La Federación Europea de Asociaciones de la Industria Farmacéutica (EFPIA, por sus siglas en inglés) y la Asociación de la Industria Europea del Autocuidado de la Salud (AESGP, por sus siglas en inglés), que representan a la industria farmacéutica humana en Europa, reconocen, con algunas reservas, la aprobación por el Consejo de la Unión Europea de la Directiva sobre el Tratamiento de las Aguas Residuales Urbanas (UWWTD). Aunque las asociaciones apoyan los objetivos generales de la UWWTD y están plenamente comprometidas a contribuir a su aplicación efectiva, eficiente y gestionable, “estamos extremadamente preocupados por su impacto negativo en el acceso de los pacientes a los medicamentos y en la competitividad global de nuestros sectores”, admiten a través de un comunicado.

“Creemos firmemente que la directiva no cumple plenamente los principios de la UE de proporcionalidad, no discriminación y quien contamina paga”, añaden. De este modo, consideran que la decisión arbitraria de elegir sólo dos sectores, el farmacéutico y el cosmético, para que paguen por la contaminación causada por otros “no incentiva el desarrollo de productos más ecológicos por parte de todos los contaminadores, lo que socava el Pacto Verde Europeo“.

Ambas organizaciones advierten que estas preocupaciones tienen eco en toda la Unión Europea, con 16 Estados miembro que han publicado declaraciones políticas con la aprobación del UWWTD. “Algunas declaraciones subrayan la necesidad de respetar plenamente el principio de quien contamina paga, mientras que otras muestran su preocupación por los costes de aplicación de la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), por el hecho de que solo dos sectores sean designados para financiar estos costes, y por el impacto no deseado en la disponibilidad y asequibilidad de los medicamentos”, argumentan. A continuación, confirman que “muchas declaraciones también piden a la Comisión Europea que lleve a cabo una evaluación de impacto urgente sobre la directiva que salió de las negociaciones a tres bandas, centrándose especialmente en el impacto sobre los medicamentos”.

Nuestras compañías y asociaciones nacionales se han comprometido a colaborar con los responsables políticos nacionales para garantizar que la directiva se aplique de forma justa, predecible y no discriminatoria, asegurando al mismo tiempo el acceso a los medicamentos”, admiten. Para lograr este objetivo, la EFPIA y la AESGP están dispuestas a trabajar con sus miembros mientras lideran el establecimiento de 27 Organizaciones de Responsabilidad del Productor junto con otras asociaciones industriales interesadas y en consulta con la Comisión, los Estados miembro y otras partes interesadas, incluidas las organizaciones de gestión del tratamiento del agua.

“Esperamos que todos los sectores que contribuyen a la presencia de microcontaminantes en el agua sean tenidos en cuenta a la hora de aplicar la directiva a escala nacional, para garantizar que el importante problema de la contaminación del agua se aborde de forma proporcionada y justa”, precisan. Del mismo modo, hacen un llamamiento a la UE y a las autoridades nacionales que trabajan en la aplicación de la UWWTD para garantizar la plena alineación con el compromiso de la UE con la competitividad y para trabajar en estrecha colaboración con la industria farmacéutica durante la transposición y aplicación de la UWWTD.

Nathalie Moll, directora general de la EFPIA, declara que “la industria farmacéutica apoya al 100% los objetivos de la Directiva para reducir la contaminación del agua“, a la vez que admite que “la forma en que Europa decida hacerlo debe ser proporcionada y justa”. “Sigue habiendo dudas sobre la legitimidad de una decisión por la que sólo dos sectores asumen la responsabilidad financiera de limpiar la totalidad de la microcontaminación social”, argumenta.

Por su parte, el director general de la AESGP, Jurate Svarcaite, confirma que “hacer todo lo posible por proteger el medio ambiente es una obligación social de la que todos somos responsables”. Sin embargo, alerta que “nos parece muy desproporcionado que la modernización de las depuradoras, así como su funcionamiento continuado, sean financiados únicamente por dos sectores”. “El texto legal sigue sin dar respuesta a una serie de cuestiones que pueden repercutir significativamente en los costes globales del sistema de RPE. Por lo tanto, es crucial que la industria farmacéutica tome la iniciativa en la aplicación del UWWTD, para que sea rentable, no discriminatorio y equitativo, al tiempo que garantice la disponibilidad y accesibilidad de tratamientos de calidad para la población”, concluye.


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