REDACCIÓN
Madrid
El director general de Farmacia, Alfonso Jiménez, declaró en una entrevista a EG: “Si entre todos llegamos a la conclusión de que es necesario cambiar algo del Sistema de Precios de Referencia (SPR), lo haremos”. Pues bien, el sector puso de manifiesto durante un Café de Redacción celebrado en la sede de la empresa editora de EG, Contenidos e Información de Salud S.L., que ese consenso es una realidad. La patronal de medicamentos genéricos, Aeseg, el Consejo General de Farmacéuticos, FEFE y Fedifar, lo tienen claro: el SPR necesita de reformas estructurales. Algo con lo que también coincide Farmaindustria, cuyos representantes no pudieron estar presentes en este encuentro.
Además de las alegaciones que cada institución presentó al proyecto de orden ministerial que determinará los nuevos conjuntos de medicamentos, sus precios de referencia y que conllevará la revisión de los precios de referencia determinados en la orden anterior, todas ellas coincidieron en tres puntos básicos: la necesidad de que haya una comercialización efectiva de los medicamentos que se toman en cuenta para establecer el precio de referencia; la revisión del umbral mínimo de 2 euros; y el establecimiento explícito de una revisión anual y que se produzca en ella, al mismo tiempo, las nuevas incorporaciones de fármacos afectados por bajadas graduales o aquellos que estuvieron inmersos en procesos judiciales.
Comercialización efectiva
A este respecto, desde el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, su secretaria general, Ana Aliaga, consideró que se debe cambiar el sistema establecido para establecer el precio de referencia. De esta forma, tal y como esta institución hizo constar en sus alegaciones, Aliaga se mostró favorable a que “se tenga en cuenta la comercialización real de los medicamentos: que existan al menos dos del mismo formato y que hayan sido objeto de la facturación real al SNS al menos en los seis meses anteriores”.
Una posición que también sostuvo el presidente de la patronal de fabricantes de medicamentos genéricos, Aeseg, Raúl Díaz Varela. Según él, la comercialización efectiva de los medicamentos que se toman en cuenta a la hora de realizar el cálculo debe ser la base del mismo. “No vale que sólo se hable de que ya han sido autorizados en precio, nos parece ridículo. Aunque no lo diga la ley, es necesario una cierta garantía de suministro. ¿Dos presentaciones del mismo formato? ¿Cuota de mercado? Ambas pueden ser soluciones para evitar el dumping. Es importantísimo”, precisó.
Estas bajadas para ajustarse a medicamentos “irreales en el mercado” ha empezado a provocar, según confirmó Díaz Varela, que “algunos laboratorios se planteen seriamente si deben seguir o no comercializando determinados productos”. Y es que, para él, “es ilógico tener que realizar bajadas del 6 ó el 7 por ciento, por ejemplo en el caso de risperidona, en base a medicamentos que no están comercializados”.
Esta modificación también fue apoyada por FEFE. Así, su presidente, Fernando Redondo, manifestó que “se hace necesario que se tomen como referencia medicamentos que tengan al menos una cuota de mercado y que puedan abastecer el mercado nacional”. En este sentido, Redondo calificó de “trampas” algunos medicamentos que se han dado de alta pero que después no se encuentran en el mercado. “El cálculo de los precios de referencia hay que hacerlo sobre dosis reales, dosis terapéuticas que se utilicen, para cada una de las presentaciones y con medicamentos comercializados”, indicó. Si no, habrá presentaciones que desaparezcan porque “la industria no podrá fabricar a los precios que se les impone”.
Asimismo, calificó el sistema como “perverso”, porque el farmacéutico debe asumir la diferencia de precio cuando no encuentra en el mercado el fijado a precio de referencia. “Es curioso que no nos dejan hacer una sustitución por criterio profesional y nos la obliguen hacer por criterios económicos”, manifestó.
También coincidió con estas peticiones la patronal de la distribución de medicamentos, Fedifar. Su director general, Miguel Valdés, manifestó que, además de los necesarios cambios conceptuales y de procedimiento que deben realizarse, “no tiene ningún sentido el sistema de elección de los medicamentos para fijar tanto los precios mínimos como los de referencia”. De este modo, estimó que éstos deberían “acreditar su acceso al mercado nacional, establecer una cuota de mercado, que haya más de una presentación, que sean de grupos empresariales diferentes y que hayan acreditado la bioequivalencia respecto a la marca”.
Medicamentos en tribunales
Sobre este aspecto, el sector también se pronunció acerca de la creación de conjuntos con medicamentos en procesos judiciales, cuya exclusión pidió el Consejo. “Queremos que se eliminen de los conjuntos de precios de referencia las presentaciones afectadas por procedimientos judiciales porque entorpecen mucho la labor del farmacéutico”, aseguró Aliaga.
