Actualmente, la industria farmacéutica elabora más del 95 por ciento de los medicamentos disponibles en todo el mundo. La industria tarda entre 10 y 12 años en desarrollar un nuevo medicamento o vacuna. La I+D de nuevos medicamentos requiere de una inversión de 2.500 millones de euros y siete millones de horas de trabajo. Estos son algunos de los datos que Farmaindustria en su espacio El valor del medicamento.

La patronal recuerda que muchas personas desconocen que por cada euro invertido en nuevos fármacos, el sistema público de salud ahorra entre 2 y 7 euros en otros servicios. También, que los nuevos fármacos son responsables de directos de hasta un 73 por ciento del aumento de la esperanza de vida; un 70 por ciento de la mejora de los índices de supervivencia en cáncer y el 47 por ciento de las muertes evitadas en enfermedades cardiovasculares.

Estos datos son los que arroja la evidencia científica y que se recogen en el informe El valor del medicamento desde una perspectiva social 2021; este ha sido realizado por la Fundación Weber con el apoyo de Farmaindustria. El informe, presentado en marzo, también muestra a través de diversos casos, el ahorro de costes directos e indirectos que generan los medicamentos; además, hace referencia a su impacto en los resultados en salud y calidad de vida, así como la contribución que la industria farmacéutica hace a la economía.

Papel de la industria en la innovación

En definitiva, la innovación biomédica genera un importante valor social, las autoridades deben tener en cuenta para seguir impulsándolo. Por ello, el medicamento no debe ser visto como un gasto sino como una inversión a medio y largo plazo para los sistemas sanitarios y la sociedad. La pandemia ha puesto de manifiesto, todavía más, que los medicamentos y vacunas son cruciales en el día a día, pero más a la hora de luchar contra emergencias sanitarias.

Además del coronavirus, otras patologías se benefician del efecto de los nuevos medicamentos. Ejemplo claro de ello son el cáncer, el VIH, la hepatitis C, la esclerosis múltiple o las enfermedades raras; en concreto en estos años, las áreas mencionadas son las que más beneficios en cuanto a supervivencia y calidad de vida han logrado gracias a los medicamentos.

Es importante recordar también que la gran parte de estos avances son posibles gracias a la industria farmacéutica. Se ha posicionado como uno de los principales sectores generadores de valor añadido, empleo de calidad y competitividad en las economías desarrolladas. Y es que, es un sector líder de la I+D, con más de 150.000 millones de euros de inversión anual en todo el mundo, con una tendencia creciente sostenida en los últimos 25 años. Observando los datos de España, el 19 por ciento de toda la inversión industrial en I+D procede la industria farmacéutica.

Por otra parte, es una fuente de empleo de calidad: indefinido, cualificado y diverso. En nuestro país, la industria farmacéutica da empleo directo a más de 42.000 personas, dos de cada tres con estudios superiores y un 52% mujeres. Y, por último, es un sector tractor para la economía: cada euro en producción genera entre 1 y 2 adicionales en otros sectores, y cada empleo directo genera hasta 4 indirectos e inducidos.


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