Pfizer incrementó su oferta en el último momento, pero no fue suficiente
El montante de la operación quedó fijado en 3.625 millones de euros
redacción
Madrid
La farmacéutica israelí Teva ha ganado el pulso a Pfizer y Actavis y finalmente será la compradora de la compañía alemana dedicada a la producción de medicamentos genéricos Ratiopharm. Tras más de nueve meses de negociaciones para llevar a cabo la subasta, la oferta de Teva se ha impuesto a las de los otros dos finalistas y dejó fijada la cifra final de la operación en 3.625 millones de euros (4.950 millones de dólares).
Aunque en el día previo a la decisión tomada por Ratiopharm Pfizer llegó a realizar una nueva oferta, no fue suficiente para alcanzar la propuesta económica de la compañía israelí, que fue la más atractiva para los propietarios de la compañía alemana, tanto en el plano económico como en el estratégico. En este sentido, Hans-Joachim Ziems, miembro de la matriz de Ratiopharm, VEM Vermögensverwaltung, afirmó que desde el comienzo habían “puesto el énfasis en el precio de la compra, por supuesto, pero también en el concepto estratégico de la integración de Ratiopharm en la compañía que la adquiriera”.
La operación supondrá para Teva el fortalecimiento de su unidad de negocio en Europa, sobre todo en Alemania. El mercado alemán es actualmente el segundo en importancia en cuanto a venta de genéricos, y con esta adquisición la compañía israelí se situará en el segundo puesto del ranking de este país. Además, la compañía israelí obtendrá una posición de liderazgo en diez países europeos, entre ellos Reino Unido, Italia y España.
A este respecto, el CEO de Teva, Shlomo Yanai, se mostró satisfecho con la compra, y mencionó que “esta transacción está alineada con nuestra estrategia a largo plazo en la que Europa es un pilar importante y una base de crecimiento”. Por su parte, su homólogo en Ratiopharm, Oliver Windholz, aseguró que “formar parte de la familia de Teva habilitará a nuestro equipo gestor y a nuestros empleados para continuar creciendo”.
El cierre de la operación, según se anunció desde Teva, está previsto para finales del presente año, y será en ese momento cuando la israelí incorpore las ventas de Ratiopharm, que en 2009 se mantuvieron estables y quedaron fijadas en 1.600 millones de euros. Así, las previsiones apuntan a un 2010 con una facturación de 16.200 millones de dólares (11.830 millones de euros).
El proceso de venta
Esta adquisición ha supuesto un duro revés para Pfizer, que la pasada semana, con su CEO, Jeffrey Kindler, a la cabeza, acudió a la localidad de Ulm, donde tiene su sede Ratiopharm, para presentar su proyecto a los propietarios de la compañía alemana. Pfizer se mostró muy interesada en la compra y tenía grandes esperanzas en hacerla efectiva, ya que supondría una significativa entrada en el mercado europeo de genéricos. Así, mantendría la línea ya abierta en Asia, donde ha logrado diversos acuerdos con compañías de la India.
Por otro lado, la islandesa Actavis, la tercera en discordia, también aguardaba con esperanza la resolución de la subasta. Con presencia en más de 40 países, podría haber reforzado su producción y, sobre todo, sus ventas en países como España, donde desembarcó hace varios meses.
Antes, Sanofi-Aventis también intentó hacerse con Ratiopharm, aunque se retiró de las pujas cuando las cifras escalaban cientos de millones de manera progresiva. El grupo empresarial EQT también mostró sus intenciones, sobre todo con una posible oferta conjunta con Actavis. Sin embargo, también se vio obligada a apartarse de la subasta.
Con todo este proceso, el precio de Ratiopharm se revalorizó, y sus mandatarios decidieron estirar al máximo el periodo de recepción de ofertas. En este sentido, Ziems destacó que “cuando empezamos con los procedimientos hace un año, había escepticismo sobre las posibilidades de Ratiopharm de ser vendida debida a la crisis financiera global”. Pese a ello, la compañía alemana ha cerrado lo que los analistas consideran una gran operación para sus intereses.