Por tercer año consecutivo el ISPOR (International Society of Pharmacoeconomics and Outcomes Research) ha lanzado su ránking de tendencias en economía de la salud. En el informe de este año destacan que para elaborar la lista de 2020 han tenido muy en cuenta las tendencias observadas en los dos años anteriores. En esta nueva publicación, ha habido variaciones. Mientras que algunas tendencias han subido o bajado de posición, han aparecido algunas nuevas mientras que otras han dejado de formar parte de la lista.

Desde ISPOR señalan que seguirán analizando conferencias, jornadas y otros eventos durante el transcurso de este año para tratar de detectar las tendencias para 2021.

Real World Evidence

Son varios factores los que, según Ispor, han hecho que el Real World Evidence encabece esta lista, subiendo dos puestos respecto al año pasado. Uno de los principales es el potencial que ofrece a las agencias reguladoras a la hora de tomar decisiones. Utilizando los datos del RWE, también los pagadores y proveedores sanitarios pueden realizar análisis de coste-efectividad de las distintas terapias para medir su eficiencia.

Otro de los aspectos en los que se centra este punto es que, contar con Real World Evidence favorece aspectos como la transparencia. Con esta información, los agentes sanitarios cuentan con una herramienta sólida para la toma de decisiones.

Precio de los medicamentos

Mientras que el año pasado esta tendencia lideraba el ránking, este año ha perdido un puesto. Aun así, sigue siendo una de las que más interés genera. En este año, cabe destacar que la presión recae sobre los productores para que bajen el precio de los productos, sobre todo, en Estados Unidos. El ejemplo por antonomasia es el precio de las insulinas, que tanto debate ha generado en el país.

Pero a pesar del debate, no se ha producido mucho avance sobre el sistema de precios hasta el momento. Durante la última conferencia del ISPOR, uno de los temas centrales fue ver cómo las compañías biofarmacéuticas podían ofrecer el máximo retorno a la inversión sin comprometer el acceso de los pacientes a los medicamentos.

Terapias innovadoras

Esta tendencia es una de las que han aparecido en el ránking de 2020. En 2019, solo la FDA aprobó un total de 21 nuevos productos. De todos los productos aprobados, muchos han supuesto un gran avance en el abordaje de diferentes enfermedades. El problema es que sus altos precios dificultan el acceso de los pacientes a los mismos.

También cabe destacar que muchas de estas innovaciones son aplicables a grupos de población muy pequeños. Por ello, en algunos casos se han realizado estudios de coste-efectividad para ver de qué manera se puede actuar. Uno de los focos está puesto en analizar cómo abordan esta materia los diferentes países. La conclusión es que no hay una solución mágica al respecto, y que hay que abordar desde diferentes perspectivas la manera de equilibrar el beneficio clínico con el impacto económico.

Gasto general

Otra de las nuevas tendencias es el análisis del gasto global en salud. El motivo principal es que, en la actualidad, este está creciendo más rápidamente que el Producto Interior Bruto de los países, tal y como advertía la Organización Mundial de la Salud en 2016.

Sin embargo, uno de los puntos en que se centra ISPOR es en el dinero que se gasta y que se podría evitar. Por ejemplo, aquel que se destina a cuidado asistencial, coordinación, precios, o complejidad administrativa y que no se aprovecha. Por ello, desde la entidad se ofrecen a aportar evidencias para ver de qué manera se puede maximizar el uso de los recursos.

Sanidad universal

Esta tendencia ha bajado tres posiciones respecto al ránking de 2019. A pesar de esto, se sigue situando en el Top 5, lo que denota que sigue suscitando un gran interés. La OMS estima que al menos la mitad de la población mundial no tiene acceso a toda la cobertura que necesitan. Además, más de 800 millones de personas en todo el mundo gastan al menos el 10 por ciento de su presupuesto en materia de sanidad.

ISPOR destaca que todavía hay mucho que avanzar en este punto. La OMS sigue jugando un papel fundamental en este avance. De hecho, todos los países miembros de la Organización de Naciones Unidas se han comprometido a alcanzar la cobertura de sanidad universal para 2030.

Modelos de pago alternativos

Determinar el valor real de cada terapia es uno de los mayores retos sanitarios del momento. Las nuevas terapias prometen un alto beneficio a los pacientes, pero lo pagadores —tanto públicos como privados— tienen que determinar la manera de integrarlas sin que esto tenga un gran impacto en los sistemas sanitarios.

En este sentido, y teniendo en cuenta las características de las terapias innovadoras, se proponen varios modelos. Entre ellos se sitúan los modelos hipotecarios o los modelos de riesgo compartido.

Transparencia de precios

La falta de transparencia de precios tiene un gran impacto sobre los presupuestos de los sistemas sanitarios y los pacientes. Mientras que en la Unión Europea los precios varían en lugar del país, en Estados Unidos lo hacen en función del proveedor sanitario.

Por ello, tanto desde la UE como desde EEUU se ha hecho un llamamiento para crear una normativa con la que se regule esta transparencia.

Tecnologías digitales

La integración cada vez en más hogares de asistentes como Alexa o Google Home, son una muestra de que el futuro ya está aquí. Además, el sector sanitario ya está trabajando para incorporar estas tecnologías. Por ello, esta es una de las nuevas tendencias en la lista de 2020, más allá de otras concretas que tenían su lugar en la lista de 2019 como el big data.

Por ello, las tecnologías digitales fueron otro de los temas centrales en las jornadas del ISPOR en 2019. En concreto, la perspectiva desde que se abordó el tema fue la de ver qué impacto puede tener la digitalización de los sistemas sanitarios. También, las oportunidades que puede suponer en aspectos como la investigación y el aprendizaje.

Envejecimiento de la población

Una de las grandes caídas en el ránking es el envejecimiento de la población, que baja desde el cuarto puesto al noveno. De hecho, es tan acentuado este envejecimiento que ha surgido un nuevo concepto de grupo poblacional: el yold (‘young old’, lo que se traduciría como viejo joven). Este término haría referencia al rango de edades entre los 65 y los 75.

Y es que es necesario tener en cuenta que el envejecimiento de la población tiene una gran repercusión a varios niveles. Entre ellos, el incremento de los costes en salud, la falta de profesionales para atender a esta demanda, y la necesidad de atender a algunos de ellos a domicilio. Desde ISPOR se comprometen a identificar aquellos aspectos que pueden contribuir a mejorar la atención a la población de mayor edad.

Medicina de precisión

Aunque la caída es ligera, la medicina de precisión baja un puesto, situándose a la cola del ránking de tendencias. El mercado en medicina de precisión sigue en tendencia ascendente, debido a la creciente demanda de tratamientos personalizados y la innovación tecnológica que conlleva. Y aunque los registros de datos siguen en aumento, es necesario seguir alimentando las bases de datos para poder avanzar en la materia.

Uno de los retos en la materia es desarrollar un protocolo de buenas prácticas, de tal manera que ayuden a la hora de investigar y utilizar técnicas como la genómica. Desde ISPOR subrayan que la intersección del big data y la medicina de precisión es inevitable para que ambas sigan evolucionando.


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