Sanofi presentó en Madrid su nuevo tratamiento para la diabetes tipo 2, Lyxumia, lixisenatida DCI, que ha obtenido precio y reembolso y podrá ser prescrito con cargo al SNS en combinación con insulina basal cuando fracase el tratamiento con metformina o dos antidiabéticos.
El fármaco pertenece a la familia de los análogos del GLP-1. Ayuda a mejorar el control glucémico actuando sobre los niveles de glucosa postprantial (GPP), que tiene una incidencia directa en la aparición de eventos cardiovasculares, contribuyendo así a su prevención. También ralentiza el vaciado gástrico, con lo que mantiene la sensación de saciedad y ayuda a reducir el peso corporal, factor que también es clave en la prevención de dichos eventos.
Por otro lado, la combinación del fármaco con insulina basal confiere una ventaja a este patrón de tratamiento, ya que la insulina actúa sobre la glucosa en ayunas, y hace que este tratamiento abarque todo el espectro para un buen control glucémico.
En lo que tiene que ver con la seguridad, los efectos adversos más frecuentes detectados fueron gastrointestinales, aunque según Sharona Azriel, del Servicio de Endocrinología del Hospital Infanta Sofía, “estos fueron siempre transitorios”. Asimismo, pese a que algunos estudios muestran que su uso podría tener incidencia en la aparición de pancreatitis o aumento de la calcitonina, Azriel confirmó que no hay pruebas contundentes que lo evidencien.
Lo que ha quedado claro en los ensayos es que el fármaco no es conveniente para pacientes con insuficiencia renal grave, dado que es esta vía la que utiliza el organismo para su eliminación. También hay dudas en pacientes con normopeso. Desde la compañía confirmaron que hay estudios en marcha para determinarlo.
María Jesús Alsar, directora Médico de Sanofi para España y Portugal, recordó además que el desarrollo de lixisenatida demuestra el “compromiso de Sanofi con la realización de I+D en España”, ya que han participado más de 60 científicos y centros nacionales.