Antonio Mingorance

Presidente de la Federación de Distribuidores Farmacéuticos (Fedifar)

JUAN NIETO Madrid El pasado ejercicio el sector farmacéutico recibió dos duros golpes en forma de los RDL 4/2010 y 8/2011. En 2011, además de los efectos de estas medidas, otro RDL, el 9/2011, ha puesto en una situación crítica a muchos de los integrantes de la cadena del medicamento. La distribución no ha sido, ni mucho menos, ajena a estos cambios. El presidente de la patronal de la distribución, Fedifar, Antonio Mingorance, analiza para EG la situación del sector. Pregunta. Tras años de recortes ha llegado el RDL 9/2011. ¿Será la última medida de recorte? Respuesta. Esperemos que, sea cual sea el nuevo gobierno, comprenda que el gasto farmacéutico es la partida sanitaria más controlada y la que más recortes ha recibido. Confío en que comprenda que ya no hay recorrido para nuevas medidas para el sector. Ahora toca trabajar en los grandes apartados del gasto sanitario y en los ingresos. El sector tiene gran valor para el tejido económico del país y volver a dañarlo sería muy grave. P. ¿Qué pérdidas les generará la nueva medida? R. Solo con lo que recoge el RDL, que afecta al sistema de precios de referencia, la distribución farmacéutica de gama completa dejará de ingresar unos 650 millones de euros, un cinco por ciento del total de nuestros ingresos (medicamentos, productos sanitarios y todo tipo de artículos). No podemos valorar el resto de medidas porque no disponemos de información y no sabemos el desarrollo de cuestiones como la PPA. P. Un suma y sigue, ¿no? R. Si sumamos esos 650 millones a los 1.190 millones de euros que dejamos de ingresar por los dos RDL de 2010, las empresas de distribución farmacéutica de gama completa han dejado de ingresar un 15 por ciento de sus ingresos en dos años. P. Más allá de las pérdidas también puede suponer nuevos campos de actuación. Por ejemplo, por el nuevo rol de los boticarios. R. A priori, los farmacéuticos tendrán más margen de gestión de stock con la formulación de la PPA. Pero la ley la aplicarán las comunidades, por lo que está por ver cómo se hará y qué margen de maniobra real tendrá la farmacia. P. Con los ajustes, la situación economía de la distribución es… R. Si ya era preocupante tras los RDL de 2010, imagínese ahora. Lo que permite a la distribución llevar más de 25.000 referencias a las más de 21.300 farmacias españolas es el modelo solidario de distribución. Gracias a los medicamentos de más precio y rotación que suministramos a farmacias rentables podemos llegar hasta las no rentables y suministrar fármacos de menos precio y rotación. Si este equilibrio se rompe y entramos en pérdida tendremos que replantearnos nuestro modelo. P. La situación económica necesariamente influye en la forma de trabajar de las distribuidoras. R. Los constantes recortes nos empujan a replantear tanto nuestro modelo de funcionamiento como nuestro nivel de servicio y de remuneración. Eso sí, la distribución de gama completa nunca ha sido un sector empresarial pasivo. La búsqueda de la eficiencia ha sido una constante, de ahí que estemos a la vanguardia en robótica y nuevas tecnologías aplicadas a la logística: lo que nos mueve es llevar el medicamento adecuado al lugar indicado. Estamos al servicio de la farmacia y de la ciudadanía, y eso es inamovible. P. ¿Se replantean la implantación de nuevos servicios? R. La distribución de gama completa es un servicio de valor añadido para la farmacia. Siempre busca espacios de eficiencia y de mejora, tanto de la prestación básica como de otros servicios que se ofrecen, como call centers resolución de dudas profesionales, gestión de stock, software, oferta de productos propios… También somos un servicio de valor añadido para laboratorios y autoridades sanitarias, como demuestran experiencias como la del Grupo Hefame, que gestiona la central de compras de la Región de Murcia. P. ¿La situación se agrava por los problemas de los impagos? R. Los impagos de las comunidades suponen un doble problema para la distribución. Por un lado, no tenemos capacidad para soportar la falta de pagos generalizada. Por otro, la distribución de gama completa está comprometida cien por cien con la farmacia, y hará cuanto esté a su alcance por mantener el suministro a las farmacias. P. Si