Rovi ha presentado sus resultados económicos del primer semestre de 2012 con un balance que muestra luces y sombras. El beneficio neto de la compañía se incrementó en un 1 por ciento, hasta los 13 millones de euros, en el período de seis meses finalizado el 30 de junio, respecto al balance del año anterior. La nota positiva la protagonizaron los ingresos operativos, que aumentaron un 9 por ciento, hasta alcanzar los 104,9 millones de euros, como resultado de la fortaleza del negocio de fabricación a terceros, cuyas ventas crecieron un 36 por ciento, y del negocio de especialidades farmacéuticas, que creció un 2 por ciento.
Sin embargo, el Ebitda disminuyó un 1 por ciento, hasta los 16 millones de euros, comparado con el mismo período del año anterior, como resultado principalmente del impacto que había tenido la venta de Fitoladius en el primer semestre de 2011, que contribuyó con ingresos de 5,6 millones de euros, según explica la compañía.
Asimismo, Rovi mantiene sus expectativas de crecimiento para el segundo semestre de 2012 aunque, tal y como afirman en la compañía, “el último paquete de medidas que ha introducido el Gobierno y su impacto en las cuentas del Grupo Rovi está todavía pendiente de conocerse”. Estas expectativas están basadas en la Bemiparina, la cartera de productos de especialidades farmacéuticas existente, los últimos lanzamientos como Vytorin, Absorcol y Thymanax, nuevas licencias de distribución de productos y nuevos clientes en el área de fabricación a terceros.