| viernes, 08 de enero de 2010 h |

Alfonso Jiménez

Primero lanzó el mensaje: “Si entre todos llegamos a la conclusión de que es necesario cambiar algo, lo haremos”. El sector lo recogió y le devolvió un ‘pacto de mínimos’ que partía de una premisa clara: que el sistema de precios de referencia necesita reformas estructurales. Pero los diálogos se convierten en monólogos cuando quien debe dar la réplica no escucha. El Ministerio de Sanidad no sólo ha vuelto a dar la espalda a los agentes en las demandas históricas sobre el sistema de precios (actualización del umbral de los 2 euros y recuperación del extinto anejo 5 con la consiguiente desaparición del nomenclátor en las órdenes), sino que la ha aderezado con unas disposiciones que han hecho de la nueva orden un amargo regalo de Reyes.