Aproximadamente el 15 por ciento de los pacientes con cáncer de pulmón no microcítico (CPNM) presenta una mutación EGFR, siendo además esta una de las mutaciones driver más frecuentes en la neoplasia. Por ello, un gran número de las terapias innovadoras que se han desarrollado en los últimos años se dirigen a esta diana terapéutica.

En ESMO 2023 se han presentado datos de tres estudios que evalúan el uso de amivantamab, anticuerpo biespecífico desarrollado por Janssen, en estos pacientes, explorando diferentes combinaciones y líneas.

El primero de ellos es MARIPOSA, que evalúa el uso de la combinación de amivantamab junto a lazertinib en primera línea frente a osimertinib y frente a lazertinib en monoterapiaJavier de Castro, jefe de Sección de Oncología Médica en el Hospital Universitario La Paz explica que la combinación que contiene amivantamab “tiene resultados en supervivencia libre de progresión (SLP) muy positivos, lo que demuestra que se postula como una alternativa de tratamiento a osimertinib en monoterapia”. En concreto, en este estudio se ha demostrado que esta combinación reduce un 30 por ciento la progresión de la enfermedad o muerte en comparación con el tratamiento estándar. De Castro detalla que, con la suma de amivantamab y lazertinib “el control de la enfermedad alcanza los 26 meses, lo que es positivo teniendo en cuenta que con el tratamiento estándar esta mediana de supervivencia era de alrededor de 17 meses”.

Por otra parte, MARIPOSA-2, también en Fase III, estudia la eficacia y seguridad de amivantamab (con o sin lazertinib) y quimioterapia que habían progresado durante o tras el tratamiento con osimertinib. “De nuevo, los brazos de estudio que contienen amivantamab demuestran un mayor control de la enfermedad”, explica De Castro. De los datos del estudio se extrae que, en combinación con quimioterapia, amivantamab muestra una reducción de la progresión de la enfermedad o muerte en más del 50 por ciento de los pacientes. De Castro añade que “parece que esta combinación demuestra beneficio en los pacientes independientemente de si padecen o no afectación cerebral, que es una de las localizaciones donde más se produce metástasis y en quienes puede tener menos eficacia el tratamiento quimioterapéutico en monoterapia”. Respecto al uso de esta combinación, el oncólogo precisa que si se siguen obteniendo datos positivos “puede postularse a ser un nuevo estándar de tratamiento, valorando en cada paciente su estado, el tipo de enfermedad que tiene y observando si hay afectación cerebral, para ver cuál es la mejor opción terapéutica en cada caso”.

También en CPNM, pero en este caso en pacientes con mutación de inserción en el exón 20 del EGFR se ha evaluado el uso de amivantamab combinado con quimioterapia en comparación con quimioterapia sola en el estudio PAPILLON. Como desarrolla De Castro, “a día de hoy, el tratamiento estándar en estos pacientes suele ser con quimioterapia a no ser que entren en programas de ensayos clínicos, y los datos de este estudio son muy significativos”. Y es que, los resultados reflejan que la suma de amivantamab al agente quimioterapéutico logra una reducción del 60 por ciento en el riesgo de progresión de la enfermedad o fallecimiento. El experto llama a tener en cuenta las posibles toxicidades derivadas de la suma de los dos tratamientos, aunque “con la calidad y duración de la respuesta que muestran los datos, podría ser interesante como primera opción de tratamiento”. “A dos años, parece que el número de supervivientes asciende al 72 por ciento mientras que con quimioterapia era del 18 por ciento, aunque los datos son todavía inmaduros”, señala.

En definitiva, De Castro concluye que con los datos de estos tres estudios presentados en ESMO “amivantamab supone uno de los grandes avances farmacológicos para estos pacientes, con combinaciones que claramente demuestran una mejora en eficacia”.

Tumores genitourinarios

Además de los buenos resultados en pulmón, Janssen ha presentado un total de 19 estudios en ESMO, la cifra más alta en la historia de la compañía, entre los que se incluyen nueve presentaciones orales (siendo siete de ellas Late Breaking Abstracts) y con tres estudios en sesión presidencial. En este sentido, también destacan los hallazgos en tumores genitourinarios.

Así, se han comunicado datos de tres estudios relativos al cáncer de vejiga. En el estudio THOR, en Fase II, se han observado tasas de supervivencia libre de recurrencia mayores en pacientes con cáncer de vejiga no músculo-invasivo de alto riesgo con alteraciones seleccionadas en el receptor FGFR, tratados con erdafitinib, frente al tratamiento estándar con quimioterapia. Los datos revelan que un 77 por ciento de pacientes con cáncer de vejiga no músculo-invasivo de alto riesgo que no responden al Bacilo de Calmette-Guérin muestran una tasa de respuesta completa y mantenida durante un año en el estudio SUNRISE, en Fase IIb, con TAR-200, dispositivo de liberación mantenida de gemcitabina. Además, los primeros resultados del dispositivo de administración intravesical liberador de erdafitinib (TAR-210) muestran evidencia temprana de actividad clínica positiva en el tratamiento de pacientes con cáncer de vejiga no músculo-invasivo con alteraciones seleccionadas en FGFR.

Por otra parte, el análisis final multivariante del estudio Fase III MAGNITUDE ha demostrado una mejora de la supervivencia global en pacientes con cáncer de próstata resistente a la castración metastásico con alteraciones en BRCA tratados con niraparib y acetato de abiraterona más prednisona/prednisolona. Esta combinación mostró además una mejora clínicamente relevante en comparación con el tratamiento de referencia en el tiempo hasta la progresión sintomática y el tiempo hasta el uso de quimioterapia.


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