Los tres informes que el Ministerio de Sanidad tiene en sus manos sobre el estatus de la píldora del día después (PDD) no son unánimes, pero sí son concluyentes. Dos de ellos, el de la Agencia Española del Medicamento (Aemps) y la Sociedad Española de Ginecología (SEGO), están a favor de mantener el estatus libre de dispensación. El otro, el de la Organización Médica Colegial (OMC), se mantiene en contra. Aún así, todavía tardará en llegar una decisión que puede dejar de equiparar a España con la gran mayoría de los países de su entorno.
El Ministerio de Sanidad aún no sabe cuándo dará una opinión definitiva sobre el futuro de la PDD. Así lo han confirmado a EG fuentes del departamento que dirige Ana Mato, que está a la espera de recibir un cuarto informe, el del Comité Español de Farmacovigilancia, y la opinión del consejo asesor de Sanidad del ministerio antes de adoptar una decisión. “Lo que es seguro es que esta contará con las máximas garantías científicas”, aseguran desde el ministerio. Debido a que hasta ahora ha sido prioritario ocuparse de la reforma sanitaria, la creación de este órgano se ha retrasado, dos meses después de que Mato lo anunciara en el pleno del Senado. La ministra lo constituirá en las próximas semanas.
“Decisión política”
Es difícil eliminar la carga ideológica de la PDD. En 2009 se dijo que permitir su dispensación sin receta era una “decisión política” de la entonces ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez. Ante la posible marcha atrás en esta decisión, Mato se enfrenta a las mismas críticas. No obstante, la vuelta a la situación previa a 2009 supondría ignorar no solo las recomendaciones de la Aemps, que tres años después continúa validando el perfil beneficio/riesgo de estos anticonceptivos, sino también la de los organismos hermanos de los cerca de 20 países de la UE y el Espacio Económico Europeo que a día de hoy permiten, con más o menos límites, la prescripción sin receta de la píldora poscoital.
Las condiciones de dispensación de un medicamento son competencia de los estados, y como tal pueden diferir para un mismo principio activo o, incluso, un mismo medicamento entre distintos países de la UE. Según la información actualizada del informe de la Aemps, la disponibilidad de la anticoncepción de urgencia muestra toda la variabilidad posible, aunque mayoritariamente los estados confían en la seguridad de su dispensación en farmacia libre de receta. En siete de los 28 países de sobre los que se dispone de información se encuentra sujeto a prescripción; en otros 21 no. Entre estos, cuatro ofrecen limitaciones de edad; en siete no hay límite explícito y en el resto (ver tabla) se desconoce.
Otro aspecto relevante es que en la mayor parte de los países que dispensan sin prescripción médica, la dispensación se hace en farmacias mediante la interacción con la persona que dispensa (puede ser un farmacéutico titulado o un empleado de la farmacia) y solo en dos de ellos (Noruega y Holanda) se puede obtener fuera de las farmacias (aunque con las restricciones que, por ejemplo en Noruega, se imponen a la venta de medicamentos fuera de las farmacias para menores de 18 años).
Fuera de la UE, la situación es aún más variable. Mientras que los anticonceptivos orales utilizados en el denominado ‘método Yuzpe’ (consistente en administrar etinilestradiol y levonorgestrel durante las primeras 72 horas y repetir la ingesta 12 horas más tarde) están disponibles en todos los países del mundo, los anticonceptivos de emergencia basados en levonorgestrel a dosis de 750 mcg x 2 comprimidos o 1500 mcg x 1 comprimido están autorizados en 140 países con condiciones de dispensación muy variables.
A este respecto, en su esfuerzo por mantener el estatus libre de dispensación, el PSOE ha recordado también que la píldora poscoital cumple los requisitos de la Agencia Europea del Medicamento y de la Agencia Norteamericana del Medicamento y cuenta con el beneplácito de la Organización Mundial de Salud (OMS), que lo considera una medicación “esencial”, cuyos beneficios son superiores a sus riesgos.
En 2001 se autorizaron en España los dos medicamentos anticonceptivos a base de levonorgestrel conocidos como la píldora del día después (PDD).
El 29 de mayo de 2007 la comisión de Sanidad del Congreso aprobó una proposición no de ley que instaba al Gobierno a impulsar en la Aemps un informe sobre las implicaciones de dispensar la PDD sin receta.
La agencia elaboró un informe interno en 2008, que en abril de 2009 fue remitido a la secretaría general de Sanidad del ministerio.
En mayo de 2009, y a la vista de las conclusiones en el informe, el Gobierno tomó la decisión hacer accesible en las farmacias la PDD sin receta médica.
En julio de 2009 se informó del cambio de condiciones de dispensación al subgrupo de fármacos sin receta del comité de Evaluación de Medicamentos de la Aemps.
En septiembre de 2009 se finalizó el informe de evaluación y las últimas autorizaciones de la variación.
En octubre de 2009 se hizo público el informe de evaluación definitivo, atendiendo a una petición de acceso al informe por parte del PP en el Congreso.
Desde septiembre de 2009 las condiciones de dispensación de estos medicamentos se han mantenido como sin prescripción médica
El 1 de febrero de 2012, el Gobierno del PP encarga informes actualizados sobre la PDD.
El 21 de marzo de 2012, Ana Mato aseguró que estos informes “no son concluyentes”, solicitó uno más y trasladó la decisión a la creación del consejo asesor.