En un contexto en el que el ecosistema de innovación no para de evolucionar y expandirse a medida que la industria farmacéutica se va adaptando a un complejo escenario de incertidumbre geopolítica, tecnológica y social, la inversión en investigación y desarrollo (I+D) de medicamentos es crucial. Por ello, la inversión de las compañías no deja de crecer y 2024 no ha sido una excepción.

Tras la recuperación pospandémica de 2023, los niveles de financiación de las grandes compañías han ido en aumento. Así, el nivel general de financiación en 2024 fue el tercero más alto de la última década, solo superado por los primeros años de la pandemia de COVID-19 de 2020 y 2021, y un segundo año consecutivo de financiación significativamente mayor, según revela el informe ‘Tendencias mundiales en I+D 2025‘ del Instituto IQVIA.

En concreto, excluyendo los máximos registrados en 2020 y 2021, la financiación alcanzó su máximo en 10 años con 102.000 millones de dólares (94.500 millones de euros) en 2024, un aumento considerable con respecto a 2023, con 71.000 millones de dólares (65.700 millones de euros).

Otro de los datos que arroja el informe es que el pasado año se cerraron más de 70 acuerdos internacionales de fusiones y adquisiciones o licencias con empresas con sede en China, la mayoría de los cuales implicaron la concesión de licencias o la adquisición por parte de una empresa estadounidense o europea.

En este sentido, las fusiones y adquisiciones en oncología representaron 9 de las 27 operaciones por encima de los 2.000 millones de dólares (1.800 millones de euros) en 2024, aunque la operación de fusiones y adquisiciones más grande estuvo relacionada con la capacidad de fabricación en el área de la obesidad. Además, los acuerdos sobre radiofármacos y terapias con ARN se han duplicado en los últimos cinco años.

Ensayos clínicos

Asimismo, el informe analiza la actividad de ensayos clínicos. IQVIA apunta que la proporción de moléculas pequeñas en los ensayos clínicos iniciados ha ido disminuyendo de forma constante durante la última década, observándose la caída más significativa en los ensayos de fase III, donde la proporción de moléculas pequeñas cayó del 65% en 2015 al 53% en 2024. Además, la participación de moléculas pequeñas también cayó durante el mismo período en la Fase II, pasando del 62% al 47%, y, en menor medida, en la Fase I, del 71% al 61%.

Por otro lado, el total de ensayos clínicos iniciados en 2024 se estabilizó con 5.318 ensayos. Esto refleja un retorno al nivel observado en 2019 tras una disminución en 2023, lo que indica la normalización de la actividad de ensayos tras la pandemia.

Por áreas terapéuticas, el proceso de desarrollo de tratamientos para la obesidad, desde la fase I hasta su comercialización, incluye actualmente 173 fármacos, siendo el GLP-1 y enfoques combinados los que representan la mayoría.

Además, los conjugados anticuerpos-fármacos (ADC), los anticuerpos multiespecíficos y las terapias celulares y génicas, crecieron hasta representar el 32% de los ensayos oncológicos iniciados en 2024, y los ensayos de terapia celular y génica se triplicaron en la última década, impulsados por CAR-T y otras inmunoterapias basadas en células.

En neurología, tres enfermedades —Alzheimer, depresión y Parkinson— registraron más de 200 nuevos ensayos clínicos en los últimos cinco años, mientras que los datos de 2024 mostraron una mayor actividad en etapas tempranas en las áreas adicionales de esclerosis lateral amiotrófica, esclerosis múltiple y distrofia muscular.

Incluso excluyendo los ensayos de COVID-19, el inicio de ensayos de enfermedades infecciosas continuó disminuyendo en 2024, lo que fue especialmente relevante en el caso de las infecciones bacterianas. Por ello, el informe subraya el “creciente riesgo asociado con la disminución de la innovación en terapias antimicrobianas”.

Nuevos lanzamientos

En paralelo al crecimiento de la financiación de I+D, destaca el incremento de innovación. Múltiples fármacos importantes de terapia celular y génica han alcanzado éxitos recientes, junto con nuevas opciones para indicaciones históricamente complejas. Eso sí, a pesar de estos avances, IQVIA recalca que mejorar la eficiencia de la I+D sigue siendo un objetivo importante para las empresas biofarmacéuticas y “existen importantes oportunidades para reducir los plazos de desarrollo de medicamentos y aumentar las probabilidades de éxito”.

Las empresas biofarmacéuticas emergentes originaron 41 (el 85%) de los 48 nuevos medicamentos en 2024 y lanzaron la mayoría de ellos, con un 63% de fármacos tanto originados como lanzados por empresas biofarmacéuticas emergentes. Entre los 48 fármacos lanzados en 2024, se encuentran 16 oncológicos, 8 neurológicos y 6 hematológicos.

Por otro lado, en 2024 se lanzaron a nivel mundial un total de 65 nuevas sustancias activas –superando el promedio de 63 lanzamientos de sustancias activas durante la última década–, lo que eleva el total de los últimos cinco años a 381 nuevas sustancias. Mientras que 110 de las nuevas sustancias activas lanzadas en Estados Unidos desde 2020 no están disponibles en Europa, solo 14 sustancias activas europeas no están disponibles en EEUU.

Los lanzamientos de sustancias activas el pasado año incluyeron 44 medicamentos de especialidad, 34 medicamentos huérfanos y 28 fármacos de primera clase. En este sentido, se desarrollaron 10 nuevos fármacos de primera clase en oncología, entre ellos dos terapias celulares y tres anticuerpos biespecíficos. Además, se han observado aumentos en el número de lanzamientos en las áreas de terapia gastrointestinal (6), endocrinología (7) y hematología (7).

Asimismo, en los últimos cinco años se ha observado un crecimiento en el número de nuevos lanzamientos en endocrinología, neurología y oncología, con 211 lanzamientos en comparación con los 117 del periodo 2015-2019. Y, en la última década, un total de 218 lanzamientos en oncología han incluido terapias celulares y génicas (19), así como modalidades innovadoras como conjugados anticuerpo-fármaco (13) y anticuerpos biespecíficos (12).


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