Las drogas han irrumpido en las cenas de Navidad de empresa
| 2008-12-14T18:01:00+01:00 h |

Yolanda Martínez Doctora en Periodismo y profesora de la UCM

La cena de Navidad de empresa puede ser la puerta de acceso al consumo de drogas. Hasta hace poco, se asociaba a empachos e intoxicaciones etílicas. Ahora, junto a la recomendación de buscar antiácidos, habrá que alertar del peligro de estos ‘coqueteos’.

El 40 por ciento de trabajadores reconoce haber consumido cocaína en las cenas de Navidad, según un estudio del Observatorio Valenciano sobre Drogodependencias. Parece que es un ‘atractivo’ de las cenas navideñas: la mitad de los participantes en la encuesta (un total de 444) la consumieron. Y el empacho de psicotropos en las reuniones gastronómicas se compadece con las tendencias señaladas por el Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicomanías, que ha presentado en el Parlamento Europeo su informe anual. Casi 8.000 personas mueren cada año en la UE. El cannabis, la cocaína y las anfetaminas, encabezan este tipo de consumo, sustancias que se pueden adquirir por Internet.

Es escalofriante comprobar que el estudio analizó 25 tiendas on line en las que se ofertaban más de 200 productos psicotrópicos. Entre los tipos de sustancias más demandadas figura el cannabis, consumida a diario cuatro millones de europeos, y la cocaína, probada, en al menos una ocasión, por el 4 por ciento. Anfetaminas, éxtasis y LSD se sitúan en la tercera posición. Once millones de europeos reconocen haber ingerido anfetaminas, mientras 9,5 millones confiesan haber probado el éxtasis.

La Declaración Universal de los Derechos Humanos reconoce el derecho a la salud de los ciudadanos de todo el mundo, pero tenemos atravesada esa asignatura y no la aprobamos. Según un informe de The Lancet, en muchos países el derecho a la salud es sólo “una frase apropiada y no un verdadero derecho”.

Según los indicadores sanitarios elaborados para comprobar el grado de seguimiento de lo establecido en la Declaración, el resultado de su aplicación real es “desolador”.

Se pone de manifiesto la carencia de información fiable para muchos de estos indicadores en gran parte de los países analizados, entre ellos España. Quizá lo más preocupante sea que aunque tengamos indicadores, tal y como muestra la encuesta sobre el inicio en el consumo de drogas en época navideñas, tampoco sabemos qué hacer.