La rentabilidad de la inversión que se realiza por desarrollar un medicamento tan solo alcanza el 1,8 por ciento. Así lo indican los datos del estudio Ten years on. Measuring the return from pharmaceutical innovation 2019 realizado por Deloitte. Este informe evalúa anualmente desde hace diez años el rendimiento de la innovación en el sector biofarmacéutico a partir de la evolución del pipeline de productos en sus últimas fases de I+D de un grupo de 12 compañías farmacéuticas líderes de todo el mundo.
El informe publicado por Deloitte muestra una caída del 0,1 por ciento en 2019 en el retorno de la inversión. Desde 2010 la caída alcanza el 8,3 por ciento, año en el que el sector farmacéutico reflejaba una rentabilidad en I+D del 10,1 por ciento.
Jorge Bagán, socio responsable de la Industria de Life Science and Healthcare de Deloitte en España, asegura que “la reducción de ingresos por nueva molécula y el fuerte incremento de costes en el proceso de I+D son los principales motivos de esta evolución negativa del retorno de la inversión a lo largo de estos últimos diez años”.
Las ventas medias no llegan a los 400 millones
En este sentido, el informe señala que las ventas por activo se han reducido a más de la mitad a lo largo de la última década, pasando de los 816 millones de dólares en 2010, a los 376 millones en 2019. De hecho, la cifra de este último año cae por primera vez en estos diez años por debajo de la barrera de los 400 millones de dólares.
Las ventas por activo se han reducido a más de la mitad a lo largo de la última década
Asimismo, el coste medio de desarrollar y comercializar un nuevo medicamento ha aumentado cerca de un 70 por ciento desde 2010, alcanzando los 1.981 millones de dólares. Este dato representa un encarecimiento de 800 millones de dólares por fármaco desde el lanzamiento del primer estudio, cuando era de 1.188 millones de dólares.
El aumento de la productividad en I+D, el ajuste de costes de producción y comercialización de medicamentos, la extensión de los requisitos de los órganos regulatorios y los exigentes obstáculos de reembolso son algunos de los principales retos que impulsarán, en opinión de la consultora, la transformación de los modelos de I+D. Por ello, aseguran desde Deloitte, es vital que las farmacéuticas aprovechen las oportunidades que ofrecen la transformación digital y las nuevas tecnologías para adaptarse a las demandas del futuro de la salud.
Apostar por una mayor especialización
En este sentido, Bagán destaca que “existen diferentes vías de innovación para transformar los modelos de I+D en este sector, como la apuesta por una mayor especialización terapéutica, la colaboración entre compañías a través de fusiones y adquisiciones de start-ups o nuevos agentes, la implementación y uso de nuevas tecnologías que permitan acelerar y mejorar la eficacia de la actividad y los resultados, así como la disrupción en el diseño de los modelos operativos y de talento”.
Más especialización, colaboración e implementar nuevas tecnologías, clave la transformación del sector
Del mismo modo, el experto añade que “este proceso de transformación y adaptación será fundamental para seguir asegurando la mejora y la eficacia de nuestro sistema sanitario, así como para garantizar la sostenibilidad a largo plazo de uno de los sectores que lidera la inversión en I+D tanto en España, como a nivel global”.
Por último Bagán recuerda que “el entorno de presión presupuestaria en los sistemas públicos de salud y la complejidad creciente en el desarrollo de nuevos fármacos con resultados diferenciales son factores que complican –y complicarán– más si cabe la recuperación a futuro de la innovación”.