alberto cornejo
Madrid
El sector de la hostelería es, tradicionalmente, el principal destino de aquellos españoles que se deciden, especialmente en los meses de verano y sin que haya necesariamente una demanda previa, a buscar trabajo en el Reino Unido. Por contra, en otros sectores, como el farmacéutico, la tendencia se revierte y son los profesionales británicos quienes, cada vez con mayor asiduidad, reclaman farmacéuticos españoles que trabajen como asalariados en sus boticas.
Esta demanda obtiene una buena respuesta en nuestro país, puesto que son ya “centenares de profesionales españoles los que trabajan allí”, indica a EG Mar Arranz, miembro de la agencia de recursos humanos Farmaempleo, empresa intermediaria dedicada a la contratación de farmacéuticos nacionales a petición de farmacias británicos. Actualmente, esta empresa forma a 75 profesionales para dar el salto al Reino Unido, una formación centrada principalmente en mejorar su nivel de inglés hablado. “Es fundamental para el trato con los pacientes”, recuerda esta farmacéutica, que ya vivió la experiencia de trabajar en Reino Unido.
Recién licenciados y adjuntos con más de cinco años de ejercicio en oficina de farmacia, “que desean un nuevo impulso a su carrera profesional”, son los perfiles típicos de los farmacéuticos nacionales que se deciden a emprender esta nueva experiencia, que les reporta, en líneas generales, “una mayor remuneración económica y una mayor responsabilidad laboral”, apunta Arranz. Sin embargo, el aumento de despidos en el sector a consuencia de la crisis económica provoca que ahora también se interesen por estos puestos de trabajo farmacéuticos de la industria y visitadores médicos
La AF, lo que más ‘puntúa’
La mayor responsabilidad que tienen allí estos profesionales respecto a España, según Arranz, es consecuencia de la liberalización de la propiedad existente en Reino Unido, lo que provoca que en muchos casos el titular no sea profesional y deba delegar la atención en sus trabajadores. “Lo que más interesa es su experiencia en el campo de la Atención Farmacéutica, y generalmente gusta mucho la preparación con la que llegan los farmacéuticos españoles en este campo”, expone la responsable de contrataciones de Farmaempleo, empresa que también gestionaba hasta el año pasado contrataciones de boticarios portugueses. “Éstos tienen un punto a su favor en su mayor dominio del inglés”, recuerda.
Otra de las ventajas que encuentran aquellos boticarios nacionales que emprenden la aventura británica es la estabilidad laboral que se les ofrece. Y es que, para Arranz, “los contratos iniciales abarcan un periodo mínimo de 18 meses, aunque la intención de los contratantes siempre es alargar indefinidamente esta unión laboral”.
Temás tabú
Para dar a conocer entre el colectivo farmacéutico nacional este emergente mercado laboral británico, Farmaempleo organiza con asiduidad charlas informativas en los diversos colegios farmacéuticos provinciales. Prueba de ello son las celebradas la semana pasada en los colegios oficiales de farmecéuticos de Valencia y Barcelona, en las que la alta asistencia de los colegiados ratifica “el creciente interés por probar esta nueva experiencia”, tal y como apuntan desde Farmaempleo.
Las principales dudas que surgen en estas reuniones tienen más que ver con las condiciones de vida que con las propias del empleo que van a aceptar. En este sentido, “sigue habiendo muchos temas tabú, como puede ser la creencia de lo encarecida que está la vida allí o las malas condiciones climáticas con las que convivirán”, enumera Arranz.