s. calvo Leverkusen (Alemania) | viernes, 02 de marzo de 2018 h |

Brasil ya se ha sumado a la luz verde que emanan la mitad de las 30 autoridades que han aceptado la compra de Monsanto por parte de Bayer. El país latinoamericano es uno de los principales mercados agricultores del mundo y su afirmativa supone una ráfaga de aire fresco para materializar una transacción que se anunció hace ya casi dos años y que fija en unos 59.000 millones de euros el precio que estaría dispuesto a pagar Bayer por adquirir la compañía. El presidente del Consejo de Administración Werner Baumann era el encargado de recordar que “son unas 15 autoridades de todo el mundo las que ya han aprobado la compra”. Falta una de las más importantes: Bruselas.

La cautela de Europa

La Comisión Europea no esconde ciertas reticencias y alarga los plazos desde que este verano anunciara que abriría una investigación para comprobar si la transacción cumple con la legislación comunitaria o si podría, en algún caso, reducir la competencia en mercados como el de los pesticidas o las semillas. En el comunicado que lanzó Bruselas entonces se avisaba de que el resultado de esta operación sería la creación de la empresa más grande del mundo en este segmento del mercado y que por ello, prefería ser cauta. Bayer, por su parte, salta al terreno de juego confiada: “Estamos haciendo grandes progresos y seguimos trabajando con autoridades de todo el mundo”, apuntaba Baumann.

La compañía acaba de anunciar su intención de vender el negocio de semillas convencionales en una operación que aportaría financiación a la adquisición y que, de alguna forma, correlaciona ambas acciones. El negocio de semillas para la compañía alemana supone un 15 por ciento de la división Crop Science, mientras que el otro 85 por ciento corresponde a fitosanitarios y herbicidas. Además, Bayer vendió el año pasado un 36 por ciento de sus acciones en Covestro (antigua división Material Science dedicada a plásticos y materiales de altas prestaciones) y este enero vendió otro 10,4 por ciento. Solo maneja ahora una participación directa del 14,2 por ciento.