J. Ruiz-Tagle Madrid | viernes, 18 de julio de 2014 h |

Tras casi dos años de trabajo para elaborar en la Orden de Precios de Referencia (OPR), Sanidad ‘solo’ logrará ahorrar en farmacia 43,03 millones de euros. Un dato que ha sorprendido en el sector, máxime cuando son casi 4.000 las presentaciones que han visto como su precio bajó con la aplicación de la orden, aunque, eso sí, desde el Ministerio de Sanidad se ha repetido que “son 43,02 millones de euros el ahorro que hemos asociado a esta orden en farmacia”. El cálculo ofrecido desde Sanidad, que no lleva asociado los fármacos de dispensación hospitalaria, está muy alejado de las estimaciones que se han elaborado desde otras fuentes. ¿Quiere decir que desde el ministerio se espera que sean los conjuntos de medicamentos de ámbito hospitalario los que proporcionen el verdadero ahorro que se persigue?

Sobre este particular, un análisis de IMS Health cifra el ahorro en 280 millones de euros a PVL (lo que implicaría unos 430 en farmacia). Los cálculos de la consultora aseguran que el ahorro producido por el sistema de referencia (en el último año) se sitúan en 85 millones de euros, a los que habría que sumar 195 millones del impacto de la orden en sí. Asimismo, en un análisis más pormenorizado, IMS añade que el segmento de marca sufrirá un descenso de 195 millones y el de los genéricos 64 millones.

Sin convivencia

Pero, más allá de la diferencia entre los 43,02 millones de euros de ahorro en farmacia que estima el Ministerio de Sanidad y los 580 millones de euros que resultarían de previsiones como las realizadas por IMS, la nueva OPR ha traído bajo el brazo otras sorpresas. ¿Cuáles? Por ejemplo, una de las que más ha sorprendido al sector, sobre todo a la industria farmacéutica, fue la eliminación completa del periodo de convivencia necesario para poner en marcha los nuevos precios. Así, si la industria preveía disponer de 24 horas para hacerlo, la publicación de la OPR significó su puesta en marcha automática. Es decir, que una vez apareció publicada en el BOE la industria estaba obligada a vender al nuevo precio.

Más allá de los evidentes problemas logísticos para la industria derivados de la premura en la aplicación de la orden, la creación y eliminación de conjuntos homogéneos según ciertos parámetros también es una novedad. Sobre este particular, el Real Decreto que sustenta la orden permitía, por primera vez, crear nuevos conjuntos cuando se cumplen diez años de la autorización del medicamento en España o en cualquier otro Estado miembro de la Unión Europea, siempre que exista, al menos un medicamento financiado en el Sistema Nacional de Salud distinto del original y sus licencia.

Bajo este paraguas, Sanidad ha creado 196 nuevos conjuntos de presentaciones de medicamentos que se dispensan en oficinas de farmacia y 166 conjuntos de presentaciones de medicamentos de ámbito hospitalario. Asimismo, la OPR revisa los precios de referencia de los conjuntos ya existentes (197 de medicamentos dispensables en farmacia y 50 de ámbito hospitalario), así como suprime 53 conjuntos de presentaciones (35 en botica y 18 en hospital).

Con los conjuntos ya definidos, el cálculo del precio, con su consecuente bajada, era el otro aspecto que más preocupaba al sector. Sanidad se había comprometido a incluir dos sistemas que amortiguaran la caída de ciertos productos con el fin de no poner en peligro el abastecimiento continuo de las presentaciones y evitar un posible deslizamiento de receta que diera al traste con el ahorro estimado: el umbral mínimo y el precio ponderado.

“Para garantizar el abastecimiento de determinados medicamentos y garantizar su permanencia en la prestación farmacéutica del SNS, se han articulado dos mecanismos excepcionales a la regla general de cálculo”, afirmaban desde el ministerio. Sin embargo, la realidad ha sido bien distinta y ciertas decisiones, como incluir fármacos en conjuntos que no corresponden por lógica de producción, han terminado ocurriendo.

Más sorpresas

Tras realizar un análisis de los anexos que acompañan a la OPR se distinguen ciertos casos que llaman la atención. Una de las sorpresas desagradables para la industria y, por consiguiente, para los pacientes, es que Sanidad ha decidido no atender a las alegaciones de la industria por dos medicamentos, paracetamol efervescente 1 gr. e ibuprofeno arginina, y los ha situado al mismo precio que al paracetamol comprimido y al ibuprofeno sin arginina, respectivamente. Ambos casos, no responden a la lógica porque no solo la producción es más costosa, si no que el mecanismo de acción de los fármacos es diferente. Esta decisión puede provocar el desabastecimiento o la discontinuidad de estos productos.

Otras alegaciones sí que han contado con el beneplácito ministerial. Principios activos como el metilfenidato, latanoprost o levonorgestrel sí han entrado en la regla de cálculo del precio ponderado para paliar las bajadas a las que se enfrentaban. Un caso relevante es también el del fentanilo, cuyas presentaciones iban desde los 100 mg hasta los 800 mg y se ha conseguido que sus precios se modulen. Como ya publicara EG cuando se conoció el proyecto de OPR, este principio activo iba a sufrir una merma en sus presentaciones de dosis más altas del 46 por ciento, mientras que la reducción de precio alcanzaría el 93 por ciento en las de 100 mg, circunstancia que se ha evitado.

Agrupaciones de biosimilares

La última modificación de la Ley de Garantías, en julio de 2013, corrigió parcialmente la equiparación entre genéricos y biosimilares en los aspectos de sustitución e intercambiabilidad. En concreto, se modificó el artículo 86.5, introduciendo el principio de normas específicas para los biosimilares. Sin embargo, no sufrió cambios el artículo 93.2, permitiendo así formar conjuntos homogéneos con estos medicamentos a efectos de precios de referencia, tal y como se realiza con los genéricos.

A pesar del aviso de los expertos, que consideran una aberración equiparar fármacos que no comparten el mismo principio activo, Sanidad ha defendido en más de una ocasión que los biosimilares ayudarían a crear agrupaciones homogéneas en la OPR. Y así ha sido. Fármacos como el filgrastim (H24), la epoetina alfa (H82) o la somatotropina (H61) están recogidos en el anexo de la orden referido a los medicamentos hospitalarios, a pesar de las numerosas voces discordantes.

“Los biológicos no pueden incluirse en las agrupaciones homogéneas porque no son sustituibles”, se aseguró hace unos días en un informe presentado por Centro de Estudios para el Fomento de la Investigación (CEFI). Además, añadieron que “el sistema de precios no es adecuado porque la inversión para desarrollar estos fármacos es mayor”.