Cristina Garmendia
Es un hecho positivo que después de tanto tiempo reclamando al Gobierno Central una explicación de cómo tenía previsto enfocar el futuro de la investigación biomédica en España, por fin la ministra de Ciencia e Innovación haya decidido invitar a los consejeros de Sanidad de las comunidades autónomas al Consejo General de la Ciencia y la Tecnología para presentarles, además, el borrador del anteproyecto de la Ley de la Ciencia y la Tecnología. Pero a las dudas jurídicas sobre la situación del Carlos III se suman ahora otros interrogantes, derivados de la presencia de los titulares de Salud en dicho foro. Lejos de presumir de logros durante su primer aniversario, el Ministerio de Ciencia, sin las competencias de I+D universitarias, necesita más que nunca un impulso claro.