las farmacias no tienen financiación no pueden pagar a las distribuidoras. ¿Soluciones? R. Las empresas asociadas a Fedifar afectadas por los impagos están muy implicadas en la búsqueda de soluciones para las farmacias. De hecho, son clave en los acuerdos que se están logrando con las entidades financieras. P. ¿El problema de los impagos es más grave para las distribuidoras más pequeñas? R. No se trata de si son cooperativas pequeñas, grandes o sociedades anónimas. Si una empresa tiene la mayor parte de su actividad en una comunidad donde se producen impagos su situación es más delicada que si solo tiene parte de su actividad. P. ¿El futuro está en la concentración y no en la atomización? R. La delicada situación económica que atraviesa la distribución como consecuencia de la caída del mercado fomenta que las empresas, para asegurar su supervivencia, busquen mecanismos de ahorro. La concentración es un camino que los responsables de las empresas tienen en consideración, aunque no el único. Es previsible que en los próximos meses haya movimientos corporativos. P. La distribución y la farmacia son pilares del Estado del Bienestar. ¿Corre peligro? R. Desde luego. Las duras medidas dejan a muchas farmacias y distribuidoras al límite de sus posibilidades. En cualquier caso, confío en que los políticos preservarán un modelo de suministro y dispensación de medicamentos, que no solo presta un excelente servicio a los ciudadanos, si no que lo hace de una forma eficiente. P. Entonces, ¿garantizar la sostenibilidad para mantener el sistema debe ser cuestión de Estado? R. Por supuesto. El sistema público de salud español es la mejor muestra de lo que significa la democracia, al igualarnos a todos frente a la enfermedad. Nos atiende a todos por igual, se ocupa de enfermedades y realiza intervenciones inimaginables en sistemas sanitarios de otros países, es motor de la economía en empleo cualificado, en I+D, invierte en medicamentos y muchos otros productos, permite a las familias destinar sus recursos a otras cosas que no sean la atención a la enfermedad… Suficiente para que se considere una cuestión de Estado. P. Y que se valore el papel de la distribución de gama completa en España, ¿no? R. Estoy seguro de que las autoridades y la sociedad valoran la actividad de la distribución. Si no, se darán cuenta del importante papel que juega si las empresas se vieran obligadas a limitar su nivel de servicio para asegurar su viabilidad económica. La distribución es un agente más del SNS, que se preocupa de que todos los medicamentos lleguen en condiciones óptimas a todas partes y a todas horas. Y a un coste mucho menor al de cualquier alternativa posible. P. ¿Es importante para la distribución mirar cada vez más hacia la industria? R. Las inversiones en tecnología, que sitúan las instalaciones de los mayoristas entre las más avanzadas de Europa; la estrecha vinculación a farmacias y autoridades sanitarias; la condición de establecimiento sanitario, expertos en tratar con medicamentos; la experiencia en el desarrollo y gestión de sistemas de información; y los años de interlocución con la industria, convierten a las empresas de distribución de gama completa en una excelente alternativa para que los laboratorios deleguen en ella actividades que no forman parte del núcleo de su cometido. P. Y clave sería tener una legislación estable, como el Real Decreto de Distribución, ¿no? R. Le mentiría si no le dijera que estoy decepcionado. La distribución farmacéutica ha cumplido un papel clave en las ‘crisis’ del sector farmacéutico en estas dos últimas legislaturas: la amenaza de venta directa de Pfizer en 2005, la aplicación de la rebaja del 7,5 por ciento del RDL 4/2010… En ambos casos, la intermediación de Fedifar propició soluciones satisfactorias para todos. En el campo de la salud pública, si no llega a ser por el esfuerzo y compromiso de la distribución, las vacunas no habrían llegado en un tiempo récord a los puntos de vacunación, en un momento en que no conocíamos el alcance de la gripe A. Hemos sido serios, honestos y siempre hemos tenido un espíritu constructivo, y solo pedíamos lo que creemos que nos merecemos tras años de demostrar nuestra profesionalidad: una regulación justa. Sin embargo, el RD no ha llegado. | 2011-10-20T19:00:00+02:00 h |