| domingo, 08 de febrero de 2009 h |

LUCÍA GALLARDO

Barcelona

Chiesi es una compañía de origen italiano y con vocación investigadora con productos propios y licenciados a otras compañías, pero considera que falta que esa vocación tenga el reconocimiento que merece por parte de las autoridades nacionales. Su director general, Manel Vives, lo explica en una entrevista concedida a EG.

Pregunta. ¿Cuál es la actividad de Chiesi en España?

Respuesta. Nuestra empresa aquí está focalizada en la comercialización, pero parte de nuestro equipo se dedica al desarrollo de productos, sobre todo en la realización de estudios clínicos en fase III. Esta política de invertir en I+D la seguimos desde el año 2000, entre otros motivos, porque creemos que es mucho mejor lanzar un producto al mercado si los médicos españoles lo conocen de primera mano y tienen experiencia clínica con él.

P. ¿Cuánto invierte en I+D Chiesi España ?

R. Aunque varía, invertimos entre ocho y diez millones de euros al año, lo que supone cerca del 14 por ciento de nuestra facturación.

P. ¿Considera que este esfuerzo está reconocido?

R. Lo cierto es que no, porque en España la apuesta por la investigación se valora en función del tamaño de la plantilla dedicada a esta actividad y de si el laboratorio tiene fábricas y almacenes aquí. En cambio, a la hora de reconocerte como investigador, no se tiene en cuenta tu inversión en I+D, que lances productos innovadores, haciendo participar a hospitales y médicos españoles o que licencies productos a otras compañías. Si hacemos todo esto y generamos puestos de trabajo en España, no entiendo que tengamos una consideración distinta.

P. ¿Cree que hay laboratorios con categoría de investigadores que no la merecen?

R. Veo absurdo que haya laboratorios que no tienen lanzamientos pero que, por el hecho de tener alguna planta o realizar algún desarrollo galénico, se les considere investigadores. Me parece que los criterios de la Administración para decidir, por ejemplo a través del Plan Profarma, quién investiga y quién no, están totalmente obsoletos y pensados para proteger a la industria nacional. Creo que tendría que basarse en otros criterios para decidir quién apuesta por la I+D, como el número de licencias que cede un laboratorio.

P. Entonces, la fabricación ¿la dejan para otros?

R. Sí, la producción y la distribución la dejamos para otros que lo saben hacer mejor y más barato.

P. En tiempos de crisis, ¿el tamaño importa?

R. No estoy tan seguro. Hay empresas grandes que están sufriendo mucho y otras pequeñas a las que les va muy bien, independientemente del tamaño. Lo que creo es que, si tienes productos para jugar, te salvas, si no, puedes pasarlo muy mal. Poner productos nuevos en el mercado es lo que hace subsistir a una empresa. Siguiendo esta idea, nuestra estrategia se basa en apostar por el área de respiratorio, que es la que mejor conocemos, y lanzar productos, que es la única receta para subsistir.

P. Y Chiesi en este sentido lo ha hecho bien, ¿no?

R. Así es, porque el pasado año, con una facturación de 57 millones de euros, crecimos por encima del 20 por ciento, el mayor crecimiento de los primeros 50 laboratorios nacionales. De hecho, en menos de diez años hemos triplicado el tamaño de la compañía.

P. ¿El lanzamiento de Foster ha tenido mucho que ver?

R. Sí, aunque no sólo este lanzamiento, sino también el de Clipper, para la colitis ulcerosa, y Bramitob, para la fibrosis quística, así como que hayamos licenciado un producto a Pfizer.

P. ¿La política de ceder licencias también la han hecho suya?

R. Desde hace años venimos licenciando productos nuestros a grandes compañías. Glaxo-SmithKline, por ejemplo, está vendiendo nuestra beclometasona en Europa. Del mismo modo que Novartis vende formoterol. Por otro lado, Formodual es la licencia de Foster en España que comercializa Pfizer.

P. Es decir, la vida no le va demasiado mal a Chiesi.

R. Nos consideramos afortunados porque nos va bien en un momento en que el mercado sufre muchísimo, donde no hay productos nuevos y los laboratorios acusan los impactos de los genéricos y los precios de referencia. Chiesi está a salvo de esta situación.

P. Volviendo a Foster, ¿cuál es su aportación?

R. Se trata de la tercera combinación a dosis fija a nivel mundial de un corticosteroide y un agonista beta dos, que entra en un campo donde sólo hay dos alternativas terapéuticas, es muy útil para las fases iniciales y medias de desarrollo del asma, llega a las vías aéreas periféricas, mientras que los otros no, y tiene un tamaño de partícula que le permite una homogeneidad y una deposición pulmonar muy alta. Pero su aportación va más allá de su eficacia, puesto que produce un ahorro al sistema de salud de entre 13 y 17 euros por receta. Un estudio de la Universidad de Barcelona revela que el ahorro que puede suponer alcanza los 40 millones de euros.

P. ¿Tiene un precio más bajo que las otras dos alternativas?

R. Sí, de hecho, es la primera vez en España que un laboratorio lanza un producto de primer nivel más barato que los ya existentes. Entendimos que la Administración y los médicos apostarían por el más coste-efectivo, lo cual también es una ventaja para nosotros. Consideramos que el precio cada día va a ser un factor más importante, lo que jugará a nuestro favor, aparte de que acabará de consolidarse este producto y cada vez se conocerán más sus ventajas clínicas. De hecho, en breve vamos a obtener la indicación para EPOC.

P. ¿Qué otros productos importantes tiene Chiesi en cuanto a facturación?

R. Artedil y Foster acaparan 32 de los 57 millones de euros que facturamos el año pasado.

P. ¿La píldora postcoital no está entre los que más facturan?

R. Levonorgestrel tiene el problema de que se vende a la Administración como un genérico, a precio libre, de modo que se lo vendemos casi a precio de coste y los beneficios son muy bajos.

P. Italia tampoco tiene un mercado farmacéutico muy favorable, por lo que, en la central de Chiesi, estarán bien concienciados de las dificultades del entorno, ¿no?

R. Aunque el Gobierno italiano toma medidas contundentes contra el gasto farmacéutico, ya nos gustaría en España tener los precios que tienen allí. Es cierto que Italia hace bajadas drásticas de precios, pero el impacto es mejor porque los precios, en su origen, son más altos.

P. ¿Cuál es el peso de la filial española de Chiesi en el grupo?

R. Durante mucho tiempo nos hemos situado en tercera posición, después de las filiales de Italia y Francia, y ahora estamos peleando con la filial inglesa para mantenernos en este puesto. Aunque Reino Unido y Alemania, tarde o temprano nos adelantarán, porque sus mercados son más grandes y los precios son libres.

P. ¿Otro de los ejes de la compañía ha sido su expansión?

R. Chiesi fundamenta su crecimiento en dos ejes estratégicos, la concentración de la I+D en áreas donde la compañía era muy experta y en la internacionalización. De este modo, Chiesi tiene filiales en casi todos los países europeos, así como en Brasil. Este proceso se ha ido consolidando y hoy las ventas de fuera de Italia suponen más del 50 por ciento del grupo.