J. R-T. Madrid | jueves, 05 de diciembre de 2013 h |

Sin ser la panacea para un sector que necesita la apuesta decidida de la Administración para desarrollarse y convertirse en un pilar fundamental de un futuro tejido industrial, la innovación ha encontrado en 2013 tres iniciativas que facilitan su camino. A lo largo del presente año, que augura los estertores de la crisis según datos macroeconómicos, el Gobierno ha escuchado al sector farmacéutico innovador y ha impulsado la Ley de Emprendedores y el Plan Profarma, en el que se incluyen varios incentivos fiscales. De igual forma, ha recuperado la tendencia alcista en los presupuestos de I+D+i, que sin llegar a niveles previos a la crisis, permite un pequeño respiro para las compañías de este sector.

De hecho, desde el punto de vista presupuestario, la partida de gasto destinada a las actividades de investigación, desarrollo e innovación aumentará respecto a los presupuestos de 2013 en 214 millones de euros, un 3,6 por ciento, alcanzando los 6.146 millones. Del dato general, lo más relevante es que la mayor subida corresponde al apartado no financiero, es decir, subvenciones y ayudas directas, que contará con 145 millones de euros más, hasta alcanzar los 2.413 millones para el próximo ejercicio.

A pesar de este cambio de tendencia, y como reconoció la propia secretaria de Estado de I+D, los presupuestos no cubren todas las necesidades de la innovación. En este sentido, Javier Urzay, subdirector general de Farmaindustria, destacó que siempre existen aspectos positivos entre los negativos. “Esta falta de financiación potenciará indirectamente la colaboración entre la Administración Pública y las entidades privadas, ya que los centros de investigación necesitarán financiación”, dijo. Asimismo, desde Asebio se explicó que era cierto que “el sector empresarial español debe acelerar su apuesta por la inversión en I+D y superar con creces a la inversión pública, pero para ello, necesitamos un entorno favorable”.

Por su parte, el Plan Profarma 2013-2016 ha sido acogido con muy buenos por el sector farmacéutico. Desde Farmaindustria, Urzay recalcó que “abrir la posibilidad de que se presenten más empresas es una de las cosas más destacables de esta edición”. En este sentido, Profarma permitirá, como novedad, el hecho de que puedan entrar a ser valoradas compañías sin planta de producción en España si realizan actividades de I+D.

En cuanto a la definición de los tres grupos existentes para enmarcar la las empresas (A, B y C) “una de las novedades es la posibilidad de que tanto las compañías de los grupos B y C puedan ser también clasificadas y optar a los descuentos que antes eran exclusivos del A”, señaló Urzay. De igual forma, desde Asebio también se asegura que el trabajo mantenido con el ministerio de Industria, Sanidad y Economía ha dado buenos frutos. “La valoración de la aplicación de la biotecnología en la I+D y producción farmacéutica, la evaluación de la realización de ensayos clínicos en España, particularmente en las fases más tempranas, y los gastos en I+D+i son los grandes avances”, explicaron.

En cuanto a la Ley de Emprendedores, el sector innovador está de enhorabuena tras su aprobación el pasado 19 de septiembre. Así lo aseguran desde Asebio, a pesar de que reconocen que no han sido atendidas el cien por cien de sus peticiones. “Es un paso importante para un mayor reconocimiento de los emprendedores, y sobre todo, para la implantación de una medida que reclamamos desde 2003: el anticipo de los créditos fiscales generados por la deducciones asociadas al gasto en I+D para empresas que todavía no tienen cuotas positivas en el impuesto de sociedades”, manifestaron.

Además de estas tres medidas, desde Farmaindustria se recuerda que hay una cuarta medida que aún no ha visto la luz pero está en fase de desarrollo: la legislación sobre ensayos clínicos. Sobre este particular, Urzay recordó la importancia “de acortar los plazos y simplificar procesos actuales para ganar competitividad”.