Permitir la venta de algunos medicamentos fuera de las farmacias; reducir el margen comercial aplicable a las mismas; permitir u obligar a que determinados productos farmacéuticos con receta sean dispensados en centros ambulatorios… Estas son algunas de las medidas de ahorro y recorte propuestas por las comunidades y que el Ministerio de Hacienda recogió en un documento (255 propuestas) que será discutido el 31 de julio en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. ¿Cómo han sentado estas propuestas al sector? Muy mal. A este respecto, por ejemplo, el presidente de la patronal estatal de empresarios farmacéuticos FEFE, Fernando Redondo, se mostró muy crítico con el hecho de que “todas las medidas de ahorro siempre vayan dirigidas al mismo sector. Se va a lo fácil, a la factura de Sanidad y, dentro de ello, a lo más controlado, la farmacia”.
Acerca de la reducción de márgenes para las farmacias, el presidente de FEFE precisó que “si quieren bajar un punto, que lo hagan, pero a cambio que desaparezcan los límites a la gestión de compras, el RDL 5/2000, el 8/2010… Lo que no se puede hace es querer implantar aquí medidas de otros países de forma independiente y manteniendo otra serie de medidas que ellos no tienen”. Sobre este particular, Redondo consideró que en caso de establecerse esta medida “se llegaría a una situación tremenda para las farmacias”.
En este sentido, cabe destacar que las farmacias ha reducido su margen neto en un 25 por ciento en los últimos dos años (un 34 por ciento en el último lustro), tal y como señala el informe ‘Impacto de las medidas de recorte sobre el sector farmacéutico’, elaborado por Antares Consulting para Grupo Cofares. Un descenso que ha colocado este margen en un 6,9 por ciento.
Al igual que Redondo, el presidente de la patronal catalana Fefac, Antonio Torres, se mostró muy crítico con esta idea y afirmó que “en los últimos años ya se han aplicado de forma repetida este tipo de medidas, demostrando que no tienen más recorrido”. Y es que, según él, las medidas deberían ir dirigidas a dotar de eficiencia al SNS, “en vez de incrementar aún más el riesgo y la viabilidad de unas farmacias que han demostrado ahora y durante muchos años su contribución a la sostenibilidad del sistema”.
Asimismo, la presidenta de la patronal madrileña Adefarma, Alexia Lario, manifestó estar “estupefacta” tras conocer del documento. “¿Quieren aniquilar a la farmacia?”, se preguntó, al tiempo que incidió en que una bajada de márgenes en empresas pequeñas que no trabajan con volumen sería “hacer desaparecer la profesión”.
Para el vicepresidente de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (Sefac), Vicente J. Baixauli, en este momento resultaría “inoportuno” bajar márgenes, algo que ya se hace con medidas como la Orden de Precios de Referencia (OPR). “¿Se quiere aumentar el número de farmacias VEC a las que después hay que ayudar?”, se preguntó.
Fuera del canal farmacia
Por otro lado, acerca de permitir la venta de determinados medicamentos fuera de las oficinas de farmacia, Redondo se preguntó: “¿En qué puede beneficiar al ahorro la venta de EFP fuera de la farmacia y descontrolar de ese modo el mercado?”. De la misma manera se expresa Lario, quien dice no ver ahorro por ninguna parte en esa medida, “solo arruinaría a la farmacia”, y se pregunta si “¿hay alguien presionando?”. Y es que, según dice, “la salida de medicamentos del canal farmacia es algo más que un tema económico, es un tema sanitario”.
Estas preguntas también se las hizo Baixauli, quien dijo no entender la finalidad de sacar fuera del canal de oficina de farmacia unos medicamentos que no están financiados. “No produce ahorros y no aporta ninguna mejora. No tiene ninguna justificación económica ni sanitaria, a no ser que se quiera satisfacer algunos intereses económicos”, dijo.
Por su parte, Torres confía en que no se llegue a implantar “porque iría en contra del actual sistema basado en el uso racional del medicamento”, ya que, según señaló “no tendría sentido que se haya regulado la venta de medicamentos sin receta a través de Internet, que obliga a que intervenga un farmacéutico en la dispensación, y que luego se permita la venta de esos mismos publicitarios fuera de las farmacias”.
Dispensación ambulatoria
De otro modo, acerca de otra de las medidas que contiene el documento, que determinados productos farmacéuticos con receta sean dispensados en centros ambulatorios, el presidente de FEFE fue muy claro: “La Ley del Medicamento no lo permite, y hay que respetarla”.
Sobre este particular, Torres indicó que no cree que la medida se pueda llegar a aplicar, entre otras cosas, porque la dispensación de medicamentos en otros puntos “significaría multiplicar estructuras incrementando costes del sistema, romper con la actual equidad en el acceso del ciudadano al fármaco y desperdiciar la capacidad de influencia del farmacéutico para descongestionar un sistema muy congestionado”. De igual forma se pronunció Lario, quien agregó que supondría “la desaparición de la mitad de las farmacias”.
Para Baixauli, esta medida supondría “un cambio de modelo total”, que conllevaría la pérdida del “acceso universal y de gran cobertura al medicamento del que dispone el ciudadano”. Al mismo tiempo, lanzó una recomendación al autor de la propuesta: “Le recomendaría que echase cuentas”.