacer frente a la crisis de la COVID-19: “En respuesta a la crisis, la industria farmacéutica basada en la investigación ha demostrado sus capacidades de innovación y la resistencia de la cadena de suministro global”. Por ello, considera que en los próximos meses y años, esta “puede y debe desempeñar un papel clave para impulsar la recuperación de Europa, desarrollar la resiliencia y el crecimiento futuro, al tiempo que garantiza un acceso más rápido y equitativo para los pacientes en toda Europa”.