Alfonso Jiménez cree que varios años con incrementos ‘bajo cero’ llevarían al sector a una “situación sin salida”
El Director General de Farmacia cree que en 2011 el gasto debe situarse, “forzosamente”, más allá del -3%
Sanidad confía en que los datos del gasto farmacéutico de agosto permitan hacer proyecciones más fiables sobre en qué punto se cerrará la factura anual. Dos comunidades ya ofrecieron datos que incorporan por primera vez el impacto de la bajada del 20 por ciento en los absorbentes y del 7,5 por ciento en el resto de productos sanitarios. En agosto de 2010, el gasto de Canarias bajó un 14,41 por ciento, según la Consejería de Sanidad de las islas. El descenso se debió tanto a la reducción del gasto medio (bajó un 10,16 por ciento) como a la disminución (en un 4,73 por ciento) del número de recetas. La otra región en adelantarse al ministerio y facilitar algunos de sus últimos datos fue la Comunidad Valenciana. En agosto, su gasto acumulado registró otro descenso del 1,5 por ciento. El consejero de Sanidad, Manuel Cervera, anunció junto con la cifra que la comunidad alcanzará, por primera vez en la historia, una reducción de su factura farmacéutica.
carlos b. rodríguez
Madrid
El sector farmacéutico tiene razones para creer que cualquier tiempo pasado fue mejor. La presión de las administraciones sanitarias sobre la factura farmacéutica pública no es sólo cosa de los tiempos que corren, sino que responde a la aplicación de la ley de tolerancia cero ante incrementos “poco razonables”. Mantener la calidad en márgenes sostenibles es ya una declaración de intenciones, según puso de manifiesto el director general de Farmacia, Alfonso Jiménez, durante los encuentros de la Fundación Bamberg. “No vamos a poder seguir pagando incrementos en las facturas como los de hace seis o siete años. Eso ha pasado a la historia”, dijo.
Y lo dijo ante un auditorio ‘amigo’, representado por agentes de toda la cadena farmacéutica pero que, al fin y al cabo, han tenido que sufrir el impacto de unas medidas drásticas incorporadas en dos reales decretos leyes consecutivos. La pregunta, entonces, era clara: ¿qué cifras de incremento considera razonables el director general de Farmacia?
Jiménez no se mojó para este año. Mientras no se conozcan los datos de agosto, que incluirán el impacto de los descuentos para los productos sanitarios, el Ministerio de Sanidad no tiene claro que 2010 vaya a terminar con un incremento en negativo de la factura. Sus estimaciones se aproximan a las que ya dio Farmaindustria, que sitúan el incremento en torno al cero. Pero en 2011, con la incorporación de las modificaciones previstas en la Orden de Precios de Referencia, la Dirección General de Farmacia no duda de que el incremento deberá ser negativo. ¿Cuánto? Es difícil de decir, pero con las medidas adoptadas, Jiménez considera que “forzosamente” tiene que situarse “por debajo del 3 por ciento”.
Es esta situación de incertidumbre la que mencionaron algunos asistentes. Jiménez reconoció que nadie pudo prever hace años la situación que se vive actualmente, ni en política farmacéutica, ni en cualquier política pública o privada. Además, se desmarcó de las críticas que acusan de coyunturales a los ‘decretazos’ y afirmó que “también tienen vocación estructural, dentro del marco del segundo Plan Estratégico”.
Sanidad, de hecho, confía en dar un respiro al sector. “Igual que no se puede mantener una situación con crecimientos positivos como los que se registraron hace años, tampoco se puede mantener una situación de varios años con crecimiento negativo. Llevaríamos al sector a una situación sin salida”, reconoció. En este sentido, y a preguntas del auditorio, no descartó que en el futuro se vuelva a blindar el precio de los fármacos durante un año.
De momento, las soluciones ya están planteadas: para la industria, en el Plan Sectorial; para las farmacias, en el Plan Estratégico, de cara a consolidar el modelo, mejorar la dispensación, la AF y el seguimiento farmacoterapéutico.