Desde el verano de 2006, la Comisión Europea tiene metido entre ceja y ceja acabar con el regulado modelo farmacéutico español. Para ello abrió un procedimiento de infracción contra España por las restricciones que impone su legislación a la apertura de farmacias. La CE se ha encontrado con un hueso duro de roer, ya que todo el sector ha mostrado su apoyo al modelo español.
A las opiniones contrarias al dictamen motivado se suman dos recientes decisiones del Tribunal de Luxemburgo que reconocen la potestad de los Estados en materia sanitaria. P. 20 y 21