La industria farmacéutica española no ha sido ajena a la subida de precios que ha experimentado la economía española en el periodo comprendido de 2020 a 2023. El alza de los precios de la energía, el transporte marítimo y las materias primas ha provocado un sobrecoste de 1.500 millones de euros en las compañías farmacéuticas presentes en España. Así se desprende del informe Impacto de la inflación en el sector farmacéutico español, realizado por Analistas Financieros Internacionales (Afi) por encargo de Farmaindustria. Pero en este sector existe la peculiaridad de que los precios están regulados por la Administración, lo que implica que aumentos de costes tienen que ser absorbidos por las compañías farmacéuticas sin repercutir en los precios de venta.

Si se hace una comparativa de los años 2021 y 2022, se observa que 2022 fue el año en el que se dispararon los sobrecostes (1.001 millones de euros). Los cálculos realizados por los expertos de Afi señalan que los sobrecostes agregados de este periodo inflacionista sobre las farmacéuticas con presencia en España es superior a todo el gasto que el sector hizo en I+D en 2020 (1.267 millones de euros) o a los costes laborales anuales de 25.000 empleados de la industria farmacéutica española. Desde Afi subrayan que el impacto sobre la situación financiera de las empresas farmacéuticas se vería agravado porque operan en un sector con precios regulados (y en la práctica, rígidos al alza), tanto en España como en los principales mercados de exportación.

El principal responsable de dicho impacto ha sido el aumento del precio de la electricidad, el gas y el petróleo. Este hecho ha supuesto que la factura energética del sector farmacéutico se haya incrementado durante el bienio 2021-2022 en cerca de 820 millones de euros. El grueso del sobrecoste (67 por ciento) se produjo en 2022, cuando las empresas del sector tuvieron que afrontar una factura energética cinco veces mayor que la de 2020. La factura energética de la industria farmacéutica representó en 2021 y 2022 el 4,9 por ciento y el 7,7 por ciento del total de costes, respectivamente, más del doble de lo habitual en otros años.

El incremento de los precios del transporte marítimo en 2021 y 2022 ha generado un sobrecoste para el sector farmacéutico de cerca de 83 millones de euros, originados en su mayor parte por el aumento del precio de los fletes en las rutas marítimas que conectan España con el sudeste asiático. El impacto de las fricciones en las cadenas de valor ha estado más dividido entre 2021 y 2022, si bien este último año supone el 55 por ciento del coste total. En el estudio se refleja también que un gran número de empresas de diversos sectores han trasladado a los precios de sus productos sus mayores costes energéticos, lo que se ha reflejado en un encarecimiento de las materias primas empleadas en los procesos de fabricación de fármacos. En su conjunto, el sobrecoste ligado al encarecimiento de las materias primas rondaría los 200 millones de euros en 2021 y los 400 millones para el conjunto de 2022.

Impacto sobre competitividad exterior y rentabilidad

El estudio de Afi avisa de que este impacto de la inflación puede afectar a la competitividad exterior de la industria farmacéutica española. El motivo es que cualquier variación de los costes de producción puede alterar la competitividad en precio de las exportaciones farmacéuticas españolas, ya que pueden haberse encarecido más que las de su competencia en los principales mercados de destino. La exportación de medicamentos es una de las grandes fortalezas del sector, ya que suponen más del 70 por ciento de las ventas de la industria farmacéutica española, siendo el medicamento el tercer producto más exportado en España. El informe refleja que en 2022, las exportaciones y las importaciones de productos farmacéuticos fueron 30 y 15 veces superiores, respectivamente, a las registradas en 1995, cuando en este mismo periodo el comercio agregado de España solo se ha quintuplicado.

En el informe también se recoge que muchas empresas farmacéuticas españolas no tienen el margen económico suficiente para asumir completamente esos sobrecostes. Concretamente, en 2021 supusieron 2,8 puntos porcentuales de la cifra de ventas de la industria farmacéutica en España en dicho año y los de 2022 representan el 5 por ciento de la facturación, con un claro impacto sobre los márgenes que afecta a la rentabilidad económica de las empresas y a su capacidad de invertir y de producir medicamentos en España. Según el análisis de Afi, esta situación va a afectar sobre todo a pequeñas y medianas compañías españolas, las cuales representan el 47 por ciento del valor de la producción del sector y emplean al 35 por ciento de los trabajadores del sector en nuestro país, según datos del Registro Mercantil.

Aunque el estudio cubre solo el periodo 2021-22, el episodio de sobrecostes continúa en el 2023. Además, en el 2024 se sumarán los efectos de segunda ronda, que se traducen en incrementos salariales derivados de la cláusula de garantía salarial del convenio colectivo de la industria química en torno al 12 por ciento. El ajuste salarial supondría un impacto medio en la industria farmacéutica del 2,3 por ciento de su cifra de negocio en 2024, y ello sin contar el impacto del incremento general de las cotizaciones a la Seguridad Social.


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