La era de la incertidumbre vivida a raíz de la pandemia ha dado paso a realidades más predecibles, como el predominio de la obesidad y otras grandes enfermedades, así como otra gama más amplia de novedades terapéuticas. Los medicamentos contra la obesidad ocupan un lugar destacado, impulsando un crecimiento global récord, aupando a Novo Nordisk y Eli Lilly a lo más alto de la clasificación de compañías y acaparando gran parte del top 10 de medicamentos para 2030. Así lo muestra un análisis llevado a cabo por Evaluate Pharma, que demuestra que la inversión en I+D es clave para el crecimiento sostenido de las grandes compañías.
La neurología y la oncología son áreas cuyos fármacos también figuran entre los diez primeros de 2030, mientras que el resurgimiento del sistema nervioso central (SNC) y el sistema respiratorio ocupan un lugar destacado entre los candidatos más valiosos, a medida que un motor de innovación impulsa los avances en todos los ámbitos. La oncología conserva su posición como el área terapéutica más valiosa en 2030, con más de 345.000 millones de euros en ventas previstas. Por su parte, el SNC ocupa el segundo puesto con una previsión de 154.831 millones de euros, mientras que endocrinología (obesidad y diabetes) completa el podio con 112.851 millones de euros en ventas.
Las nuevas modalidades y tecnologías siguen abriendo nuevas dianas y mecanismos de selección: se prevé que los conjugados anticuerpo-fármaco (ADC, por sus siglas en inglés), los anticuerpos multiespecíficos, las terapias basadas en el ARN, las terapias génicas y celulares y los radiofármacos experimenten un fuerte crecimiento hasta 2030. En el caso de los ADC, combinan la especificidad de los anticuerpos monoclonales con la potencia de los fármacos citotóxicos para crear una ‘quimioterapia de precisión’. La promesa científica es real y en la actualidad ya se han aprobado más de una docena en Estados Unidos. Uno de los ADC con más valor terapéutico es Enhertu (trastuzumab deruxtecan), desarrollado por la alianza Daiichi/AstraZeneca, y que recibió aprobación por parte de la Comisión Europea en agosto de 2022 para el tratamiento de pacientes adultos con cáncer de mama HER2 positivo no resecable y/o metastásico que han recibido uno o más regímenes previos anti-HER2, ampliando así su indicación en la UE para un uso más temprano en cáncer de mama metastásico HER2 positivo.
De hecho, el consenso de Evaluate Pharma estimó que el valor total de las fusiones, adquisiciones y alianzas centradas en los ADC se acercó a los 92.045 millones de euros en 2023, lo que supone más del triple que en 2022 y nueve veces más que en 2019. En 2023, Pfizer pagó 39.579 millones de euros por Seagen con el objetivo de reforzar su área oncológica, AbbVie desembolsó más de 9.204 millones de euros por ImmunoGen, pionera en ADC, mientras que MSD desembolsó 3.681 millones de euros a Daiichi Sankyo por una parte de tres de sus ADC. Pero la acción en este campo ha continuado en 2024, con el acuerdo en efectivo de 1.840 millones de euros de Johnson & Johnson por Ambrx Pharma y el acuerdo de licencia de Roche con MediLink Therapeutics en enero.
De cara al presente año, los desafíos sobre la expiración de patentes se mantienen y se espera que afecten a MSD, Johnson & Johnson y Bristol Myers Squibb (BMS) esta década. En lo relativo al gasto en I+D, según las previsiones, este crecerá a un ritmo más lento, por lo que “las fusiones y adquisiciones deberán desempeñar un papel importante en el impulso de las incipientes líneas de producción”.
Agonistas del GLP-1
Los agonistas del GLP-1 se desarrollaron para tratar la diabetes de tipo 2, pero, tras evaluarlos en ensayos clínicos, se descubrió que no sólo servían para controlar los niveles alterados de glucemia, sino que también eran eficaces para perder peso. Hace apenas dos años, las agencias reguladores aprobaron Wegovy (semaglutida, Novo Nordisk) tras demostrar que su administración subcutánea en adultos con sobrepeso u obesidad, sin diabetes, unido a una intervención en el estilo de vida se asociaba con una pérdida de peso media significativa, sostenida y clínicamente relevante del 14,9 por ciento. Se estima que el 86 por ciento de los participantes alcanzaban al menos un cinco por ciento de pérdida de peso.
Recientemente, la FDA y la EMA han aprobado Mounjaro (tirzepatida), un tratamiento desarrollado por Lilly para el control del peso en adultos con obesidad o sobrepeso con al menos una comorbilidad relacionada con el peso. Se trata del primer agonista del receptor del GIP y del GLP-1, de administración semanal. La inversión de Novo Nordisk muestra un claro repunte desde 2019, con un ligero aumento en 2022. La actividad de esta compañía siempre ha sido modesta, pero su gasto en I+D ha crecido más rápidamente desde 2019 gracias a Ozempic.
Inversión como prioridad
Pfizer es otro ejemplo de constancia. También en este caso puede apreciarse un repunte de la inversión, pero más tardío, ya que la compañía americana empleó las ganancias de su vacuna para la COVID-19 Comirnaty y su antiviral Paxlovid. Un enorme salto en el gasto en I+D a partir de 2021, y el cierre de su compra de Seagen por 43.000 millones de dólares en 2023, así como tres acuerdos el año anterior, mantuvieron su inversión en lo más alto del espectro de las grandes compañías farmacéuticas en 2022 y 2023.
Otras compañías como BMS y Takeda ejemplifican este enfoque, ya que muestran enormes saltos en la inversión en 2019 gracias a las adquisiciones de Celgene y Shire, respectivamente. “Esta no es necesariamente una estrategia peor: comprar en innovación puede funcionar muy bien y proporcionar un rápido impulso a la línea superior de una compañía si se hace bien”, admite el consenso de Evaluate.
El documento elaborado por Evaluate Pharma sostiene que una mirada a las prioridades de inversión ofrece una visión clara de hacia dónde se dirigen las compañías. Un gráfico, que considera el gasto total de cada grupo entre 2014 y 2023, muestra que Novo Nordisk y Roche dan prioridad a la I+D, destinando cada una más del 70 por ciento de su gasto total al desarrollo interno de medicamentos. Por su parte, Takeda y AbbVie han sido las compañías que más han apostado por las fusiones en la última década, destinando el 65 por ciento y el 64 por ciento, respectivamente, de su gasto total a la adquisición de biotecnológicas. La compra de Allergan por parte de esta última en 2020 fue su mayor operación. La concesión de licencias representa una proporción relativamente pequeña del gasto de esta cohorte. “La única compañía que destina más del 10 por ciento de su gasto total a acuerdos a nivel de producto es Amgen. Esto se debe en gran medida a una única transacción: su adquisición de los derechos mundiales del medicamento de Celgene para la psoriasis Otezla (apremilast) por 13.400 millones de dólares en 2019”, concluye el informe.