J. Ruiz-Tagle Madrid | viernes, 27 de abril de 2012 h |

Liquidez a cambio de cuota de mercado. Ese fue el resumen de la subasta que Pfizer realizó en torno a su división de nutrición infantil y donde Nestlé hizo la apuesta más alta, 11.850 millones de dólares (unos 8.975 millones de euros). La multinacional estadounidense ha sufrido en los últimos tiempos la pérdida de patentes de dos productos estrella, Lipitor y Viagra, por lo que sus dividendos anuales habían comenzado a sufrir retrocesos notables.

La filial de Pfizer aportó el pasado ejercicio unos 2.100 millones de dólares en ingresos, al crecer a un ritmo del 15 por ciento anual. Pero la compañía está inmersa en un amplio proceso de reestructuración y la necesidad de liquidez se ha convertido en una prioridad para los directivos y accionistas. “La venta del negocio de Nutrición a Nestlé es coherente con la intención de Pfizer de generar un mayor valor para los accionistas maximizando el potencial de creación de valor de nuestros negocios y gestionando de manera inteligente nuestras asignaciones de capital”, declaró Ian Read, presidente y CEO de Pfizer. Asimismo, reconoció que los planes posteriores a las ventas están “enfocados a mejorar el valor para los accionistas y, al finalizar esta transacción de venta, asignar las ganancias”.

Pfizer Nutrición cuenta con colaboradores en cerca de 60 países, así como con centros de ventas, desarrollo de productos, fabricación y de negocios en Estados Unidos, América Latina, Europa, Medio Oriente, África y Asia. Es aquí donde radica el interés para Nestlé. Para el gigante helvético el continente asiático es un centro neurálgico de negocio con capital en China y por eso considera que la división de Pfizer representa una oportunidad estratégica que encaja con la misión de la compañía. Asimismo, destaca el peso que tiene Pfizer Nutrición en los mercados emergentes, donde el potencial de expansión es grande por el crecimiento de su población. Para hacer posible la adquisición, Nestlé dispone desde la venta en 2010 de Alcon a Novartis por 51.600 millones de dólares (unos 39.200 millones de euros), de un importante fondo de liquidez.

Por su parte, Amy Schulman, vicepresidente ejecutivo y gerente general de Pfizer Nutrición, afirmó que “la combinación de Nestlé con Pfizer Nutrición, que cuenta con un amplio liderazgo en los mercados emergentes y un portfolio de productos respaldados por la ciencia, continuará al servicio de los lactantes alimentados con fórmulas, así como de los profesionales de la salud”. A este respecto, señaló que “la dedicación y el trabajo intenso del equipo de Nutrición es muy notable y estoy orgullosa de los colegas de Pfizer Nutrición dedicados en todo el mundo a lograr el éxito de este negocio, además de estar conscientes del importante papel que desempeñan nuestros productos en la vida de muchas familias”.

Los resultados financieros del primer trimestre de 2012 se presentarán próximamente, y en ellos Pfizer actualizará sus directrices financieras para reflejar la venta del negocio de nutrición infantil a Nestlé. La compañía espera que todos los ingresos y gastos relacionados con el negocio de nutrición se presenten como operaciones discontinuadas a partir del segundo trimestre de 2012, con carácter retroactivo para todos los períodos presentados. Se prevé que esta transacción se finiquite durante el primer semestre de 2013, una vez concluidos los trámites acordados y obtenidas las autorizaciones de las instancias regulatorias.

Desde hace cinco meses la compañía farmacéutica británica Glaxosmithkline (GSK) se ha desprendido de sus fármacos OTC no estratégicos en diferentes mercados internacionales. Estas escisiones geográficas, que comenzaron en Estados Unidos y Canadá, primero, y Europa, después, le han reportado a la empresa algo más de 700 millones de euros tras aplicarles a las transacciones los impuestos requeridos. La estrategia de GSK sigue su curso y, ahora, acaba de cerrar un acuerdo con Aspen Global para venderle sus marcas de OTC no estratégicas en nuevos mercados en dos transacciones independientes.

En concreto, la farmacéutica inglesa ha vendido sus productos en Sudáfrica, Namibia, Botsuana, Suazilandia, Lesoto, Zambia y Zimbabue por 20 millones de libras (unos 24 millones de euros) y, por otro lado, Aspen Global, subsidiaria del grupo, se queda con los derechos del resto del mundo, con especial presencia en Australia y Brasil, por 144 millones de libras.

La operación reportará directamente a GSK 135 millones de libras, si bien se han calculado unos 25 millones de gastos por la transacción, que reducen el beneficio hasta 105 millones brutos (90 millones netos). El acuerdo con Aspen Global, todavía sujeto a aprobación por distintas autoridades de competencia, supone a GSK concluir el proceso de desinversión en sus marcas de OTC consideradas no estratégicas, que la británica anunció como objetivo en febrero de 2011.

Como nota común en cada una de las ventas geográficas que GSK ha practicado en los últimos cinco meses con tres empresas distintas, el medicamento estrella del laboratorio, Alli, se ha vuelto a quedar fuera del acuerdo y sus derechos continuarán perteneciendo a la compañía inglesa.