GASTO/ El ministerio pretende romper los “compartimientos estanco” en los servicios autonómicos de salud como medida de eficiencia en el RDL 16/2012

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José García Madrid | viernes, 01 de junio de 2012 h |

El Ministerio de Sanidad tiene previsto implantar modelos de servicios compartidos entre comunidades autónomas, de tal forma que se rompan los “compartimientos estancos” en los que se habían convertido los servicios regionales de salud. Esto supone que, ya no sólo los pacientes, sino también los profesionales tendrán que desplazarse para prestar asistencia, por ejemplo, en servicios de alta especialización. El catálogo homogéneo de categorías profesionales y la integración de todo el personal en un mismo marco jurídico facilitará la medida. Así lo adelantó José Julián Díaz, director general del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa) en la jornada “Control del gasto sanitario no farmacéutico”, organizada por Intereconomía conferencias.

Se trata de uno de los cuatro ejes dentro de las medidas de eficiencia recogidas por el real decreto ley 16/2012 de medidas urgentes para la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS). Los otros tres se centran en planes de ahorro energético, una plataforma de compras centralizadas —“que no supondrá la ruptura de las ya existentes en las autonomías”— y la extensión de las TIC en el SNS.

Además de medidas de eficiencia, aseguramiento, cartera básica común, ordenación de los recursos humanos, cohesión y garantía financiera, el ministerio tiene previsto además implementar otras enfocadas al uso racional de los servicios que favorezcan la participación de los profesionales en la gestión de los recursos a través de la clínica con retribuciones complementarias ligadas a la productividad. Asimismo, adecuará la oferta a la demanda de la población potenciando la cirugía ambulatoria e impulsando, según Díaz, una “potente red sociosanitaria de menor coste para el SNS”; impulsará medidas, servicios y prestaciones para el paciente crónico “que eviten reingresos, urgencias y consultas”; y desarrollará modelos “eficaces y eficientes” en la gestión de centros y servicios, que permitan gestionar mejor los recursos. En opinión de Díaz, las comunidades autónomas lo están haciendo bien con una “mayor complementariedad” entre la sanidad pública y la privada.

Gestión del coste

“En vez de hablar de reducción de costes, estos sistemas tienen que llevarnos a hablar del concepto de gestión del coste, que implica mejorar la calidad, la línea de producción de servicios, y la gestión de los recursos humanos, y de los bienes y equipos para que haya menor tiempo de ocio”, insistió.

El objetivo fundamental no es otro, destacó Díaz, que afrontar la reforma estructural “dotando al sistema de solvencia y viabilidad necesaria, y reforzando la cohesión”. El alto cargo del ministerio descartó el copago asistencial como solución a la demanda, y abogó por informar al paciente y dialogar con los profesionales. Apostó por atajar la deuda antes que poner en marcha medidas que cambien la estructura a medio y largo plazo, y defendió el papel y el actual estatus del Consejo Interterritorial que, en su opinión, está siendo “bastante operativo”.

Por su parte, autonomías como País Vasco o Cataluña difieren, y van más allá de la eficiencia planteando cambios globales en el modelo de provisión. Patricia Arratibel, directora de Aseguramiento y Contratación Sanitaria del Gobierno vasco, insistió durante la misma jornada en compatibilizar las medidas de contención del gasto y eficiencia “limitada” con abordar la transformación del modelo de provisión de asistencia. “En País Vasco, después de tres años de estrategia de cronicidad, con una mayor integración entre niveles y de cuidados, y una visión poblacional, se empiezan a ver eficiencias”, explicó. Como ejemplo, se refirió a la mayor integración entre primaria y hospitalaria para crónicos que ha reducido los ingresos y mejorado los resultados en salud, y ha ahorrado 20 millones de euros este año sólo con el 2 por ciento de pacientes atendidos. “Se prevé superar los 130 millones de ahorro con el 10 por ciento”, apuntó Arratibel.

Desde Cataluña, Francesc Brosa, subdirector del Servicio Catalán de la Salud, también urgió a plantear medidas estructurales de reforma del sistema sanitario. “El RDL 16/2012 es un paso, pero hay que replantearse profundamente, por ejemplo, la financiación del modelo sanitario, y la revisión del nivel de cobertura y decidir qué ciudadanos tienen derecho a qué”, dijo y advirtió que se habla mucho de medidas de eficiencia pero poco del modelo global del sistema y cómo enfocarlo. En su opinión, los cambios estructurales son necesarios para salir de la crisis “con capacidad y fuerza para afrontar los años futuros”.

Por último, Jesús Vidart, director general de Gestión Económica y de Compras y Productos Sanitarios y Farmacéuticos de Madrid, aclaró que para centralizar compras no se necesita una central. “En Madrid se centralizan los contratos de servicios con el área única, lo que ha supuesto en 201 un ahorro de 2,5 millones”, señaló y anunció que en las próximas semanas se creará la junta de contratación, que, aclaró,“no será obstáculo para adherirnos a la central de compras del Estado”.

Como elementos de contención del gasto, Vidart destacó los modelos que apuestan por la eficiencia y la colaboración público-privada con un elemento de competitividad entre centros en un marco de libre elección, el contrato capitativo de oxigenoterapia, la centralización de servicios sanitarios, como el anillo radiológico o el laboratorio centralizado, y la eficiencia energética con contratos de colaboración público-privada que ahorrarán hasta diez millones.