En un avance significativo para el tratamiento de la Enfermedad Renal Crónica (ERC) asociada a la diabetes tipo 2, el Ministerio de Sanidad ha aprobado la financiación de Kerendia (finerenona) en España. Esta aprobación marca una nueva era en la gestión de una afección que afecta a una parte considerable de la población y que tiene un impacto devastador tanto a nivel personal como para el sistema sanitario.
La carga de la ERC en España
Se estima que 1 de cada 7 españoles, padece algún grado de Enfermedad Renal Crónica (ERC). Esta prevalencia es aún más alarmante entre los pacientes diabéticos. Un tercio de ellos desarrolla algún tipo de enfermedad renal a lo largo de su vida. La ERC no solo reduce significativamente la esperanza de vida, sino que también impone un gran estrés emocional y psicológico, especialmente en las etapas avanzadas que requieren terapia renal sustitutiva. Por lo que, un abordaje multidisciplinar es crucial en el tratamiento del paciente. Al ser una enfermedad tan transversal se requiere de un abordaje coordinado entre especialistas para dotar al paciente de la mejor terapia posible y la mejor calidad de vida.
1 de cada 7 españoles, padece algún grado de Enfermedad Renal Crónica (ERC)
Además, el impacto económico de la ERC en el sistema de salud es considerable. Se estima que el coste anual por paciente en la fase más avanzada de la enfermedad supera los 16,000 euros, debido principalmente a la necesidad de hospitalizaciones frecuentes y diálisis. Este coste se ve incrementado en pacientes con diabetes tipo 2 (DM2), quienes ya enfrentan un riesgo elevado de complicaciones cardiovasculares.
Antagonista no esteroideo
Este nuevo tratamiento representa una innovación significativa en el tratamiento de la ERC asociada a la DM2. Kerendia es un antagonista no esteroideo y altamente selectivo del receptor de mineralocorticoides (RM). Este receptor, cuando está sobreactivado, contribuye a la progresión de la ERC y al daño cardiovascular, impulsado por factores metabólicos, hemodinámicos, inflamatorios y fibróticos.
El receptor de mineralocorticoides cuando está sobreactivado contribuye a la progresión de la ERC y al daño cardiovascular
“Finerenona puede suponer un importante cambio en el pronóstico de la enfermedad renal crónica asociada a diabetes mellitus tipo 2”, afirma José Luis Górriz, jefe del servicio de Nefrología del Hospital Clínico Universitario de Valencia. Además, añade que se trata de una nueva herramienta terapéutica que ha demostrado beneficio renal y cardiovascular en pacientes diabéticos con buen control metabólico y de hipertensión arterial y que contribuye a reducir el riesgo residual. No obstante, recalca que, para lograr estos beneficios, es esencial una coordinación estrecha entre nefrología, cardiología y endocrinología.
Por su parte, Alfonso Soto, médico adjunto en el servicio de Endocrinología del Complexo Hospitalario Universitario A Coruña, remarca la importancia de un manejo integral y temprano de los pacientes con ERC y DM2. Por ello, apuesta por un manejo integral del paciente para actuar precozmente desde la perspectiva cardiovascular y renal con una aproximación multidisciplinar. La reducción de eventos cardiovasculares en estos pacientes debe convertirse en una prioridad, pues suele ser la principal causa de mortalidad. “Finerenona podría ser una herramienta terapéutica clave para el manejo cardio-renal de nuestros pacientes”, asevera Soto.
Estrategias para la Detección y Tratamiento Temprano
Ana Cebrián, médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, enfatiza la necesidad de una detección precoz y un tratamiento temprano de la ERC en pacientes diabéticos: “Para el manejo de la ERC asociada a la DM2 es primordial activar en todas las dimensiones sanitarias la detección precoz, mediante la implementación masiva de la prueba del cociente albúmina creatinina en orina en todos los pacientes diabéticos desde el diagnóstico”. Además, subraya que la medicina de familia debe animarse a tratar a este paciente de manera temprana para evitar su progresión a estadios más avanzados y de mayor riesgo cardio-renal”.
“Estamos convencidos de que finerenona será la piedra angular de nuevos tratamientos en el área renal y cardiovascular”
Guido Senatore, director médico de Bayer
No en vano, Guido Senatore, director médico de Bayer en España, destaca el compromiso de la compañía con los pacientes renales: “Somos conscientes de las necesidades no cubiertas que tienen los pacientes renales, especialmente los que conviven con diabetes. Por ello, estamos orgullosos de poder poner a su disposición una terapia que ayude al manejo de su enfermedad y especialmente a la reducción del riesgo residual que presentan pese a estar ya tratados. Además, estamos convencidos de que finerenona será la piedra angular de nuevos tratamientos en el área renal y cardiovascular, con el potencial de mejorar la vida de aún más pacientes en el futuro”.
Evidencia Clínica y Futuro Prometedor
Kerendia ha demostrado su eficacia en el estudio FIDELIO-DKD de Fase III, obteniendo la autorización de comercialización de la Comisión Europea en febrero de 2022. Actualmente, el programa de estudios de Fase III con finerenona incluye investigaciones como FIGARO-DKD, FINEARTS-HF, FIND-CKD y FIONA, así como el estudio de Fase II CONFIDENCE. Con más de 13,000 pacientes participantes en todo el mundo, estos estudios evalúan el efecto de finerenona sobre los resultados renales y cardiovasculares.
Kerendia ha demostrado su eficacia en el estudio FIDELIO-DKD de Fase III, obteniendo la autorización de comercialización de la Comisión Europea en febrero de 2022
La ERC es una afección común y potencialmente mortal que a menudo no recibe la atención necesaria. Progresando de manera silenciosa, muchos síntomas no aparecen hasta que la enfermedad está muy avanzada. En pacientes con DM2, la ERC es una complicación frecuente y un factor de riesgo independiente de enfermedad cardiovascular. Hasta el 40 por ciento de todos los pacientes con diabetes tipo 2 desarrollan ERC, lo que resalta la necesidad urgente de tratamientos efectivos y estrategias de manejo integral.