Stocks desabastecidos, farmacias en concurso de acreedores, falta de suministro… Este es el panorama que el presidente del COF de Castellón, Jesús Bellver, describe a EG de las farmacias valencianas, tras más de cinco meses de impagos. Los boticarios de esta comunidad saben que julio resultará crucial para resolver una situación que les abocó a convocar un cierre indefinido, de momento, pospuesto hasta el 23 de julio a la espera de que se concreten soluciones.
Pregunta. ¿Cree que fue un acierto el aplazamiento del cierre indefinido de farmacias?
Respuesta. Creo que fue acertado. En la Comunidad Valenciana llevan desde el 1 de febrero sin pagarnos y han dicho que no nos pueden pagar. Por tanto, teníamos pocas esperanzas puesto que cualquier pago en nuestra autonomía se hace con dinero de transferencias del Estado. Entonces, se nos abrió una ventana en Madrid y creo que lo mínimo es aprovecharla, así que la gente lo reconsideró. Esto para muchos es como agarrarse a un clavo ardiendo.
P. Entre las soluciones se planteó recurrir a unos hispabonos que no llegaron a ver la luz en el último Consejo de Política Fiscal y Financiera. ¿Las esperanzas están ahora depositadas en la ampliación del plan de pago a proveedores?
R. Sí, que nos paguen de lo que quieran, pero que paguen. El mates pasado, nos reunimos con el consejero de Sanidad, Luis Rosado, y con el de Hacienda, José Manuel Vela, pero todo lo que nos dijeron dependía de lo aprobado en el Consejo de Política Fiscal y en el Consejo de Ministros. Un canal puede ser la ampliación de los créditos ICO, que fueron 30.000 millones ampliables a 35.000, y que quedaron unos 2.000 por cubrir. Entonces, ahí se pueden llegar a unos 7.000 millones. Todo eso sería para saldar la deuda y poner el contador a cero, pero nos preguntamos quién paga a partir de entonces, porque puede que dentro de seis meses estemos igual que ahora. Ahí, Vela nos dio esperanza porque espera que el Estado avale a las autonomías.
P. A diferencia de Castilla-La Mancha y Baleares, a ustedes les pagaron de forma correlativa las facturas retrasadas. ¿Una oportunidad perdida el anterior plan de pago a proveedores?
R. Creo que sí. Nosotros, cuando empezamos con los cierres, llegamos al acuerdo de que pagarían hasta final de año y dejarían octubre y noviembre pendientes. Después nos encontramos con la sorpresa de que los interventores alegaron no poder pagar un recibo si tienen el anterior sin pagar, con lo cual, cuando salió el plan de pago a proveedores no teníamos ninguna factura del año anterior.
P. La prioridad ahora es cobrar la deuda, pero… ¿Darán la batalla en la reclamación de intereses?
R. Por supuesto, la idea no es renunciar a los intereses porque bastante hemos perdonado ya. Cuando todo esto empezó se nos dijo que se compensaría de alguna manera el perjuicio económico que hubiéramos tenido, por lo que sería una inmoralidad que no cumplieran. No obstante, falta saber las condiciones de las medidas si estas vienen desde Madrid.
P. ¿Temen que estas medidas tarden en ser efectivas?
R. Ese es el problema, que nos dijeron dos semanas y la gente se ha acogido a eso. El problema es que para acabar el mes necesitamos dinero. La ministra comentó que procuraría sacar una mensualidad y que el resto se iría a un plan, que es lo que queremos.
P. De no concretarse una solución próximamente, ¿quedarán agotadas las vías del diálogo y pasarán de palabras a hechos?
R. Las farmacias de la Comunidad Valenciana estamos pagando todo lo que ha salido por el mostrador desde el 1 de febrero. No nos pueden pedir más. Nos hemos acogido a una esperanza que se nos ha abierto en Madrid y, si ahora falla, no podemos seguir pagando los medicamentos. Si no nos pagan, no hay medicamentos, eso lo pueden tener clarísimo, porque las distribuidoras no nos sirven si no pagamos. Entonces, da lo mismo que cerremos indefinidamente a que tengamos las farmacias abiertas sin medicamentos.
P. ¿Sigue entonces marcado en el calendario el 23 de julio?
R. Sí, porque se acordó posponer el cierre indefinido y dar un voto de confianza. El hecho de que un colectivo como el nuestro convoque una huelga indefinida indica el grado de desesperación, de impotencia y de rabia en el que nos encontramos los farmacéuticos debido al impago. Hay farmacias ya con el suministro cortado. En Castellón hay unas diez, una farmacia está intervenida judicialmente, varias con ERE… La situación es lamentable.
P. Pero mantener un cierre indefinido es duro, ¿no?
R. No es fácil, un cierre indefinido es una guerra dura. Siempre he dicho que si una huelga se hace es para ganarla. A veces, es preferible hacer una medida que la cumplamos todos que no una medida que no se vaya a cumplir. Hasta ahora, los cierres que hemos hecho han sido masivos, pero estamos hablando de dos días. Otra cosa también será un ERE masivo, que sería una medida a la que tienes derecho porque nos estamos jugando la supervivencia.
P. La asamblea de Alicante también llegó a barajar el cobro íntegro de los medicamentos.
R. El cobro íntegro es complicadísimo. Además, si cobramos los fármacos, aunque también sea una consecuencia lógica, creo que perderíamos el apoyo de la gente.
P. Hasta ahora sí han contado con ese respaldo, ¿no?
R. La gente, pese a los cierres que son una molestia evidente, lo ha entendido y eso nos ha alegrado bastante. De hecho, no ha habido ninguna reclamación por el cierre. Bien es cierto que, en Castellón, doblamos los servicios mínimos que nos pusieron. Aún así son molestias, son colas…
P. ¿La situación de las boticas preocupa ahora más por la mayor afluencia de turistas?
R. Nos preocupan los turistas y los ciudadanos de todos los días. Es cierto que el desembolso que tienen que soportar estos tres meses las farmacias de playa es enorme, puesto que aproximadamente el 70 por ciento de sus ventas de un año son en estos meses.
P. También recibieron, el 9 de julio en la sede del CGCOF, el apoyo del sector. ¿El impago es un mal que afecta a todos?
R. El impago lo ha soportado principalmente la oficina de farmacia y después la distribución porque, al no pagarte, recurres a aplazar recibimos y a pedir pólizas bancarias. Los laboratorios, por su parte, han cobrado las deudas que tenían hasta el 31 de diciembre con los créditos ICO. Ahora lo que hay que garantizar es que esto no vuelva a ocurrir.