Este viernes 31 de enero se materializará el Brexit. Más de tres años después de que los ciudadanos ingleses decidieran en las urnas que querían que Reino Unido se separara de la Unión Europea, la salida se va a hacer realidad.
El Parlamento Europeo aprobaba este miércoles el acuerdo de salida de Reino Unido, con 621 votos a favor, 49 en contra y 13 abstenciones. Y es que, aunque muchos eurodiputados habían manifestado su rechazo al Brexit, creen que la salida con acuerdo es la mejor opción en este momento. La sesión en el europarlamento se cerró con la mayoría de eurodiputados en pie cantando el Auld Lang Syne, canción tradicional escocesa, a modo de despedida (como captaba The Telegraph).
La pregunta tras certificar que Reino Unido dejará de formar parte de Europa este viernes para la industria farmacéutica es clara: y ahora, ¿qué?. La interrogación surge puesto que Unión Europea y Reino Unido bebían uno de otro en el sector del life science. Por ello, varias entidades se han manifestado al respecto. Para el sistema sanitario británico (NHS), la prioridad es asegurar la continuidad en el suministro y evitar así problemas de salud pública.
La EMA y el mercado único
Una vez se conoció el anuncio de Brexit, la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés) llamó a las empresas a prepararse para el Brexit. Desde la EMA elaboraron un plan de continuidad para garantizar la operatividad de la agencia en este período, priorizando las acciones más importantes.
Entre las medidas propuestas por la EMA, destacan tres. En primer lugar, los Estados miembro de la UE y la EMA redistribuyeron la cartera de medicamentos del Reino Unido a otros Estados miembros de la UE. Esto se tradujo en la transferencia de más de 370 productos autorizados centralmente a los relatores y co-relatores de la Unión, Islandia y Noruega.
Otro de los aspectos importantes del plan es evitar los desabastecimientos una vez se efectúe el Brexit. Para ello emitieron un documento con las principales preguntas y respuestas que pueden surgir. Este también contiene las acciones que tomarán la EMA, la Comisión Europea y las autoridades de cada Estado miembro para prevenir la posible escasez de suministros.
Por último, atienden a una revisión de la estructura organizacional para ser más eficientes tras el Brexit. Una de las claves es la reorganización de los grupos de trabajo. Estos se tendrán que centrar en la transformación de negocios digitales, el análisis de datos y métodos, la regulación de ciencia e innovación y los ensayos clínicos.
La ABPI y las reformas migratorias
Desde la Asociación Británica de la Industria Farmacéutica (ABPI) apuestan por una reforma migratoria que tenga en cuenta al sector de life science. En esta línea, la principal demanda es que se cree un sistema de inmigración transparente y que permita el acceso al talento global.
Para ello, piden que cambie la normativa de cara a que las empresas puedan contratar y trasladar a personas cualificadas en pos de los intereses de la industria farmacéutica. “El Gobierno ha establecido su ambición de hacer del Reino Unido un centro global para las ciencias de la vida” asegura Andrew Croydon, director de Skills & Education Policy en la ABPI. A este respecto añade que “el Comité Asesor de Migración reconoce claramente la importancia de los trabajos científicos en un potencial sistema de inmigración basado en puntos”.
Por estos motivos, Croydon expone que esperan “trabajar con el Gobierno en las políticas y normas que nos permitirán contratar a personas capacitadas vitales para el éxito continuo de la ciencia e innovación británica”.
Liderazgo en investigación básica
Reino Unido tiene un gran potencial a nivel de investigación. Desde Brain Tumor Research, organización sin ánimo de lucro, subrayan que Reino Unido es líder a nivel europeo en investigación clínica en etapa inicial.
Esta ruptura también plantea múltiples preguntas a organizaciones como Brain Tumor Research, puesto que trabajan estrechamente con el Parlamento Británico. Desde la entidad destacan que este proceso, sobre todo, genera una gran incertidumbre a diferentes niveles. Uno de ellos es el de la financiación. Y esta ha provocado una caída de la participación anual del Reino Unido en la financiación científica de la UE, con menos solicitudes de investigación presentadas y menos científicos llegando al Reino Unido.
Desde Brain Tumor Research destacan que Reino Unido ocupa la primera posición en Europa en ensayos en fases iniciales. En cifras, el país cuenta con 147 ensayos clínicos de fase I y 253 en fase II que comenzaron en 2017. En ensayos clínicos en fases más avanzadas, Reino unido ocupa la tercera posición -tras Alemania y España- con un total de 243. El área en que más ensayos acumula es la de oncología.
La entidad muestra su preocupación porque, según un informe de la ABPI, para seguir en buena posición en materia de ensayos, requerirá una mayor inversión y formación sólida de investigadores. Por ello, Brain Tumor Research está haciendo campaña para garantizar que las políticas gubernamentales apoyen la ciencia y la investigación del Reino Unido. Otro de los objetivos de esta campaña es mantener la posición del Reino Unido como líder mundial en el desarrollo de medicamentos.
Noticias relacionadas: