La experiencia y unas instalaciones bien preparadas han compuesto un tándem innovador y pionero en Europa: el Centro Europeo de Excelencia de Investigación en Vacunas de Valencia, que albergará una unidad de ensayos clínicos en fase I. Este proyecto acaba de ver la luz tras la colaboración de la Fundación Investigación Clínico de Valencia (Incliva), que ofrece su amplia experiencia en unidades de fase I con fármacos oncológicos, con el Centro Superior de Investigación de la Salud Pública (Csisp), que aporta sus veinte años de trabajos con vacunas con el fin de desarrollar nuevas vacunas propias de la Comunidad Valenciana.
Javier Díez, responsable de esta nueva unidad de ensayos clínicos, aseguró que esta iniciativa es “muy novedosa porque no existe en España ni en Europa una unidad de ensayos clínicos de fase I exclusivamente para vacunas”. Además, esta apuesta “será un hito importante”, resaltó Díez, quien considera que este “proyecto estrella” del Csisp será “un polo importante de atracción de inversiones porque lo que vamos a aportar es una superespecialización en vacunas”.
Para esta aventura que nace en Valencia, la colaboración de las grandes compañías farmacéuticas es clave. “Hoy en día hacer estudios de fase I sin la industria es completamente imposible porque los requerimientos económicos que se necesitan son tan grandes que no hay otro tipo de entidad que pueda llevarla a cabo”, puntualizó Díez. De hecho, el Csisp ya colaboró en varios proyectos con diferentes compañías, entre los que destacan Novartis y Pfizer. Ambas empresas emprendieron estudios para una vacuna del meningococo B, estando la compañía suiza a expensas de la aprobación de la EMA para su comercialización y la compañía americana en fase III. Basilio Hernández, responsable médico del Área de Vacunas de Novartis, señaló que “el trabajo conjunto con los investigadores del centro de Valencia fue muy satisfactorio”, circunstancia que abre la puerta a futuras colaboraciones público-privadas.
El equipo de trabajo lleva un año trabajando en el montaje de esta unidad, que arrancará a finales de año con el primer ensayo clínico para una nueva vacuna contra la meningitis. Tras haber firmado una colaboración con una multinacional farmacéutica para el desarrollo, la prioridad ahora se centra en la búsqueda de voluntarios. “Los ensayos en fase I se hacen en personas sanas que tienen que pasar todo el día en observación, por lo que se paga como una jornada laboral”, explicó Díez, quien hizo hincapié en que los únicos requisitos son ser mayores de edad y no padecer ninguna enfermedad crónica. Para el inicio de los primeros ensayos necesitarán encontrar a cien personas, por lo que han habilitado una página web (www.ensayosvacunas.com) para que los interesados se inscriban.
Los primeros resultados llegarán a comienzos de 2013, “entre enero y febrero si las cosas salen como pensamos”, comentó Díez, y la perspectiva temporal para que la vacuna llegue al mercado tras pasar las pertinentes fases II y III, y la posterior aprobación de las autoridades es de entre cinco y diez años. El centro valenciano es el primer eslabón de una cadena que terminará arrojando más luz al campo de las vacunas.