Las explicaciones de Garmendia sobre su ministerio no convencen al Congreso
El PP registra en la Cámara Baja una PNL relativa a incentivos fiscales en I+D+i
carlos b. rodríguez
Madrid
No hay debate sobre la necesidad de transformar el sistema productivo español y evolucionar hasta una economía basada en el conocimiento. La cuestión está en cómo hacerlo. Las últimas decisiones adoptadas por el Gobierno en relación a la ciencia y la tecnología han roto la entente cordial que existía entre PP y PSOE y ha dado lugar a dos visiones opuestas de la ciencia en España.
Ambas chocaron la semana pasada en la Comisión de Ciencia y Tecnología del Congreso, durante una comparecencia de la ministra, Cristina Garmendia. La Cámara exigió a ésta explicaciones sobre la última remodelación de su Departamento, mermado tras la fuga a Educación de las competencias en I+D universitaria. “El diseño perfecto no existe”, respondió Garmendia, que justificó el último cambio en el “impulso específico y monotemático” que el Gobierno quiere dar ahora a la educación.
La ministra no convenció a los portavoces, que vieron en el discurso una repetición de lo que el ministerio ya dijo en la comparecencia celebrada tras la creación del Departamento. Y la estructura sigue sin convencer al PP, que achaca los problemas actuales a la “gestión de un ministerio que está en permanente cambio y transformación desde hace 18 meses”.
A ello se añade el problema presupuestario. Más allá de visiones partidistas, los ajustes aprobados por el Consejo de Ministros a lo largo de este año han recaído básicamente en Ciencia y Tecnología. Las interpretaciones, de nuevo, vuelven a ser dispares. La versión del Gobierno de que la mayor parte de los recortes van a créditos y no a gasto real es, a juicio del PP, una “estafa informativa”, pues no disminuye el gasto público, que es el objetivo de los recortes.
La priorización de la I+D en los presupuestos tampoco acerca posturas. El PP reprocha que los presupuestos no financieros de Industria crecieron un 25 por ciento y los de Ciencia se redujeron un 10 por ciento. “No hablamos de si es necesaria o no austeridad, hablamos de qué se está priorizando de verdad, y en términos presupuestarios el Gobierno no considera la Ciencia y la Innovación una prioridad”, manifestó el portavoz popular en la Comisión de Ciencia y Tecnología del Congreso, Gabriel Elorriaga.
Incentivos y centros
Elorriaga ha ampliado esta visión en un documento publicado en el último número de los Papeles FAES. En él, concluye que “ningún cambio normativo resolverá por sí solo las necesidades que tiene planteadas la innovación en España”. Según él, lo realmente necesario es un compromiso político, al que añade además otras medidas concretas. “Hace falta apoyar mucho más a las empresas, favorecer a los emprendedores con incentivos atractivos y estables, y es necesario respaldar sin condiciones a los centros tecnológicos”, asegura.
El primer punto se debatirá en la Cámara Baja durante el próximo periodo de sesiones. Ante la evolución de la situación económica, y tras sucesivas propuestas tanto del Congreso como de distintas autonomías y asociaciones empresariales, el Gobierno anunció (de momento sólo de palabra) el mantenimiento indefinido de la deducción por inversión en I+D+i en los mismos términos en los que estaba regulada antes de 2006. Pero, junto a esta rectificación, el Grupo Popular cree necesario adoptar medidas adicionales (ver tabla) que eliminen los obstáculos que impiden la efectividad real de estos incentivos.
En cuanto a los centros tecnológicos, al momento de estrechez en el presupuesto nacional se ha unido la dificultad en la gestión y aprovechamiento de los fondos europeos, que de nuevo da lugar a dos visiones radicalmente distintas de los retornos de España en el Programa Marco. El Gobierno da datos positivos; el PP, negativos, que inciden sobre todo en las restricciones destinadas a los centros tecnológicos, privados ahora, según Elorriaga, de los programas de ayuda para optar a las convocatorias europeas.