Yolanda Martínez. Doctora en Periodismo y profesora de la UCM
Cada otoño, cualquiera que se acerque a los grandes números del Estado tendrá la sensación que cuadran las magras cifras. No se trata del cuento de la lechera, se trata de un caso de realidad virtual o quinta dimensión. Las partidas destinadas a Investigación en los Presupuestos Generales del Estado han sufrido un drástico recorte, en contra de todo lo que hacen el resto de países industrializados como fórmula para salir reforzados de la crisis económica. Esta circunstancia ha sido negada hasta la saciedad por la ministra Cristina Garmendia, a pesar de la imposibilidad de tapar el agujero abierto, a base de una batería de desmentidos oficiales.
En el caso de las universidades madrileñas y del personal sanitario de la Comunidad de Madrid se sigue un recorrido análogo. El Proyecto de Ley de Presupuestos de la CAM rebaja en un 3,8 por ciento respecto a 2009 los recursos destinados a las seis universidades públicas. Además, decrecen por encima de la media del presupuesto global, que baja un 2,3 por ciento. Los mayores daños se generaran a la partida destinada a inversiones, lo que muestra una escasa voluntad por expandir y proyectar la labor de los investigadores.
También los hospitales van a tener que adelgazar. Se han creado más, con mayor población atendida, pero eso no se traduce en más contrataciones. Los Presupuestos para 2010 reducen los profesionales sanitarios: el pasado año la cifra se situaba en 53.481, en 2010 el número se reduce en 889. La pérdida de personal afectara a 26 de los 32 hospitales gestionados por la comunidad.
Otros capítulos en los que se han registrado dificultades financieras adicionales. La aplicación de la Ley de la Dependencia. Madrid no cumple con los plazos en los que los familiares deben percibir las ayudas por las personas a su cargo. Tampoco hay que olvidarse el desfase que existe para realizar el pago a las oficinas de farmacia madrileñas, que en el anterior ejercicio gravó sus cuentas. Por ello, debería hacerse un esfuerzo por parte de las autoridades para realizar planes viables y que tengan un respaldo financiero detrás garantizado.
En los temas relacionados con la protección de la salud se deben aparcar imágenes propagandísticas para que casen las cifras y la realidad. Porque yo, desde la segunda rueda de prensa sobre Presupuestos Generales que tuve que cubrir, me di cuenta que para escribir la noticia no necesitaba una calculadora y cuadrar las cuentas, sino tan solo tener fe. De otro modo no se pueden entender las cuentas públicas.