La patronal de la industria farmacéutica europea (Efpia) rechaza la creación de una tasa para impulsar “una plataforma pública europea para la I+D”, tal y como se propone en el informe sobre acceso a los medicamentos elaborado por la eurodiputada Soledad Cabezón. El sistema propuesto por el informe de la Comisión de Salud del Europarlamento propone impulsar la citada plataforma, que estaría financiada por una tasa que tendrían que abonar las compañías en función de sus ventas.
En este sentido, la patronal recuerda que sólo cada estado miembro tiene la capacidad de imponer este tipo de tasas, ya que son estos los encargados de adoptar las políticas relativas a precio y reembolso. Además, la Efpia explica que esta medida se puede considerar discriminatoria, basándose en varios artículos del Tratado de la Comisión Europea, así como la existencia de jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE). Esta respaldaría que la creación de este tipo de plataformas de I+D podrían ser consideradas acciones punitivas contra las compañías farmacéuticas que, al ser las propias financiadoras de esta plataforma, no se beneficiarían de la misma.
Lo cierto es que en España ya se aplica una tasa farmacéutica por volumen de ventas a las compañías. De hecho, en 2015 el propio Tribunal Constitucional respaldaba la imposición de esta tasa por parte del Estado, rechazando el recurso interpuesto por la patronal española, Farmaindustria.
El borrador del informe elaborado por Cabezón, y que se presentará el próximo 13 de octubre en la Organización Médica Colegial, asegura que los objetivos de la creación de esta plataforma a nivel europeo es el de promover un modelo de investigación biomédica orientado a las necesidades de los pacientes y “fomentar la responsabilidad social” en el sector farmacéutico. Dicha recomendación se complementaría con un llamamiento a la transparencia en los costes de la I+D.
Entre otras cosas, la publicación lamenta que las prioridades de investigación de la industria estén “más orientadas a los beneficios que a los pacientes”; y subraya que son “los intereses de la industria” los que están favoreciendo unos ensayos clínicos cada vez más cortos y unos procesos de acceso al mercado cada vez más rápidos; enfatizando que “la mayoría de los medicamentos no son ejemplos de innovación genuina”. De este modo, denuncia el “gran número de litigios enfocados a retrasar la entrada de genéricos”.
En lo referente a los precios de los fármacos, el borrador considera necesario clarificar en la legislación europea “qué constituye un abuso de posición dominante” en materia de precios. Además, anima tanto a la Comisión Europea, como al Consejo de la UE a explorar “nuevas medidas de control de precios”. En concreto, propone que se adopten adquisiciones conjuntas a través de la central de compras europea así como un ‘horizonte de exploración’. Se trataría de establecer un diálogo temprano con la industria, antes de la autorización del fármaco, para obtener información sobre la innovación y así poder fijar el precio.