Tratamientos subcutáneos y orales se unen a los inhalatorios para tratar el asma
La terapia de mantenimiento necesaria en pacientes con asma persistente leve
carolina gamazo
Madrid
El asma es todavía una enfermedad infradiagnosticada e infratratada, tal y como asegura el jefe de Servicio de Neumología del Hospital Universitario de la Princesa, Julio Ancochea. Sin embargo, los medicamentos para tratar esta patología expanden sus horizontes y, si hasta el momento la vía inhalatoria era el único recurso para quienes padecen de dificultades en la respiración, en la actualidad han surgido nuevos fármacos que se administran también por vía oral y subcutánea.
Pero el grupo de medicamentos de mayor eficacia y representación es aún el de los que se suministran por vía inhalatoria. En este punto, podemos diferenciar entre las terapias de mantenimiento, que son antiinflamatorios, como los corticoides inhalados y antileucotrienos; y los broncodilatadores de acción prologada, que pueden administrarse como terapia combinada en un único dispositivo inhalatorio.
Por otro lado, tal y como explica Ancochea, existe la medicación de alivio o rescate: los broncodilatadorse de acción rápida, aunque “su uso debe ser limitado si existe un control de la enfermedad”, apunta este especialista. Estos tratamientos resultan eficaces en un 95 por ciento de los casos, siempre que se “utilicen correctamente, con las dosis y combinaciones adecuadas en cada caso”. En cuanto a una terapia adecuada, Ancochea explica que el tratamiento de mantenimiento debe iniciarse precozmente en el asma persistente leve, es decir, en aquellos pacientes que presentan más de dos días a la semana algún síntoma aislado como tos, opresión o sensación de falta de aire.
Sin embargo, aunque el tratamiento principal sean los corticoides inhalados, también existen fármacos “que pueden administrarse por vía oral, como los antagonistas de los cisteinil-leucotrienos o subcutánea, como el AcM AntiLgE Omalizumab”, explica este especialista en Neumología. El tratamiento más novedoso en el abordaje del asma es AcMantilgE, aunque, según concreta Ancochea, sólo debe tratarse en un grupo muy seleccionado de pacientes.
En cuanto a la vía inhalatoria, las novedades se presentan en la comercialización de un nuevo dispositivo presurizado (sistema Modulite) “para la administración de fomoterol asociado a una beclometasa modificada que proporciona una partícula más fina, lo que favorece el depósito a nivel de la vía aérea”, agrega Ancochea.
De hecho, el tamaño de la partícula del principio activo tiene una gran relación con la eficacia del medicamento, ya que en función del tamaño de la partícula, el fármaco llegará a distintos lugares en el árbol bronquial.
En este sentido, según Ancochea, “lo que guarda una relación directa con el efecto terapéutico que se pretende conseguir”. Y es que, según agrega, en último término, más que mejorar los tratamientos se debería mejorar la educación e información que reciben los pacientes.