El Ministerio de Sanidad ha sido el lugar escogido para la presentación del Informe de Talento Femenino 2024, un estudio sobre la brecha de género en la sanidad española. Elaborado por Mujeres de la Sanidad, una iniciativa de Fundamed, apoyada por Gaceta Médica, y con el soporte distintas compañías y sociedades comprometidas con el talento femenino. El informe recoge datos sobre la presencia de mujeres que lideran servicios en hospitales de España y otros cargos de gestión sanitaria.
La inauguración del acto ha corrido a cargo de la ministra de Sanidad, Mónica García, que ha destacado la importancia de este documento diciendo que es “pionero” y que pone de relieve la existencia de la brecha de género en el mundo sanitario, una cuestión “crucial”.

Principal empleador
El informe, entre otros asuntos, señala que el sector sanitario es el principal empleador en España, por lo que es reseñable que un sector “claramente feminizado como es el sanitario, exista esta brecha de género, sobre todo en puestos de responsabilidad”, ha dicho la ministra. De hecho, según el informe un 70 por ciento de las especialistas son mujeres, sin embargo un 30% alcanzan las jefaturas de servicio hospitalarias.
Por su lado, la industria farmacéutica, es un sector referente en talento femenino, porque, tal y como ha destacado Ana Bosch, directora del Departamento Jurídico de Farmaindustria, “es la principal fuente de empleo estable, cualificado e igualitario”. “Somos un sector líder en cuanto a empleo femenino”, ha declarado.
Respecto al empleo de mujeres, la experta ha apuntado que los datos en el sector farmacéutico son “un aliciente para todo el sector económico”. “No solo hemos alcanzado la igualdad –estamos en un 56,1 por ciento–, sino que además esta tendencia es creciente”, ha indicado.
“Actualmente este sector, cuenta con 56.325 empleos directos, lo que supone un incremento de un 25 por ciento respecto a los datos de 2017”, ha expuesto Bosch. Sin embargo, ha señalado que lo más importante no es la cifra global, sino la “calidad del empleo”. En este sentido, ha destacado que el 96,9 por ciento de los empleos son contratos indefinidos y el 69,7 por ciento son graduados, doctorados o licenciados.
Asimismo, se prevé que las mujeres en Comités de Dirección alcancen un 46 por ciento a lo largo de este año, con respecto del 45,2 por ciento actual. Por otro lado, “el 25 por ciento de empresas asociadas a Farmaindustria están lideradas por mujeres”, ha expuesto Bosch. Este dato contrasta con los datos del IBEX-35, donde apenas hay presencia femenina en liderazgo, ya que la media de mujeres CEO y líderes en nuestro país es del 7,1 por ciento.
Por tanto, desde Farmaindustria se muestran “contentos” con esta situación, pero “no conformes”. “Tenemos que seguir avanzando y trabajando para garantizar esa igualdad real en todos los puestos”, ha recalcado Bosch.
Impulso del talento femenino
Según la ministra, aún “queda mucho por hacer, porque tenemos el diagnóstico del problema, pero hay que pensar en qué medidas tomar para cambiar esta situación”.
Las causas de esta brecha de género son sociales, culturales y estructurales, “pasa en las familias, en la política y, por supuesto, en el SNS”, ha señalado García, recordando que hay que poner en marcha medidas como la Ley de Igualdad de 2007, que ya pedía paridad en política y que actualmente está en funcionamiento. “En política cada vez somos más mujeres y eso se nota. El sector sanitario necesita también esa visión femenina desde las jefaturas, las gerencias y las direcciones de servicio”, ha apuntado.
En este sentido, mencionó términos eufemísticos como “techo de cristal” o “escaleras de cristal”, en referencia a “las barreras que tienen que superar para llegar a puestos de responsabilidad”. “Tenemos que acabar con la escalera de cristal y poner una escalera mecánica para que las mujeres lleguen arriba y así tengamos más referentes en altos cargos”, ha declarado la ministra.
De hecho, García ha señalado que determinados ámbitos se estén feminizando también es positivo, porque las mujeres “llegamos con unas exigencias, en las que ya no vamos a retroceder”.
En definitiva, según la ministra, “quedarse mirando si la situación cambia no ha funcionado hasta ahora”. “Debemos equilibrar la balanza para que llegue un día en que no tengamos ni que plantearnos esta lucha”, ha concluido.
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