Una vez finalizado su proceso de recopilación de información, deja en manos de los tribunales “el esclarecimiento de los hechos”
Sólo podría reclamar una indemnización económica a Danigal, puesto que con Sogama nunca ha tenido relación contractual alguna
A. C.
Madrid
El proceso de recopilación de información iniciado por el Sistema de Gestión de Residuos y Envases de Medicamentos (Sigre) el pasado mes de enero, una vez se conoció que los restos de medicamentos podían no recibir el tratamiento adecuado para su correcta eliminación, la incineración de los mismos, ha derivado en la presentación de una denuncia ante los tribunales contra Danigal y Sogama, gestoras intermedia y final de estos restos medicamentosos, respectivamente.
Así, según indica Sigre en un comunicado hecho público la semana pasada en el que anuncia el inicio de esta actuación judicial, “se deja en manos de los tribunales de justicia el esclarecimiento de los hechos y, en su caso, el establecimiento de las responsabilidades que correspondan en función de los compromisos adquiridos y de las actuaciones desarrolladas por cada una de ellas”.
Indemnización económica
La denuncia podría concretarse en la reclamación de Sigre a Danigal de una indemnización económica por los “perjuicios producidos” durante el tiempo en que los servicios contratados no hubieran sido prestados conforme al contrato entre ambas entidades.
Cabe recordar que contra Sogama no sería posible la reclamación de una indemnización económica puesto que Sigre no tenía “relación contractual ninguna” con esta gestora gallega medioambiental de capital público. En este sentido, Sigre reconoció que nunca mediaron en ese contrato firmado entre esta gestora y la empresa concesionaria Danigal.
Reparación de daños
En cambio, sí puede exigir a ambas empresas la reparación de los daños causados a la imagen y prestigio del sistema, en base a las declaraciones efectuadas por ambos gestores. Destaca que fue Sogama quien destapó que en sus instalaciones los restos de medicamentos siempre se almacenaron en vertederos destinados a residuos urbanos y no en la planta incineradora, ya que no disponían de la autorización necesaria para ello. “Justo lo contrario de lo que nos han estado comunicando a lo largo de los seis años de funcionamiento del sistema”, apuntan fuentes internas de Sigre.
Por su parte, Danigal sólo rompió su silencio para manifestar que siempre creyó que el destino último de los fármacos que enviaba a la planta de Sogama en Cerceda (La Coruña) era la valorización energética de los mismos (incineración), puesto que los técnicos de la empresa pública “nunca rechazaron su recepción”.
Precisamente, es esta contradicción en las declaraciones de ambas partes lo que persigue resolver Sigre mediante la denuncia presentada la semana pasada. Hay que señalar que EG ya publicó en anteriores ediciones (ver núm. 416) el contrato entre ambas partes, en el cual no había mención alguna a la obligatoriedad de reciclar estos productos a través de valorización energética.
Por el momento, esta actuación judicial no ha repercutido en que Danigal almacene en la actualidad los restos de medicamentos no peligrosos procedentes de toda España, como así ha corroborado el propio Sigre. Lo que sí se ha paralizado desde que saltó el escándalo es su posterior envío a las instalaciones de Sogama. “Hasta que se tenga la absoluta garantía de que son destinados a valorización energética”, explican desde Sigre.