La combinación de diferentes tratamientos en el cáncer no es una novedad y aprovechando las sinergias entre diferentes fármacos, se busca potenciar sus efectos y lograr mejorar los resultados de los pacientes.
Sin embargo, estas combinaciones no siempre son efectivas y así se desprende de los resultados del estudio CheckMate 915, en el que se ha podido ver que, en el tratamiento adyuvante del melanoma de alto riesgo en estadio IIIA-D o en estadio IV resecado, el uso en monoterapia de nivolumab es “igual de eficaz que su combinación con ipilimumab y además presenta una toxicidad mucho menor”.
“En el contexto del tratamiento de la enfermedad metastásica se había visto que esta combinación de fármacos conseguía una mediana de supervivencia muy superior a la generada por el tratamiento con ant-PD1 en monoterapia”, explica Eva Muñoz-Couselo, investigadora del Grupo de Cáncer de Mama y Melanoma del Vall d’Hebron Instituto de Oncología (VHIO) y oncóloga médica del Hospital Vall d’Hebron.
“Esto hizo que se planteara la posibilidad de ver si esta combinación también era eficaz evitando la recurrencia en un contexto de adyuvancia”, afirma Muñoz-Couselo, que también es una de las autoras del artículo que se ha publicado en Journal of Clinical Oncology que recoge los datos del estudio CheckMate 915.1
La combinación no mejora la eficacia y tiene más toxicidad
En el ensayo CheckMate 915 participaron un total de 1.833 pacientes de melanoma resecado en estadio IIIB-D y estadio IV que fueron divididos en dos grupos. Uno de ellos recibió un tratamiento en monoterapia de nivolumab, un anticuerpo monoclonal anti-PD-1, mientras que el segundo recibió la combinación de nivolumab con ipilimumab, un anticuerpo anti CTLA-4.
Ambos fármacos habían demostrado su utilidad en el tratamiento del melanoma avanzado y los resultados del estudio CheckMate 067, presentados en ASCO de 2021, demostraban que su combinación conseguía aumentar de forma significativa la supervivencia de los pacientes.
En este nuevo ensayo el objetivo era ver si el uso de esta combinación conseguía “incrementar el tiempo de supervivencia libre de recurrencia, en un contexto de adyuvancia”. Sin embargo, los resultados obtenidos mostraron que no había una diferencia significativa entre los grupos, con cerca de un 64 por ciento de pacientes libres de recurrencia a los 24 meses de tratamiento.
Tratamiento combinado
“En cambio se vio también que en los pacientes que recibieron el tratamiento combinado hubo una mayor toxicidad, con hasta un 32,6 por ciento de pacientes que reportaron efectos adversos importantes, frente a tan solo un 12,8 por ciento entre los que se les administró la monoterapia de nivolumab”, explica Muñoz-Couselo.
A la vista de estos datos, los autores del estudio concluyen que el tratamiento con nivolumab en monoterapia es la mejor opción posible a día de hoy tras la cirugía de pacientes con melanoma de alto riesgo, y establecen la importancia de señalar como, al menos en el caso del melanoma, el contexto de la adyuvancia y el del tratamiento de la enfermedad metastásica son diferentes.
“También está la importancia de priorizar claramente un tratamiento eficaz y poco tóxico como es nivolumab en este contexto de adyuvancia, demostrando que el estándar definitivo de tratamiento ha de ser con un único fármaco anti-PD-1”, añade la investigadora del VHIO.