Juan Nieto Madrid | viernes, 10 de febrero de 2012 h |

Ni uno. Ni dos. Tres fueron las candidaturas que llegaron el pasado 8 de febrero a la sede de la patronal española de la distribución de medicamentos y productos farmacéuticos, Fedifar, para optar a hacerse cargo de la presidencia de la misma a partir del próximo 16 de febrero, cuando está convocada la asamblea de la que debería salir el sustituto del actual máximo responsable de la patronal, Antonio Mingorance. Así, a la ya conocida del presidente de Federació Farmacèutica y candidato de la asociación Asecofarma, Lluís Barenys, se unieron las candidaturas del presidente de Hefame, Antonio Abril, y la del presidente de la Cooperativa Farmacéutica de Talavera (Cofarta), Paulino Estrada. Esta situación, el que se hayan presentado tres candidaturas, impedirá en un principio que alguno de los candidatos obtenga los dos tercios (21) de los apoyos de los 31 representantes con derecho a voto en la asamblea.

En este sentido, cabe destacar que, a pesar de los intensos contactos mantenidos en las últimas semanas entre los distintos presidentes de las diferentes distribuidoras que operan en nuestro país para tratar de lograr un candidato de consenso, tal y como establecía el espíritu de los nuevos estatutos aprobados por la patronal en marzo de 2010, finalmente no se llegó a ningún acuerdo. Y es que, mientras las cooperativas pequeñas y medianas veían con buenos ojos la candidatura de Barenys, las grandes distribuidoras consideraban que suponía una “línea continuista” respecto a la presidencia de Mingorance. Una situación, esta última, que, según argumentan, sería contraria a la “alternancia” que, indican, también recogía implícitamente estos estatutos.

De este modo, y tras haber anunciado Barenys la intención de presentar su candidatura, surgió la de Abril, que supondría que “por primera vez en casi 30 años al frente de la patronal estuviese un representante de las grandes distribuidoras españolas, porque hasta ahora se ha producido una situación anómala”. Una candidatura previsible, una vez que las grandes distribuidoras mostraron su descontento por la “línea continuista” que achacaban a Barenys, a la que se unió otra considerada “sorpresa”, la de la asociación Edifa (que engloba a 16 cooperativas farmacéuticas), que propuso como candidato a Estrada.

Equilibrio de fuerzas

Sobre este aspecto, cabe destacar que la candidatura del presidente de Cofarta compensaría las fuerzas que dentro de la asamblea de la patronal tendrían previsiblemente los otros dos candidatos. Así, esta tercera vía, dejaría un equilibrio entre las candidaturas de Barenys, que teóricamente contaría con 14 votos procedentes de Asecofarma, Novafar, Distrifarma y Cecofar; y la de Abril, que también recabaría, a buen seguro, el apoyo de otros 14 representantes, los de Hefame, Cofares, Alliance Healthcare y El Consorcio. Los tres votos restantes corresponderían, en base a los datos de cuota de mercado facilitados por la consultora IMS Health, a la propia Edifa.

Con estas tres opciones encima de la mesa de los representantes de la distribución, la asamblea del próximo 16 de febrero serviría únicamente para ‘medir’ las fuerzas de cada una de las candidaturas, ya que ninguna de ellas recabará los dos tercios de los apoyos de la asamblea necesarios para hacerse con la presidencia. De este modo, la junta directiva de Fedifar deberá convocar una nueva asamblea, previsiblemente dentro de poco más de un mes, para que en segunda vuelta sea el candidato más votado el que acceda a la presidencia de la patronal. Una nueva asamblea a la que acudirán, si no se llega a un acuerdo previo, los tres candidatos

La situación a la que se ha llegado en el seno de Fedifar al no poder alcanzar un consenso y presentar una única candidatura no es, para muchos distribuidores, una buena forma de empezar esta nueva etapa. “Que no haya consenso es un problema, porque así no saldrán las cosas bien desde el principio”, manifestaron a EG fuentes de la distribución. Unas fuentes que no son optimistas de cara a que se logren acuerdos que eviten más de una candidatura en esa segunda asamblea. “Las cosas están muy enredadas”, comentaron estas mismas fuentes.

Hasta que se celebre la asamblea los candidatos han preferido no manifestarse y mantener la prudencia para tratar “de no enredar más las cosas de lo que están”. Y es que, de mantenerse las posiciones actuales, la batalla por conseguir apoyos está servida.