En este sentido, desde Aeseg se precisó que “cualquier cosa que esté en litigio y bloquee el precio es peligroso, porque fomentará que se interpongan más litigios para intentar frenar la comercialización”. Sin embargo, dado el statu quo actual, Díaz Varela indicó que no estaban de acuerdo con el sistema actual de “incluir grupos que no han comercializado el medicamento y que éste se incorpore poco tiempo después de levantar las medidas cautelares”.
Umbral mínimo de 2 euros
Otro punto en el que coincide todo el sector es el de la revisión del umbral mínimo de 2 euros fijados para los precios de referencia de estos medicamentos a PVL. A este respecto, Redondo precisó que “el umbral mínimo provoca que determinadas presentaciones no resulten rentables para los laboratorios y desaparezcan.
Sobre esta situación Díaz Varela manifestó que, a pesar de que los laboratorios pretenden tener todas las presentaciones disponibles, “hay años en las que dejamos de comercializar entre 5 y 25 presentaciones al año porque te las hacen ruinosas”. Por ese motivo, estimó necesario un suelo de dos euros y una revisión que al menos contemplase la subida del IPC en presentaciones “en formas farmacéuticas simples”.
Asimismo, desde Fedifar también se insistió en que se debería “subir un escalón” y Valdés abogó por seguir el ejemplo de Holanda: “Poner un cargo para presentaciones que estén por debajo de un precio, ya que hay un momento en el que no pueden salir los números y se obtiene un margen mínimo”.
¿Y respecto a los precios menores, dónde estaría el precio mínimo? Según el presidente de Aeseg, “el ministerio sigue diciendo que es informativo y voluntario, pero la realidad es que es la base por la que nos regimos los laboratorios de genéricos. Para nosotros el precio de referencia es el precio menor, y por eso pedimos que se equipare, como mínimo, a esos dos euros”.
Acerca de esta situación, Aliaga puso de manifiesto otra de las alegaciones presentadas por el Consejo: que no se revisen los precios que han sido incluidos en órdenes anteriores. Por su parte, Valdés abogó por “poner el límite en los dos euros y que haya una única bajada porque si no se crea una confusión que no merece la pena”.
Revisiones anuales explícitas
Igualmente, otro de los aspectos en los que hay unanimidad es la necesidad de que se recoja de forma expresa, con dos meses de antelación, la inclusión de medicamentos con menos de un año del Sistema de Precios de Referencia y la inclusión de un anexo que aparezcan las presentaciones de genéricos con precio superior al de referencia y la de medicamentos que no dispongan presentaciones genéricas. Es decir, que las reglas del juego estén claras desde el principio del partido. A este respecto, la voz del sector es unánime: la revisión debe ser anual y las bajadas graduales o los medicamentos inmersos en procesos judiciales deben entrar en vigor al mismo tiempo.
Sobre este aspecto, Díaz Varela afirmó que “a pesar de que se habla de una revisión anual, serán dos: cuando los laboratorios presenten las bajadas voluntarias el 15 de enero y, si se coge el nomenclátor de marzo o abril y, al no haber un anexo de precios menores, volveremos a tener un precio menor a partir de mayo”. Y es que, para él, “no hay manera de que entiendan que el nomenclátor que tienen que utilizar para precio menor y para el de referencia es el de antes de final de año”. Una revisión semestral “cuyo impacto fue prácticamente cero”.
Unos cambios, revisión anual, con los que tanto FEFE como Fedifar están de acuerdo: diciembre, listados; marzo, aplicación en laboratorios; abril, en la distribución; y en mayo, en las farmacias.
Mientras que los cambios que solicita el sector se pueden llevar a cabo con la modificación de la orden ministerial, no sucede lo mismo con la utilización de la Dosis Diaria Definida (DDD) como instrumento para calcular los precios de referencia. Un cambio que afectaría a la Ley de Garantías.
En este sentido, Díaz Varela precisó que el cálculo por DDD hace que haya “precios menores superiores al de referencia”. Para él, “este método de cálculo debe ser abolido porque lleva a los precios a un nivel irreal que no tienen que ver con coste, y se equiparan las presentaciones sólo por principio activo”. Asimismo, se preguntó: “¿Qué dosis utilizamos y para qué tratamiento? Es un parche”.
Por su parte, Redondo estimó que “ahora que el CES lo refleja en un informe espero hagan algo. La DDD, como dice la OMS, no es un método para calcular el precio de referencia”. Y es que, según él, la DDD de la OMS, “no es la de países del primer mundo. Es una aberración, porque la mayoría está ocho o nueve veces por debajo de la dosis habitual”.
Algo con lo que coincidió Aliaga, quien estimó que “está calculada a la baja y no tiene en cuenta la indicación”, y Valdés, quien señaló que debe “respetar el tipo de tratamiento y ser una dosis real terapéutica”.