La industria farmacéutica británica se encuentra en una situación recesiva según el último informe de la Asociación de la Industria Farmacéutica Británica (ABPI) sobre investigación clínica. El informe “Rescate del acceso de los pacientes a los ensayos clínicos de la industria en el Reino Unido” muestra una reducción del 41 por ciento, entre 2017 y 2021, en el número de ensayos clínicos en el Reino Unido por año
Periodo 2017-2021
En este periodo de 4 años se ha seguido una tendencia clara de reducción del número de ensayos clínicos. El número de ensayos industriales de Fase III iniciados en UK se redujo en un 48 por ciento. Por ello, el Reino Unido ha descendido en los rankings mundiales de investigación clínica de última etapa. UK ha pasado del segundo al sexto puesto en los ensayos de fase II y del cuarto al décimo en los ensayos de fase III.
En cuanto al acceso de los pacientes a los ensayos clínicos de la industria en la Red de Investigación Clínica del Instituto Nacional para la Investigación de la Salud y la Atención (Nihr CRN) cayó un 44 por ciento. Estos datos muestran la peligrosa situación de la investigación clínica en el Reino Unido. Por consiguiente, esto supone una amenaza para los beneficios que aporta a los pacientes, a la economía del país y al NHS.
Por otro lado, el acceso de los pacientes a los tratamientos para enfermedades raras está cada vez más reducido. De hecho, se estima que 3,5 millones de personas viven con enfermedades raras en el Reino Unido. Por lo tanto, esta disminución de la actividad de los ensayos clínicos provoca una reducción significativa de los ensayos del NHS. Es más, se estima que, en el último año, 2020-21, la perdida de investigación en la industria durante la pandemia supuso un déficit de 447 millones de £.
Descenso de la actividad de los ensayos clínicos
Asimismo, el informe señaló que la configuración de estudios y los plazos de contratación del NHS están obligando a algunas compañías a realizar sus ensayos en otros países. En 2020, el tiempo promedio del Reino Unido entre la solicitud de aprobación regulatoria de un ensayo clínico y la entrega de la primera dosis fue de 247 días, 25 días más que lo registrado en 2018.
Esta situación esta dificultando notablemente el acceso, tanto de pacientes como de médicos, a investigaciones de vanguardia. Además, está generando que las empresas revisen su personal de investigación en el Reino Unido y corren el riesgo de sufrir daños inminentes en futuras inversiones en UK.
En este sentido, Richard Torbett, director ejecutivo de la ABPI aseguró que: “la pandemia de Covid-19 ha acelerado el declive en la investigación clínica de la industria en etapa avanzada en el Reino Unido. Esto debería hacer sonar las alarmas en el NHS y en Whitehall. Los líderes de la salud y los formuladores de políticas buscan mejorar la atención al paciente y lograr un crecimiento económico a largo plazo “Revertir esta tendencia requerirá una estrecha colaboración entre la industria y el gobierno, el NHS y nuestros socios del sistema. Es esencial que abordemos los desafíos urgentes que enfrenta la industria de las ciencias de la vida para evitar que el Reino Unido se quede más atrás que sus competidores globales”, ha sentenciado Torbett.